La sensación que se vive es diferente a los índices que da el actual INDEC, los precios en las góndolas de los supermercados es fácil de deducir que crecieron en el último mes mucho más que el porcentaje inflacionario dado a conocer por el gobierno, que para el mes de octubre fue del 1,5 por ciento y la acumulada anual del 19,4 por ciento, y en verdad a la gente le cuesta mucho más llegar a fin de mes, mas allá de los recortes en los consumos mensuales de la canasta básica de alimentos y el costo de los servicios básicos.
La sensación es que la clase media, con cada mes que pasa, le cuesta hacer frente a los costos fijos mensuales. Uno de los indicadores es la cantidad de préstamos bancarios a los que muchos empleados están recurriendo para poder financiar sus gastos mensuales, mientras los niveles de incertidumbre aumentan por las reformas impositivas y principalmente laborales.
Desde los gobiernos provinciales y municipales aumenta la preocupación por lo social, al caer los ingresos, lo primero que hace la gente en general es dejar de pagar impuestos y tasas municipales, porque las prioridades pasan a ser otras, y ante las carencias, el estado se debe hacer cargo de una mayor demanda social y con ingresos disminuidos la situación se torna compleja y conflictiva.
Mas allá de algunos indicadores económicos positivos que da a conocer el gobierno nacional, la realidad diaria demuestra que la reactivación económica no se siente, salvo en algunos casos, como es el de la construcción, donde se puede observar una leve recuperación luego de una fuerte caída en la actividad.
En un relevamiento comercial, la mayoría de los comercios al hablar de las caídas en las ventas, ninguno da cuenta de alguna mínima recuperación en las mismas. Esto se da principalmente en las casas de ventas de ropas, zapatos, electrodomésticos, supermercados y despensas barriales. Sí se registraron aumentos en la venta de automóviles 0 kilómetros y usados.
Al escuchar los anuncios de ajustes económicos es lógico que la gente sepa de qué se trata, en particular cuando se habla que se recortarán unos 100 mil millones a los ingresos de los jubilados, que es dinero que saldrá de circulación. Lo mismo ocurre con la forma en que el gobierno pretende ajustar los pagos del salario universal, que son dineros que van directamente al consumo y no al ahorro.
A todo esto, el panorama para el sector tealero, yerbatero y tabacalero, sigue siendo malo para el sector de la producción primaria misionera, es bien sabido y siempre se escucha decir al sector comercial: «cuando la colonia anda bien, se nota y todos estamos bien.»
Seguramente la inflación será menor el próximo año, pero ¿a costa de quien y cuáles serán las consecuencias?

Acuerdo fiscal por la gobernabilidad
El gobierno nacional logró firmar con los gobernadores un nuevo acuerdo fiscal. El gobernador misionero Hugo Passalacqua fue uno de los que adhirió a este acuerdo, al que lo calificó como «histórico» y llevado adelante en una «atmósfera de diálogo y consenso que supera al propio acuerdo», teniendo en cuenta siempre los ideales de oposición constructiva que caracteriza a Misiones ante el Gobierno nacional.
«Queremos que la Argentina nos vea trabajar juntos. Queda mucho por recorrer sobre otros acuerdos más bilaterales, porque ahora se abre un camino de consensos para trabajar por años, apostando siempre al diálogo», remarcó Passalacqua tras finalizar la conferencia de prensa donde participó junto al jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Según el ministro de Hacienda de la Provincia, Adolfo Safrán, quien también estuvo presente durante el encuentro, el Pacto Fiscal acordado busca, principalmente, desistir de los juicios entre la Nación y las provincias (son 56 juicios en total) de modo que las cuestiones referidas a la distribución de los recursos se resuelvan tras un acuerdo político y no por un fallo de la Corte. También, se compromete a la Anses a financiar con celeridad las cajas jubilatorias provinciales. El consenso, además de apoyar el proyecto de Ley de responsabilidad fiscal, reducirá gradualmente la presión tributaria nacional con el compromiso de apoyar la reforma tributaria presentada, y acordar una disminución gradual de impuestos provinciales. Sin embargo, cabe aclarar que la compensación de la Nación por el desistimiento de los juicios, no contempla la caída de recursos por reducción de Ingresos Brutos, por ende, el gobernador Passalacqua aclaró que con esta baja, los privados se convierten en protagonistas de dar empleo y mejoramiento de la calidad de vida de nuestra gente, al tiempo que recalcó que «habrá que ser más austeros e inteligentes en el gasto.
Las provincias asumen el compromiso de reducir impuestos distorsivos (ingresos brutos y sellos) por el 1.5% del PBI en los próximos 5 años.

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