La Policía de Seguridad Aeroportuaria encabezó los operativos en casas, complejos y empresas de la zona centro. / Foto: Gentileza

Según adelantaron fuentes que intervienen en el hecho se incautaron varios vehículos, cargamentos de soja y mucho dinero en efectivo.

Seis personas fueron detenidas hoy en distintas partes de Misiones, señaladas por una investigación que reconstruyó la ruta de la soja y maíz hasta Brasil. Entre los aprehendidos se encuentra el jefe de Gendarmería en Oberá, un subalterno, un empleado del Ministerio de Hacienda de Misiones y empresarios de alto perfil de la zona centro de la provincia.

Según pudo saber El Territorio en base a fuentes ligadas a la pesquisa, la investigación – que incluyó seguimiento encubierto y escuchas telefónicas – estuvo a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, coordinados por el Juzgado Federal de Oberá, que dirige Alejandro Marcos Gallandat Luzuriaga.

Los procedimientos de hoy se desplegaron en El Soberbio, Oberá, Panambí, Florentino Ameghino y San Javier y contaron con la colaboración de la Dirección General de Aduanas. Al respecto, se supo que unos de los delitos donde los pesquisas particularmente pusieron la lupa fue el lavado de activos.

Según adelantaron fuentes que intervienen en el hecho se incautaron varios vehículos, cargamentos de soja y mucho dinero en efectivo.

Uno de los empresarios sospechosos es cordobés y montó el año pasado un impresionante complejo turístico en Florentino Ameghino. Esta persona sería la encargada de la confección de los papeles, mediante artilugios y artimañas, para que los camiones con maíz y soja circulen sin impedimentos.

Justamente sobre la circulación también estaban abocados, según reconstruyó hasta el momento la pesquisa, los efectivos de Gendarmería Nacional. Se dijo que el jefe del Escuadrón de Oberá tiene estrechos vínculos con el empresario cordobés, al punto que su hijo trabaja en el complejo.

Como uno de los actores principales de la logística aparece el dueño de una concesionaria de autos en Oberá. Hablaba y negociaba con camioneros y también sería el encargado de gestionar y abonar las coimas con funcionarios públicos de rentas y fuerzas de seguridad.

También figura entre los sospechosos el propietario de una estación de servicios en El Soberbio, quien además tiene varios galpones. Lo que se sospecha es que a sus propiedades llegaban los camiones cargados, principalmente con soja, para hacer el transbordo a vehículos más pequeños que terminaban en la costa del río.

Dos transportistas dueños de camiones oriundos de El Soberbio figuran también entre los implicados y están ahora a disposición de la Justicia Federal.

Los voceros señalaron que entre los detenidos también hay un empleado del Ministerio de Hacienda, Finanzas, Obras y Servicios Públicos de la provincia. Esta persona, se detalló, además es “cambista” y se comunicaba con integrantes de la organización y transportistas para el cambio de divisas generados en esta actividad ilegal.

El camino de la soja

Cómo reconstruyó oportunamente este medio, los camiones con granos ingresan diariamente y de a decenas a la provincia a través de ambos pasos interprovinciales, conocidos como “El Arco” y Paraje Centinela.

Una vez en suelo misionero se dirigen casi siempre por ruta nacional 14 hacia El Soberbio, hoy la meca de este negocio ilegal. La estructura allí es gigante y está más que aceitada. Los millones se reparten entre las personas que mueven la mercadería entre vehículos y a embarcaciones.

Se trata de un negocio multimillonario. A diario, jóvenes y no tanto, abandonan el casco urbano y se dirigen al río, donde hacen esta labor. Cobran por día y en efectivo. Allí no hay crisis, sino abundancia. 5.000 razones para dejar el cuerpo en puertos improvisados, lidiando con la tierra roja que se hace barro con el trajín y las incomodidades del monte.

Quienes conocen del negocio señalan que generalmente la mercadería llega a granel y se guardan en depósitos donde son preparados con embolsadoras, máquinas de coser y tolvas, aunque a veces el producto ya viene envasado. Estos galpones están cerca del río y desde ahí el producto es trasladado a vehículos de menor porte, que son los encargados de llevarlos por caminos de tierra de difícil tránsito hasta la vera del Uruguay.

En el primer semestre del año se hicieron en Argentina 171 procedimientos de incautación de granos destinados al comercio ilegal, según los datos que el Ministerio de Seguridad de la Nación brindó a El Territorio. La soja representa más de un 72%, por un total de casi cuatro millones de toneladas (3.966.418 kilogramos). Le sigue el maíz, con 1.072.312 kilogramos (19,66%).

El principal beneficio de los sojeros es la evasión de impuestos. La exportación de la soja tiene retenciones de un 33% y se cobra a dólar oficial, mientras que la cotización que rige en la frontera es el blue. El valor de las cargas puestas en Brasil se multiplica. Incluso, pagando las multas de casi un millón de pesos que cobra Rentas Misiones cuando detecta irregularidades, la ganancia sigue siendo mucha.

La mercadería llega, en mayor o menor medida, desde Santiago del Estero, Santa Fe, Chaco, Salta, Buenos Aires, Entre Ríos o Córdoba. En un equipo pueden llegar a cargarse 30.000 kilogramos, pero los dueños de la carga y los choferes llevan a los camiones al límite y ponen, “a upa”, como dicen, entre 10 y 20 toneladas más. Eso genera, no solo un desgaste mucho mayor a la máquina, sino también una destrucción más acelerada de las rutas en Misiones.

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Carlos Manuel  Cardozo
Por Carlos Manuel Cardozo
cardozocarlosm@gmail.com
Territoriodigital

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