Mientras los renovadores comienzan a acrecentar su protagonismo político electoral y se están encaminando rumbo a las elecciones del próximo año, en Juntos por el Cambio las rencillas internas son las que tienen el protagonismo y comienzan a tomar cada día más fuerza y comienzan a salir a la luz. Era evidente que la interna nacional se trasladaría a las provincias y también al plano local, incluso algunos jóvenes radicales anunciaron su desafiliación a la UCR sumándose al Frente Renovador Misionero, como el presidente de la juventud radical de Posadas.
En Oberá se da la particularidad de que la mayoría de los precandidatos a intendentes creen que tienen chances de triunfar en las elecciones del próximo año, si bien saben que el candidato a vencer es el actual intendente Pablo Hassan, todos entienden que tienen los fundamentos para atraer al electorado a partir del trabajo y la militancia política de años, cuestión que entienden y argumentan no la tendría Hassan, pero que podría jugar a su favor en cierto sector del electorado, que ven en los jóvenes dirigentes el cambio político que muchas veces se da con el cambio generacional de los dirigentes y gobernantes. Y por otro lado tiene en sus manos el manejo del municipio y su accionar es visible y palpable.
Algunos de los candidatos a intendente ya confirmados por la renovación ya tienen decididos algunos de los nombres de los que les podrían acompañar como candidatos a concejales, que por estrategia y prudencia por el momento no quieren dar a conocer, porque entienden que no es el momento político de lanzar candidaturas, sino que es más bien un tiempo de construcción política, por lo que siguen llevando adelante reuniones discretas y tratando de sumar voluntades a sus respectivos proyectos. En esa dirección están el intendente Pablo Hassan, Daniel Behler, el director del hospital Héctor González, el presidente del Concejo Deliberante Santiago Marrodan, Oscar «Puly» Vera, entre otros candidatos.
En el caso de Daniel Behler, quien tuvo una reunión de su grupo con Hugo Passalacqua, a quien cada día se lo ve más como candidato a gobernador, comentándole de cómo estaban trabajando políticamente con vistas a la carrera electoral hacia la intendencia del próximo año. Uno de los que seguramente estará integrando la lista de candidatos a concejales será Alejandro Sena, quien ya fue candidato a concejal y a defensor del pueblo, y en segundo lugar deberá ir una mujer de la cual se desconoce en nombre. Por el lado del conocido militante social «Puly» Vera, uno de los que podría estar integrando la lista es el ex concejal Carlos González Díaz y en segundo lugar una profesional del sector de la salud, de la cual se reserva el nombre. También Héctor González, quien desde hace varios años viene llevando adelante la gestión del hospital de Oberá, y se sabe que uno de los sectores de mayor sensibilidad social, demanda y elevados costos es la salud, y ha administrado en estos años sin sobresaltos y con mucha cintura política. González ya tendría definido algunos nombres, pero se los reserva para el momento de inscripción de los candidatos de su sublema, como lo piensan hacer la mayoría de los candidatos, y así evitar fugas y pichados que siempre los hay al momento de conocerse las listas, pero sin mucho margen de negociación, porque la mayoría de las listas estarán cerradas.
Por el lado de Juntos por el Cambio en Oberá no se sabe mucho más de lo que se dijo hasta el momento, siguen entretenidos con las peleas internas y los pases de militantes al Frente Renovador provincial, como lo anunció en su cuenta de Facebook el presidente de la juventud radical de Posadas, Germán Ferber, siguiendo los mismos pasos de José Luis Pastori, hijo del ex diputado nacional por Juntos por el Cambio, el radical Luis Pastori.
Paros ¿quién le pone el cascabel al gato?
El paro de colectivos volvió a perjudicar a las personas de a pie, como generalmente se les escucha hablar a los dirigentes políticos y funcionarios, y si bien el paro es convocado por la Unión Tranviarios Automotor, la medida se toma ante el fracaso de las negociaciones salariales con la Federación empresarial del interior del país (Fatap), y que afecta nueve millones de pasajeros en todo el país, tiene sus repercusiones y cruces de opiniones en el ámbito local, en lo referente a la prestación de un servicio de emergencia ante los paros del sector transportista.
La medida de fuerza, que afecta a las líneas de transporte urbano y suburbano de pasajeros en el interior del país, no comprende al Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) ni tampoco a las provincias de Mendoza, Río Negro, Chaco y La Rioja, donde se alcanzaron acuerdos con empresarios locales. Esto también habla de un país desigual en la asignación de los recursos en la cual los trabajadores tienen la razón de exigir igual remuneración por igual tarea, por ejemplo el gobierno nacional por cada 1 peso por habitante del interior, son 6 pesos para los habitantes del AMBA, sin contar el transporte ferroviario, que la nación destina en materia de transporte.
Este es también un reclamo de los gobernadores y legisladores nacionales en el tratamiento del presupuesto nacional y va depender de que partidas partidas tengan disponibles las provincias, como el caso de Misiones, para intervenir con subsidios nacionales y achicar las diferencias entre el costo de la prestación del servicio y lo que paga el usuario.
Todos están de acuerdo con lo perjudicial que son los paros en cuestión, porque es un servicio necesario y se debería garantizar un servicio mínimo, como ocurre con los paros en salud pública o los del sindicato de Luz y Fuerza, que ante medidas de fuerza se garantiza un servicio mínimo sin que esto atente contra el derecho a huelga que tienen los trabajadores, que en el caso de los paros del transporte afectan a cuestiones esenciales como ser a la salud, la educación, la seguridad, la justicia y al sector de los trabajadores en general que no pueden llegar a sus trabajos, algunos pierden el presentismo, trabajadores de la salud que no pueden llegar a su trabajo, enfermos que no pueden llegar a los centros asistenciales, docentes y alumnos que no pueden llegar a las escuelas y colegios y otros que no pueden llegar a los juzgados.
La solución tiene que venir de la política, en garantizar servicios mínimos a la población, que al igual que los trabajadores no solo tienen derechos sino que también necesidades y obligaciones por cumplir. Los cortes de ruta están penados por la ley vigente, pero igualmente se realizan, porque los responsables de impartir justicia entienden que son problemas de tipo político y los tienen que resolver los gobernantes y no la justicia. En caso de los paros del transporte urbano también se supone que las soluciones deberían venir de la dirigencia política.