Hoy despedimos a quien fuera la pluma que incansablemente garabateó en estas líneas, con su agudeza de espíritu, con su humor mordaz, con su profunda sapiencia.
Fundador de Pregón, periodista, historiador, escritor pero por sobre todas las cosas una gran persona, hombre de bien, querido y admirado por todos, generoso y gentil.
Todos los que seguimos incansablemente con alegría, curiosidad y entusiasmo las letras que aquí transitaron, tenemos hoy un pequeño huequito, como un espacio vacío.
Pero no dejemos que nos embargue la tristeza. Parafraseando sus propias palabras y con el profundo optimismo que lo caracterizaba supo decir en la editorial del 9/4/21 con referencia a la pandemia: «…desde chico aprendí que a la vida hay que saber lidiarla, entonces, busquémosle la vuelta…»»… Esta vida de hoy no es fácil, pero si estamos de buen humor ¡vaya que merece ser vivida!»¡Y vaya si supo vivirla!
Nos quedará el recuerdo de quien supo ver nuestra ciudad y a nuestros ciudadanos con respeto y cariño, pero por sobre todas las cosas con esperanza y confianza en que cada día tenemos la oportunidad de ser un poquito mejores.
Durante 55 años de entrega y dedicación nos mantuvo informados, pero no solo eso, también supo dejarnos esa pulguita cuestionadora detrás de la oreja; y el eterno consejo de que no nos olvidemos de ser siempre protagonistas de nuestra historia y de la historia de nuestros pueblos.