Las quejas de quienes debieron pasar, no solo por el dolor de perder a un ser querido, sino también el mal momento de no poder enterrarlos en su ciudad, desataron las críticas y los pedidos de informes al intendente Fernández.
Nuevamente el Ejecutivo municipal de Oberá quedó en el foco de las críticas de los vecinos, al conocerse la queja de muchos obereños por no poder inhumar a los fallecidos por COVID-19 en el cementerio La Piedad de Oberá, ya que allí solo permiten la cremación.
Por ello, según Matías Frick, director de Asuntos Jurídicos de la Municipalidad “hay un protocolo de la OMS que recomienda la no inhumación de personas que fallecen por COVID, con los casos que se han dado, tuvimos una reunión con el comité de crisis y a través de un informe del área de infectología, que consultamos, se resolvió volver al proceso que teníamos en marzo del año pasado”.
Aunque, aclaró que “el personal deberá utilizar un traje específico para ello y una vez que recibamos el equipamiento creo que ya se podrá hacer, atendiendo las consultas de mucha gente”.
El funcionario también indicó, que “hasta ahora, solo se permitía la cremación. Si el familiar del fallecido no tenía dinero, nos hacíamos cargo del costo, pero se podrá optar ahora por cremación o inhumación, siguiendo siempre el protocolo vigente para los casos”.
Aclaró que “esperamos igual el informe técnico de Salud Pública para saber cómo se implementará. Tratamos de resolver lo que sabemos genera mucho dolor en un momento muy difícil para muchas familias”.
El planteo surgió ante la crítica de los familiares por no poder inhumar a sus seres queridos en el cementerio local. Es decir, no solo deben enfrentar el dolor de perder a un ser querido de esta forma, que implica el no haber tenido contacto, no haber podido acompañarlos ni verlos antes de su partida, sino también debieron enfrentar, a la hora de darle un reposo final, la negativa a la opción de inhumarlos en tierra santa de su localidad, donde muchos nacieron y vivieron toda su vida.
La única opción que permitía el municipio es la cremación, y es ahí donde los deudos que, por cuestiones de decisión familiar, religiosas o simplemente por cuestiones económicas (los costos de la cremación son elevados), vieron negado su derecho a darle el descanso final a su familiar en la Capital del Monte y debieron acudir a municipios vecinos como Guaraní, Los Helechos e incluso Aristóbulo del Valle para inhumar a los fallecidos.
Mientras tanto, la defensora del Pueblo, Patricia Nittmann indicó que tras conocer la situación “nos pusimos a estudiar, con la asesora legal, la normativa y no encontramos una Ordenanza que determine que los fallecidos por COVID no puedan ser inhumados en el cementerio local, hicimos consultas y viendo a nivel nacional las recomendaciones que toman de la Organización Mundial de la Salud (OMS) donde recomiendan la cremación, pero no es obligatorio“.
“Por esto le solicitamos al intendente que nos aclare en qué normativa y con qué fundamentos se está prohibiendo a los obereños inhumar a sus familiares. Estamos esperando la respuesta por parte del municipio”, dijo.
Asimismo, la edil de Juntos por Cambio, Mara Frontini, explicó que “nosotros presentamos hoy (por ayer) un pedido de informe al Ejecutivo para que nos explique por qué no se permite a los familiares de fallecidos por COVID la inhumación”.
“La Ordenanza 2921 que se aprobó en el Concejo Deliberante en diciembre pasado, está el marco regulatorio del cementerio La Piedad. Allí establece un protocolo y una categorización internacional de enfermedades en la cual el COVID-19 se encuentra en la categoría 2 o amarillo y está establecido en un cuadro donde dice que la cremación en el caso de fallecidos por COVID-19 es recomendable, pero no mandatoria, por eso hacemos un pedido de informe de por qué no se cumple con esa Ordenanza”, indicó.
Diario Primera Edición