Ha comenzado marzo y con él el fin de nuestras vacaciones, si bien pandémicas, vacaciones al fin.
¿Que qué trae marzo? Algo así como un llamado imperioso a que nos dejemos de mimar y apuntemos serios y disciplinados nuestros esfuerzos y pensamientos a perfeccionar nuestro trabajo a la par que, como un ayuda memoria, para algunos hasta detestable, no olvidar de componer todo aquello que, con la liviandad y el calor de enero y febrero han corrido suertes diversas que debemos entrar a reparar.
Pero no nos ofusquemos por la nada que meses más, meses menos ya estaremos eufóricos desparramando alegrías que nos proveerá la vida, esa artífice que tiene la particularidad de hacernos creer “que yo lo hice…” sonriéndonos  pícaramente hasta que decida decir “hasta aquí llegó mi amor”
Y en este maremágnum de ideas que nos comienzan a surgir se destaca una con fuerza y bríos como para soportar el ajetreo de las letras y trae consigo a más de la idea,  la fecha: 8 de marzo: Día Internacional de la Mujer.
No será la primera vez que nos ocupamos de este tema, lo hicimos en alguna otra oportunidad pero…¡vayamos al grano!
En tiempos en que los femicidios desgraciadamente aparecen como moneda casi corriente, nos parece inconcebible que el odio pueda llegar a suprimir barreras que impone el don de gentes y nos llega a parecer como aterrador que ese odio se transforme en venganza y corte una vida que, en muchos casos está en pleno florecimiento.
Pero si se grafica la historia del mundo podríamos ver que ese desparramo de vida era común en tribus antiguas por lo que solo nos queda esperar que en esta nueva etapa en que la mujer está junto
al hombre en todas las actividades, aún en las que creíamos “muy de machos” esta secuela impertinentemente malvada vaya retrotrayéndose hacia el olvido.
Entendemos que en este día internacional de la mujer este deseo debe privar sobre todo otro y que para quienes conocemos los desvelos femeninos para cumplir su misión en todo los rubros que encara esta será sin dudas el fuerte de nuestro teclear de hoy ante la fecha recordatorio. ¡Feliz día mujeres en este 8 de marzo!

Rinconcito histórico (1819)
De San Martín a Estanislao López
Desde Mendoza, el general José de San Martín se dirigió por carta al general Estanislao López, diciéndole: El que escribe a usted no tiene más interés que la felicidad de la Patria. La Comisión Mediadora de Chile que remitirá a usted ésta, se compone de americanos honrados y virtuosos. Su objetivo, a nombre de su gobierno no es otro que el de la libertad e independencia de nuestro país. Yo respondo a usted, bajo mi palabra que esos son sus sentimientos. Unámonos, paisano mío, para batir a los maturrangos que nos amenazan; divididos seremos esclavos; unidos, estoy seguro que los batiremos: hagamos un esfuerzo de patriotismo depongamos resentimientos particulares y concluyamos nuestra obra con honor; la sangre americana que se vierte es muy preciosa y debiera emplearse contra enemigos que quieren subyugarnos; unámonos, repito, paisano mío; el verdadero patriotismo, en mi opinión, consiste en hacer sacrificios. Hágalos y la Patria sin duda alguna es libre. De lo contrario seremos amarrados al carro de la esclavitud. Mi sable jamás saldrá de la vaina por opiniones políticas! Usted es un patriota y yo espero que haga en beneficio de nuestra independencia todo género de sacrificios que usted tenga que reclamar y que estoy seguro aceleran los diputados mediadores. Me he tomado la libertad de escribirle como un ciudadano interesado en escribirle para el bien general de nuestra causa. Si usted me cree un hombre honrado, yo creo que encontraré en usted que se interese por mis deseos. En fin, paisano transemos nuestras diferencias. Unámonos para batir a los maturrangos que nos amenazan, y después nos queda tiempo para concluir de cualquier modo nuestros disgustos en los términos que hallemos por convenientes sin que haya un tercero en discordia que nos esclavice…”

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Categorías: Columnas de Opinión
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