La víctima fue identificada como Analía Pamela Torres, de 22 años. El cadáver fue hallado en avanzado estado de descomposición. La puerta de la pieza que alquilaba estaba cerrada desde afuera con candado. El sospechoso tiene antecedentes.

Con la primera observación de la escena los investigadores concluyeron que se trató de un femicidio, ya que la puerta de la pieza del inquilinato estaba cerrada desde afuera con un candado y la víctima se hallaba vestida, tendida sobre la cama y envuelva con una frazada.

Si bien el cadáver presentaba un evidente estado de descomposición, se pudo determinar que se trataba de una mujer. Con el hallazgo de sus documentos la víctima fue identificada como Analía Pamela Torres (22).

Los pesquisas tampoco tardaron demasiado en dar con el principal sospechoso, ya que varios testigos afirmaron que la joven asesinada convivía con Alejandro M. de B. (21).

Incluso, mencionaron que hacía apenas una semana que residían en el inquilinato de calle Concordia 987 y era los residentes más nuevos de las seis habitaciones del predio.

Al cierre de esta edición, personal de varias dependencias de la Unidad Regional II de Oberá realizaban un amplio operativo para tratar de dar con el presunto autor del femicidio.

Fuentes del caso confirmaron que la búsqueda se enfocó en la zona Puerto Rosario, municipio de Florentino Ameghino, de donde es oriundo el sospechoso y residen varios de sus familiares.

También reconocieron la posibilidad de que el ex concubino de Torres haya cruzado a Brasil a través del río Uruguay, cauce costero de Florentino Ameghino con innumerables pasos clandestinos.

Según los vecinos, Alejandro M. de B. fue visto por última vez la noche del miércoles, lo que coincide con la data de muerte de la víctima, cuyo deceso se produjo entre tres y cuatro días previos al hallazgo, tal como determinó el primer informe médico.

Este dato le daría al sospechoso un importante margen de tiempo para darse a la fuga.


Posible asfixia

El atroz hecho salió a la luz ayer, luego de que a las 11.45 un llamado anónimo alertó al 911 que de una pieza del inquilinato de calle Concordia 987 emanaban olores nauseabundos, presumiblemente de un cuerpo humano en descomposición.

Una comisión policial arribó al lugar y constató que la habitación en cuestión estaba cerrada desde afuera con un candado. Los vecinos informaron que los moradores de la misma eran Analía Torres y su concubino, conocido como Alex “Ferrau” o Alex M., el cual terminó siendo su verdadero apellido.

Tras la autorizaron del juzgado interviniente, los uniformados forzaron el candado e ingresaron al cuarto, donde de inmediato notaron un cuerpo de sexo femenino en avanzado estado de descomposición envuelto en una frazada. El cadáver estaba vestido.

El médico policial examinó a la víctima y diagnosticó: “Se observa un cuerpo sin vida en decúbito dorsal con brazos abiertos y elevados, con el rostro en estado de putrefacción (negro) con moscas en cavidad bucal. Livideces en toda la región lumbar del cuerpo. No se puede ver lesiones externas por el estado por el estado de licuefacción en el que se encuentran. Aproximadamente 3-4 días de muerte”.

Asimismo, solicitó que se realice la correspondiente autopsia en la Morgue Judicial de Posadas.

Ante la consulta de El Territorio, un investigador indicó que “por la descomposición del cuerpo no se vio a simple vista qué tipo de lesiones tenía, pero hay indicios de que fue asfixiada”.

En la pieza no había desorden y se hallaron dos vasos y una botella de cerveza que serán analizados en busca de huellas. Interviene el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá.

 

Sospechoso con antecedentes

La víctima tenía una hija que está siendo criada por la abuela materna. En tanto, el sospechoso es oriundo de Puerto Rosario, no tenía trabajo fijo y posee antecedentes delictivos.

En tal sentido, meses atrás estuvo detenido en la Comisaría de Florentino Ameghino por un robo calificado, precisó una fuente del caso.

Por otra parte, un vecino del inquilinato mencionó que la pareja fue vista por última vez el miércoles. Ambos estaban sentados, charlando en el patio interior del predio.

“Ayer (por el viernes) hizo una semana que se mudaron acá. Eran los más nuevos. El miércoles les vimos y todo parecía normal. Esa noche no se escucharon ruidos raros, nada. Por eso después, como estaba todo cerrado, pensamos que viajaron. Lo único raro fue que ella dejó la ropa colgada afuera”, detalló.

Y agregó: “Después empezó a salir olor de la pieza, pero pensamos que era algo que dejó en la heladera, y como hubo varios cortes de luz por ahí se quemó y alguna carne se descompuso. Pero hoy (por ayer) el olor ya era insoportable y avisamos a la Policía”.

Con este aporte, todo hace presumir que el femicidio fue perpetrado entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves.

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Daniel Villamea
Por Daniel Villamea
interior@elterritorio.com.ar
Territoriodigital

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