Finalizando su discurso en el acto de asunción, que se realizó en el Concejo Deliberante, Carlos Bernhardt señaló que no está atado a ningún partido, y que la Defensoría del Pueblo constituye básicamente una institución de persuasión, de mediación, para lograr resoluciones de conflictos entre los ciudadanos y los órganos de gobierno municipal. Estas expresiones del flamante Defensor del Pueblo motivaron que varios integrantes de Juntos por el Cambio, y en particular del radicalismo, consultaran si habían escuchado bien lo dicho por Carlitos, teniendo en cuenta que tanto dese JxC como en el radicalismo en particular lo tenían como bandera del triunfo del frente electoral y en particular del radicalismo.
Si bien algunos partidarios de JxC disimularon el malestar, otros masticaron la bronca, mientras aclaraban que el defensor del pueblo no salió de un repollo, sino que de un frente electoral; mientras que a otros dirigentes radicales les pareció acertado lo dicho, porque entienden que el cargo no tiene el carácter de político partidario. Cuestión que otros entienden que es a la inversa y que durante la campaña se dijo que la Defensoría del Pueblo debería estar en manos de la oposición y se debería haber reivindicado y haciéndolo notar, no solo en los discursos, sino particularmente en los futuros años de gestión. Siguiendo esta línea argumental de Juntos por el Cambio y el radicalismo, algunos interpretan como chicana de campaña de que el próximo intendente debería ser de un sector político diferente al del defensor del pueblo.
Junto a Bernhardt asumió como defensora adjunta Luciana Barella, como así también su equipo de trabajo, integrado por el contador Cristian Coinete Dos Santos y el abogado Iván Macko y el asesor jurídico Duilio Boher. A este último algunos le cuestionan el haber sido asesor durante del mandato del ex diputado provincial Eduardo Morales Lezica, actual jefe de asesores del gobierno provincial. Incluso Boher, trabajó durante la campaña a intendente del Frente Renovador acompañando a Lezica, y luego se desempeñó como asesor de la ex convencional para la redacción de la Carta Orgánica Municipal Lucía Glum, que ingresó por la renovación y por el grupo político de Lezica y del actual presidente del Concejo Deliberante de Oberá, Santiago Marrodán.
Si bien pasó mucho tiempo y Duilio se integró a JXC, lo cierto es que dentro de las filas del radicalismo muchos no olvidan ese antecedente. Los más exaltados reclaman que hay varios en Juntos por el Cambio y militantes del radicalismo sin trabajo, pero le siguen dando lugares a los ex renovadores, cuestionaban contrariados con la designación del nuevo Defensor del Pueblo.
Una de las preocupaciones a corto plazo para el titular de la defensoría será el presupuesto asignado para este año, dado que ahora se incorpora una defensora adjunta, Luciana Barella, que tendrá un sueldo mensual, más los honorarios de los otros dos profesionales que conforman el equipo de trabajo; más el sueldo del asesor jurídico. Y tal cual como están las cosas intuyen que Bernhardt deberá pedir una ampliación de presupuesto para mucho antes de fin de año, cuestión que en su momento los concejales de Juntos por el Cambio le votaron en contra. Además, que están en contra de todo tipo de aumentos que signifiquen una carga a los contribuyentes y al pueblo obereño. Seguramente seguirán en esa línea, comentaba pícaramente un concejal renovador.
Es el comienzo de una gestión, que a algunos dirigentes de JxC -no a todos- puede que nos les guste, porque entienden que es un espacio desde el cual se debería hacer política, para rédito del espacio que lo llevó al gobierno, porque por carta orgánica el defensor del pueblo está impedido a ser candidato, sino hasta cuatro años después de haber dejado el cargo. Y en definitiva la gente quiere que les resuelvan sus pequeños grandes problemas, y no le interesan las peleas ni los intereses personales y políticos, que solo sirven de entretenimiento barato.
La inflación y la inseguridad son los temas más que preocupan
Así lo indican las consultoras de opinión y que marcan no solo la buena o mala imagen de los gobernantes y de las gestiones de gobierno, sino también las preocupaciones y temores de la población. Salta a la vista que el problema de la inflación es una de las cuestiones que más preocupan, junto a la desocupación y a la inseguridad, que tienen relación directa con la situación económica y social; y que también tiene su correlato con el aumento de los delitos, en el consumo de drogas, alcohol y psicotrópicos; cuestión que también se vio reflejada durante la pandemia por el contexto de encierro e incertidumbre.
La inseguridad se entiende que depende principalmente de decisiones políticas, que es lo que reclama la gente: penas más duras y la visualización y comparación de la justicia como la de una puerta giratoria, generando uno de los peores sentimientos y sensaciones, como lo son el miedo y pánico, que provocan que la comunidad no se quiera involucrar aportando datos a la justicia, si al poco tiempo ven a los delincuentes caminando por las calles del barrio, mientras sigue el proceso.
En el día de ayer en Oberá, se llevaron a cabo 12 allanamientos con detenciones y secuestros de diferentes tipos de drogas, armamentos entre otras cuestiones en diferentes barrios; algunos de los detenidos con antecedentes de haber cometido delitos similares. El comentario fue contundente: por fin los metieron presos. Los vecinos ven los movimientos, la gente lo sabe, se comenta y como que nunca pasa nada; con lo que aumenta la sensación de inseguridad y de impunidad, que aumenta el temor de involucrarse y aportar datos a la justicia.
Habíamos señalado que en la asunción del intendente Pablo Hassan, en su discurso algunos sectores de la sociedad notaron que no se refirió a temas polémicos o sensibles como la inseguridad, el reclamo del Obispo Santiago Bitar, entre otras cuestiones; pero advertíamos de que no haya estado en el discurso no significa que no sean temas que no estén en agenda o preocupen, porque siempre de alguna manera u otra terminan pesando sobre la espalda de los intendentes, aunque sean temas que competen al ámbito provincial, y Hassan lo supo interpretar y asumió el compromiso de gestionar, trasladar la inquietud y preocupación de los obereños en diferentes ámbitos, como el policial, al Ministerio de Gobierno, incluso con el Superior Tribunal de Justicia y jueces para plantear la necesidad de contar con mayor infraestructura para el trabajo de prevención del delito y el esclarecimiento de los mismos, aumentar la cantidad de Juzgados de Instrucción para que las causas no se demoren en su resolución.
Cumpliendo con la norma legal de que todos los ciudadanos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario, y hasta que reciban condenas; muchas veces los tiempos judiciales son muy largos… en el caso de Marilyn Bárbaro, se tardaron 16 años en dictar una sentencia en un juicio abreviado. El crimen de Hugo Wasyluk, se tardó más de 10 años. Siempre se repite que cuando la justicia es lenta o llega tarde, no es justicia.