El 17 de agosto de 1940- día del Libertador General San Martín- se inauguró el Mástil (Sarmiento y Santa Fe), «costeado por suscripción pública», con la presencia de las autoridades del Territorio y el Batallón 9 de Infantería. (1)
«La calle Sarmiento se encontraba engalanada con banderas nacionales y atestada de público, ofreciendo un hermoso espectáculo que llenó de emoción, cuando nuestros soldados  entraban a la población, haciendo oír las marchas militares ejecutadas por la Banda del Regimiento. El pueblo los saludó con prolongadas ovaciones y ellos retribuyendo ese sencillo homenaje recorriendo todas nuestras calles recibieron el caluroso saludo del pueblo que arrojaba  flores al paso de los soldados»
En el acto,  el primero de estas proporciones en el pujante pueblo, «se vio una escuadrilla de aviones caza del Ejército sobrevolando el Mástil en perfecta formación. Luego fueron perdiendo altura para cruzar en el lugar de la concentración a escasos metros. Fue un instante de verdadera e intensa emoción que electrizó al público que contemplaba la hermosa Bandera de Belgrano, inmaculada y generosa como él la creara».
La oratoria estuvo a cargo del presidente de la comisión Pro-Mástil Juan Areco, del presidente de la Comisión de Fomento Eligio Aquino, del representante de la Asociación del Magisterio, Erasmo Gómez y del representante de la Junta de Estudios Históricos de Misiones, Julio César Sánchez, institución que donó la placa con la efigie del Gral. San Martín que fuera descubierta por el Gobernador del territorio Cirilo Romaña. Fuente: Periódico “Oberá” año 1940.

El mástil histórico
Desde su fundación (17/8/40) el mástil emplazado en la Avenida Sarmiento mantuvo orgullosamente enarbolada la bandera para presidir todas las festividades. La erección del mástil fue obra de los vecinos más caracterizados de la época.
Cuando se colocó la piedra fundamental se introdujo un acta y varios objetos destinados a perdurar allí, y luego se levantaron los cimientos, que contienen treinta metros cúbicos de piedra y portland. En uno de los discursos alguien dijo: «Este mástil será un lazo eterno que unirá estrechamente con la patria de Belgrano a toda esa falange de luchadores que alberga este suelo». La comisión que auspició su erección puso una placa que decía: «Bandera azul y blanca: presidirá siempre la marcha de tu pueblo…»
Un domingo a la tarde, mientras flameaba despreocupada la bandera, otro caracterizado vecino, famoso porque afirmaba que tenía poderes proféticos, venía manejando su automóvil 1930 y se le ocurrió doblar en la esquina de Sarmiento y de Santa Fe. Era tan distraído que fue a pegar con su nariz contra el monumento. Cuando pudo reponerse, don Carlos con gesto ampuloso y solemne se dirigió a la multitud de curiosos que ese accidente había congregado, diciéndoles: -¡Vean un poco lo que han colocado aquí! Algún día vendrán gentes que saquen esta porquería del medio de la calle!-.
Pasaron muchos años hasta que en 1966 el gobierno municipal, en su plan de embellecimiento de la ciudad, ordenó desplazar el mástil del lugar. En el fondo quedaron el acta, una moneda, dos ejemplares de los periódicos de la fecha y los anhelos de los primeros pobladores.

De entre mis recuerdos obereños…
*1940- 41- Si bien la euforia de las rifas con premios fabulosos es cosa corriente, en los tiempos históricos regionales eso parecía algo fantasioso. Sin embargo si los datos son exactos, aquí en Oberá la primera rifa con un premio importante fue la realizada en el año 1940 o 41, oportunidad en la cual se vendieron boletos de una rifa «Pro-Hospital» en la que el premio mayor era un automóvil Ford 1940. El poseedor del número premiado y por ende ganador del premio fue el vecino Henry Kleiven.
*1940-41-El campo de aviación, así se llamaba en los primeros tiempos obereños a la pista de aterrizaje, se levantaba en las inmediaciones del actual campo deportivo del Club Atlético Oberá, lindando con lo que es hoy la avenida Libertad.
*1940-41-Una conmoción alteró al pacífico pueblo de entonces allá por los finales de la década del 40. Un novel piloto, el caracterizado vecino Odd Bothner, había caído con su máquina. Corridas, sustos y finalmente el bueno de Bothner no se había hecho más que unos rasguños. La pregunta inevitable: ¿Qué pasó?, y la respuesta: Me faltó viento
*1948-Un Colegio Nacional, meta lograda en Oberá en 1948, era un paso vital para el joven pueblo. El primer rector, extraordinario docente don Víctor Aurelio Pardo, era de esos correntinos que por su don de gentes se puede decir que se las saben todas.
Sentado frente a su escritorio en el despacho del Rector quien aparentemente estaba compenetrado leyendo atentamente unos documentos al parecer. Llegó el preceptor y le pidió una audiencia. La respuesta no llegó, insistió… y nada. Finalmente decidió acercarse al rector y entonces sí escuchó los ronquidos.
* 1949- Otra del Nacional. El destacado pintor y escultor Abelardo Ferreyra hizo su trayectoria secundaria en el Colegio Nacional obereño. Se dice que los artistas tienen particularidades.
Un día se lo buscaba al alumno Abelardo por todas partes. ¿Dónde podía estar?.  Y allí estaba, estirado tan largo era sobre el techo de tejas del edificio de los baños, tomando pacíficamente el sol
*1948-Una más del Nacional: Corría el año de fundación del Colegio que debía aceptar alumnos (mayorcitos ellos por no haber contado con colegios secundarios por años”. Uno de estos recibió amonestaciones por su comportamiento. Lo solucionó bien  “ y… le dije a mi padre… Felicitaciones viejo!!! Y firmó contento.
Próximo viernes: Criollos en Oberá- De Bonpland a Yerbal Viejo *Al hablar de los suecos!!!

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Categorías: Columnas de Opinión
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