Con las expectativas puestas en los porcentajes de votos que cada frente electoral y partidario obtendrá en estas elecciones primarias, indicaran en forma genuina una proyección con vistas a las elecciones del 22 de octubre de este año.
Los candidatos en los últimos días de campaña trabajaron en tratar de captar los votos de los indecisos y reafirmar los votos que potencialmente tienen asegurados.
La campaña en el orden provincial fue tranquila, los candidatos del Frente Renovador se mostraron en terreno y marcando la cercanía con la gente, pero también usando las redes sociales y los medios de comunicación como predominantemente lo hacen los candidatos de Cambiemos y de otros frentes electorales y partidarios.
Este primer capítulo electoral y el de octubre de manera definitoria, son un examen de gestión para los gobernantes, para aprobar o desaprobar la gestión de gobierno, teniendo en cuenta si cumplieron con las promesas de campaña o no. En mayor medida es un examen para el gobierno nacional, porque la elección se centra en precandidatos a senadores y legisladores nacionales, que si bien están definidos, de igual manera definen en votos la ubicación electoral rumbo al 22 de octubre.
El actual gobierno nacional en la campaña presidencial había generado un sinnúmero de expectativas que no se cumplieron, como la disminución de la inflación para este año, el mismo gobierno reconoce que no podrá cumplir la meta del 17 por ciento anual y que promediará por arriba del 22 por ciento anual, afectando al sector asalariado que ve caer sus ingresos mes a mes. Sumado a ello el aumento en la desocupación y la falta de generación de empleo.
Si bien desde el gobierno nacional se insiste con que se ampliaron los beneficios y derechos para los sectores más carenciados, como síntoma preocupante se observa que se están abriendo más comedores y merenderos en los barrios marginales, mientras se plantea que todavía la mayoría de la gente no percibe los beneficios y los buenos resultados que están teniendo las medidas económicas implementadas por el actual gobierno nacional.
Si bien para el gobernador Hugo Passalacqua la mayor evaluación será el 22 de octubre cuando se disputen las bancas a diputados provinciales, para esta instancia electoral salió a pedir el apoyo para los candidatos del Frente Renovador, y así fortalecer los reclamos de la provincia de Misiones ante el gobierno nacional. A sabiendas que el poder que otorgan los votos a los gobernantes de turno, no solo son valorados y respetados, sino que son determinantes a la hora de llevar adelante reclamos y negociaciones ante el gobierno central. Y en términos políticos se sabe que no es lo mismo un gobernador fuertemente respaldado en votos que un gobernador debilitado por el resultado electoral, y en ello también están en juego los intereses propios de la provincia.

Que el voto hable…
Es la oportunidad que tiene la ciudadanía de expresar su pensamiento y más que nada su aprobación o desaprobación a las acciones de los gobernantes de turno, los votos indicarán de manera objetiva si la ciudadanía quiere ratificar o rectificar lo hecho hasta aquí en materia económica, social e institucional.
En la provincia de Misiones existen varios frentes electorales y partidos que exponen sus precandidatos a senadores y diputados nacionales, con diferentes visiones en torno a la situación nacional, y en este punto se observa una clara diferenciación entre los principales frentes electorales en competencia. Los candidatos del frente Cambiemos piden esencialmente el voto de apoyo a la gestión del presidente Mauricio Macri. Por el lado del Frente Renovador se presenta como un espacio político misionerista para defender los intereses de los misioneros en el congreso nacional, argumentando que no responden a directivas ni a mandatos de ningún sector político nacional.
Los candidatos de Cambiemos hablan de obtener el apoyo de los misioneros para profundizar los cambios encarados por el gobierno nacional. Por el lado del Frente Renovador, los precandidatos a senadores y diputados piden el acompañamiento de los votos para tener más fuerzas para negociar y exigir al gobierno nacional soluciones y mejores condiciones para la provincia, poniendo como ejemplo, las asimetrías entre los países limítrofes que afectan al sector comercial y laboral, que el estado nacional sigue ignorándolas, más allá de los múltiples reclamos y pedidos sectoriales y políticos.
Otra de las cuestiones que se resaltan en el debate, es que está en juego el federalismo y las autonomías de las provincias del norte grande, recordando que el gobierno nacional excluyó a la provincia de Misiones del gasoducto, y que tampoco el ITC diferenciado en los combustibles fue para toda la provincia. Haciendo notar que en estos temas preocupantes, los actuales legisladores de Cambiemos de la provincia no pudieron convencer al gobierno nacional, al cual pertenecen, para revertir estas situaciones perjudiciales para la economía provincial; también estableciendo en esto una clara diferenciación al señalar a los legisladores macristas, defensores de un proyecto político nacional y no de los intereses provinciales.
El voto siempre deja un mensaje indicador de cómo va la cosa, en términos económicos, sociales y políticos. Es fácil de entender que si los candidatos del gobierno nacional obtienen un buen resultado electoral en la provincia, interpretarán que las cosas andan bien en la economía provincial y que las asimetrías, el costo energético, la producción yerbatera, tealera, la forestal entre otras tantas actividades, no tienen inconvenientes y por ende no requieren de rectificaciones ni adecuaciones que dependen de decisiones del gobierno nacional.
Seguramente en el pensamiento colectivo puede estar la evaluación del pasado, mirando el presente y más que nada pensando en el futuro para expresarse a través del voto, que será interpretado como aprobación o desaprobación del actual modelo político y económico del país.

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Categorías: Columnas de Opinión
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