La angustia que genera la incertidumbre es cada vez mayor, el tema económico es el que más preocupa a las familias en el corto, mediano y largo plazo. Los sueldos que no alcanzan y los precios que siguen aumentando, entre tanto se sigue observando cómo el sector financiero y el capital hace su gran diferencia económica, mientras se advierte que el país entrará en un periodo de recesión, lo que implica perdida de trabajo y aumento de la desocupación.
   En tanto se sigue repitiendo que es necesario crear las condiciones y asegurar la rentabilidad al sector capitalista pues ello generaría más empleo y eso no ocurre. Entonces se dice que para generar empleo es necesaria la reforma laboral, es decir flexibilizar las leyes a favor del capital y en contra del trabajador. Y esta historia, ya vivida y repetida es la conforma y convence, en algunos casos por temor y la incertidumbre. Y se concluye convencido que es mejor tener poco que no tener nada.
   Tenemos un gobierno que proyecta una inflación anual de 15 por ciento y pide que los sueldos se ajusten a ese porcentaje de aumento, y a mitad de año se llega casi a esa proyección inflacionaria inicial y se proyecta por encima del 30 por ciento para fin de año.
   Tenemos un gobierno que sigue buscando excusas en el gobierno anterior sus desaciertos económicos. Cuando no sospechar que lo que esté ocurriendo en materia económica, está pensado y planificado. ¿Quiénes ganan y quienes pierden en las corridas cambiarias ?. ¿Quiénes se benefician con las altas tasas de intereses, y lo que se pagan por renovar los bonos de la LEBAC?
   Tenemos un presidente que simula una conferencia de prensa, preparado por coaching políticos, y sin posibilidades de repreguntar y no contesta nada, no da ninguna definición. Fue una conferencia para aparentar tener dominada la “tormenta”.
   Al presidente Mauricio Macri Le preguntaron por la crisis financiera y respondió que vamos a tener unos meses en los que hay que madurar, pero que supieron levantar las velas para mantener el rumbo. Le preguntaron si tiene pensada alguna medida concreta para bajar la inflación y respondió que están abocados a ponerle un límite.
   Le preguntaron cuánto piensa que deberían aumentar las tarifas a fin de año, para que no vuelvan a impactar en el salario ya deteriorado de los trabajadores, y respondió que eso debieran contestarlo desde “Economía y Finanzas”. Cuando estuvo en Misiones y le preguntaron por la reglamentación del artículo 10 de la ley PyMES, dijo que desconocía de qué se trataba.
   Y todo esto no es casual, ya en la campaña presidencial ocurrió lo mismo, lo recomendable era no decir mucho y adornar el discurso con frases, como el mismo nombre de la alianza hoy gobernante de Cambiemos. Lo que si hicieron fue la denegar todo lo que en definitiva terminaron haciendo, devaluando, aumentando las tarifas. Manteniendo un déficit fiscal alto, endeudando en millonarias sumas al estado y cayendo en manos del Fondo Monetario Internacional.
   Ahora cabe preguntarnos ¿de la tormenta pasaremos a un huracán? Macri, contestaría seguramente que habría que preguntarle al servicio meteorológico nacional.
El arte de lo posible
   Se suele decir generalmente que en las crisis se ve la cintura que tienen los políticos para gobernar y que la política es el arte de lo imposible. Frases que siempre se acomodan según cada situación y se les echa una mano.
   Dentro de las manifestaciones sociales la más reciente frente al municipio, los reclamos apuntaban por la situación social entre los pedidos figuraba el de ampliar los merenderos en los barrios porque cada vez hay más chicos que concurren para alimentarse. Es una realidad que seguramente desconocen aquellos que intentan desacreditar la situación de crisis que se vive, señalando la cantidad de argentinos que se fueron al mundial de Rusia o la cantidad de turistas en Bariloche y en Iguazú.
   La contracara de la riqueza siempre es la pobreza y viceversa. El tema pasa por las acciones que se hacen o se deben hacer desde los ámbitos gubernamentales para atender y paliar en parte la demanda de asistencia social que va en aumento mes a mes.
   En la búsqueda de paliar la crisis el gobierno provincial impulsó diferentes medidas entre ellas el ahora Misiones, con planes de pago hasta en 12 cuotas sin intereses, sumando a esta medida el ahora pan y el gas. Buscando de alguna manera que los sectores asalariados y de menos recursos puedan hacer frente a la difícil situación económica.
   Ya antes habían decidido reducciones en el costo de la energía eléctrico a favor de los consumidores de menos de 300 Kw.
   Otra de las cuestiones que se presentaron en la semana fue la presentación del presupuesto provincial, reiterándose que  la provincia de Misiones es la primera en hacerlo en todo el país. Para ello es indefectiblemente tener las cuentas ordenadas y no una  provincia endeudada. En el detalle seguramente se podrán observar las prioridades que tendrá la administración de Passalacqua para el próximo año, que será su último año de mandato.
   Mientras dure la “tormenta”, que esperemos que pase rápido y no llegue a transformarse en huracán, es indispensable la previsibilidad y accionar  de los gobernantes para brindar la contención social necesaria y así evitar los desbordes que nos traen tristes recuerdos.
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Categorías: Columnas de Opinión
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