La política es el arte de lo imposible, incluso de lo inimaginable, algunos candidatos y dirigentes políticos visualizan -y teorizan más que nada- que podría ocurrir esto en el último tramo de la campaña, apuntan a algunos candidatos con poca chance electoral, pero al que más lo mencionan es a Lucas Fernández, que de no medir bien en las encuestas se podría bajar de su candidatura  y apoyar a otro candidato, como lo hizo en su momento Santiago Marrodán, que declinó su candidatura a favor de Carlos Fernández en el triunfo del 2015. Cuestión muy poco probable, dado que el fernandismo está jugando a triunfar electoralmente, teniendo en cuenta que en las elecciones del 2019 obtuvieron 18 mil votos.
En esa línea teórica algunos sospechan que podría ser a favor de la candidatura de Marrodán para devolver gentilezas. Otros teorizan que podría ser a favor del director del Samic, Dr. Héctor González. Otros al que esté mejor posicionado en segundo lugar, si las encuestas anticipan un posible triunfo de Pablo Hassan. Se generaron algunas suspicacias a partir de la presencia de Lucas Fernández y junto a su padre, el diputado nacional y en uso de licencia como intendente Carlos Fernandez, en la presentación de González como candidato a intendente junto a sus concejales. Son  conocidas las críticas del fernandismo sobe la gestión de Hassan; como son conocidas las versiones que estarían dispuestos a hacer lo que fuera necesario para que Hassan no sea electo intendente el próximo 7 de mayo.
Los involucrados niegan esa posibilidad y además Lucas Fernández  sigue adelante con una intensa campaña proselitista y el fernandismo quiere ser quien venza electoralmente a Hassan; es decir que esta versión o sospecha habría que descartarla en principio por completo.  Además, según alguna versión y de buena fuente, tiene la promesa que si no logra  ser electo intendente y obtiene un buen resultado electoral, tendría asegurado un lugar como candidato a diputado provincial dentro de los diez primeros lugares en el 2025.
Por otro lado, sobre las encuestas en Oberá hay varias versiones; una de ellas es que el frente renovador tendría un amplio triunfo en Oberá y que encabeza las encuestas Pablo Hassan, otros hablan de una polarización entre Hassan y Daniel Behler; hoy día se descree mucho de las encuestas, porque algunas de ellas son utilizadas como un instrumento más de la campaña electoral. En los comentarios de las encuestas se lo señala que dentro del espacio de Juntos por el Cambio estaría en primer lugar el actual concejal Marcelo Gazzo, dato que causó sorpresas. Otra encuesta lo ubica primero a Horacio Loreiro, sacándole una gran ventaja al resto de los candidatos de Juntos por el Cambio, pero muy por debajo de los candidatos renovadores. Algunos hablan que la sumatoria de los votos del oficialismo podría llegar a un 60 por ciento y más.
Encuestas son encuestas y muchas veces erran en los pronósticos, o bien son armadas con intenciones publicitarias de campaña, y en política todo puede ser posible y pasar… los Radicales decían no hace mucho que el límite era el puertismo, y hoy están aliados en un frente electoral.

En Misiones están en juego dos modelos claramente diferentes
El oficialismo provincial desde años viene hablando de un modelo misionerista y que no dependa de las estructuras partidarias nacionales, y de esta manera se comportó y pudo sacar buenos réditos en torno a cuestiones importantes para Misiones. Desde la oposición critican el modelo misionerista que se sustenta en gran parte con una recaudación propia y mantiene fuertes reclamos de una distribución desigual en materia de coparticipación federal, recibiendo mucho menos de lo que reciben otras provincias que aportan al estado nacional porcentajes muy inferiores a lo que aporta Misiones.
Ese modelo misionerista tiene una vigencia de 20 años, que obviamente a algunos sectores empresariales no les gusta y comparten la visión de los dirigentes de Juntos Por el Cambio, que proponen bajar impuestos para favorecer a las empresas, poniendo como ejemplo la política tributaria de la Provincia de Corrientes, que tiene muchas restricciones en salud pública, en materia de infraestructura y de acceso a la misma, y que se notó en la pandemia que es uno de los tantos ejemplos que se puede dar y se nota la carencia en la atención social que se da, en particular por cómo se distribuyen los recursos económicos.
Un ejemplo claro es lo que está pasando con el tema yerbatero; la provincia de Corrientes está en contra de lo resuelto por el INYM en materia de calificación que beneficiaría a las grandes industrias, que se quedarían con todo el negocio yerbatero al producir miles de hectáreas no necesitarían del pequeño productor. Y en este punto el gobierno de Misiones cuestionó el amparo dispuesto por un juez federal de Corrientes. Es más, el senador nacional de Juntos por el Cambio de Misiones Humberto Schiavoni adhirió con su firma a un proyecto de ley que establecía la disolución de organismos de regulación como lo es el INYM, decisión que fue rechazada por los productores y por el gobierno provincial.
Otro ejemplo de la presencia de un estado fuerte  es lo decidido por el gobernador Oscar  Herrera Ahuad, quien anunció que con recursos provinciales se financiará a las cooperativas yerbateras y a los secaderos para que se les pague a los productores el precio laudado por nación al contado y no en pagos diferidos hasta tres meses y más. En ese sentido Herrera Ahuad consideró que «no es solamente el resultado del laudo que favorece a los más de 12.500 productores, sino que se extrapola también a lo que anunciamos ayer, de la extensión de la intercosecha para los tareferos, y el dólar diferencial que favorece al sector industrial, o sea que es todo un círculo virtuoso que debería ser aprovechado, y nadie debería caer en un sistema egoísta de que favorezca solamente a un sector».
Y esto marca claramente la diferencia entre dos propuestas electorales y modelos políticos económicos que están en disputa en estas elecciones provinciales; el actual modelo llamado por el Frente Renovador misionerista y el modelo que proponen desde juntos por el Cambio, que es desfinanciar al estado provincial bajando y eliminado las cargas tributarias para debilitar al estado y que no pueda salir a asistir económicamente al sector industrial yerbatero, y que esa ayuda termine beneficiando a los productores y tareferos.
Es claro el término de que no se debe caer en el sistema egoísta de que favorezca a un solo sector. Es por ello que hay dos propuestas políticas y económicas muy contrapuestas: la que propone el actual gobierno del Frente Renovador y lo que proponen desde Juntos por el Cambio.

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Categorías: Columnas de Opinión
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