Agenda cultural
Un autor interpelante: Eduardo Javier Jourdan Markiewicz, que desde el título del libro nos plantea una disyuntiva: “ ¿JUSTICIA? Ni en la tierra, ni en el cielo.”. No sabemos si él solo lo plantea o ya lo tiene resuelto de antemano. Tampoco nosotros nos animamos a hacerlo. El desarrollo de su “tesis” tiene como base una importante trayectoria personal cultural, como Máster en Derechos Human y Máster en Prácticas y Políticas de la Educación (Univ. Internacional de Andalucía) Magister en Magistratura y Derecho Judicial (Univ. Austral Argentina), y otras muy importantes. Estas especialidades le permiten acercarnos y repasar con gran versatilidad hechos y situaciones de justicia e injusticia (terrenales al fin ) que también hemos conocido y estudiado.
De la Justicia Celestial no aventuramos opinión, ya que no sabemos cómo funciona, a pesar de que el autor nos muestra ejemplos como el Diluvio donde cree que fue un castigo excesivo al permitir que se ahogaran todos los seres vivos que no pudieron subir al Arca. ( En verdad uno siempre pensó en los que se salvaron y no en los que se perdieron). De la Justicia Terrenal repasa casos flagrantes de injusticias ocurridos desde que el hombre aparece en la tierra que nos dejan un sabor amargo y por supuesto nos ponen en estado de “duda razonable”. El caso de Juana de Arco, que sufrió un cruel castigo, o el de Galileo Galilei , que tuvo que desdecirse para salvarse. Desde el episodio trágico de Abel y Caín, la justicia terrenal está en manos de jueces o jurados, demasiado humanos en sus juicios. También nos recuerda la crueldad de la Conquista Española o “descubrimiento “ de América. Repasa el pensamiento de algunos autores que hemos leído desde nuestro paso por la escuela , cuando alude a Don Quijote y su pensamiento sobre la justicia de la época , y a Martín Fierro que describe una realidad desoladora e injusta. Desde el punto de vista político, a grandes hombres como Tomás Jefferson que tenía en propiedad unos 600 esclavos… El autor se va planteando muchas preguntas como para poner en tela de juicio la justicia. Se pregunta “¿Por qué hay maldad y sufrimiento en el mundo? “Cómo la divinidad permite que ocurra?”. Se dice que el mal debe existir para que el hombre sepa distinguirlo del bien. Recuerda que para Albert Camus el cristianismo es una doctrina de la injusticia porque se basa en el sacrificio de la inocencia y en la aceptación de este sacrificio. Por su parte Rousseau se refiere a la injusticia social como creada por la vanidad humana, donde un sector reducido , poderoso e influyente, trasmite el poder a sus generaciones. El autor trae muchos ejemplos de injusticias, divinas y terrenales, en una exposición muy atractiva que pone en tela de juicio también nuestro pensamiento común. Y si pretendemos calificar su postura sobre la JUSTICIA desde este libro, creo que es como dice su título… “Ni en la tierra ni en el cielo”.