La caída en las recaudaciones sigue generando incertidumbres en las gestiones provinciales y comunales, obliga no solo a utilizar el ingenio sino también ser cautos a la hora de decidir la asignación de los recursos. Los tiempos cambiaron para bien o para mal y no queda otra alternativa que adaptarse a las nuevas reglas que impone la economía, que no solo obliga a los administradores públicos, sino también en los gastos familiares a priorizar la asignación de los recursos económicos.
   Hoy día los sondeos de opinión muestran que el 66 por ciento de la población argentina entiende que el presidente Mauricio Macri gobierna para los más ricos. Esto contrasta con la premisa lanzada por la gestión nacional de pobreza cero, cuando los índices de desocupación y pobreza aumentaron drásticamente en los últimos seis meses y hoy se habla de que desde diciembre a la fecha hay en la Argentina cuatro millones de nuevos pobres, según los cálculos que van en función a los ingresos y el costo de la canasta básica.
   En medio de este contexto económico nacional, tiene que gobernar Hugo Passalacqua, quien lejos de tener una actitud quejosa, admite los inconvenientes económicos y busca como hacerles frente, examinando como acomodar los números a esta nueva realidad y definiendo prioridades. Misiones es la octava economía a nivel país y su política fiscal le permite tener un margen de solvencia económica ante la caída de la coparticipación federal, que lo que va del año la provincia recibió 120 millones menos en comparación al año pasado, esto sin medir el efecto inflacionario que acentúa la caída en los ingresos provinciales y municipales.
   En este contexto económico difícil, Passalacqua dispuso que con fondos propios se pague el Fonid con 33 % de aumento y las suplementarias de marzo, abril y mayo. Esta medida permitirá que se reinicien las clases luego del receso invernal, ante el firme pedido del sector sindical docente de reiniciar el ciclo lectivo sin deudas.
   En estas circunstancias económicas, una de las cuestiones que más preocupan es la de tratar de preservar los puestos de trabajo y paralelamente, buscar inversiones para generar más demanda de mano de obra. Es en este sentido que la reciente gira de Passalacqua, invitado por el presidente Macri, obtuvo un resultado positivo, no solo por el interés de los operadores turísticos por los atractivos provinciales, sino también la firma de tres convenios con inversores polacos por unos 100 millones de euros para la radicación de fábricas de pantallas leds para la iluminación de espacios públicos, el reciclaje de residuos y el desarrollo de la energía eólica, que se espera se conviertan en trabajo para los misioneros.
   En torno al tema político y su relación con el gobierno nacional, Passalacqua destacó que en su opinión “este viaje pretendía mostrarnos unidos y de hecho nos exhibimos así, porque creo que es la hora de la unidad en el país, hoy el desafío es la integración del país”. Además resaltó el valor del diálogo a pesar de las diferencias, porque “el verdadero diálogo solo se encuentra ejerciéndolo”; dejando claro Passalacqua en su mensaje que lo que importa es encontrar soluciones a los problemas de los misioneros, más que las diferencias políticas y esto seguramente redundará en beneficios para la provincia.
   En los tiempos difíciles es donde se conoce el calibre que tienen los gobernantes, porque en épocas de abundancia administrar y asignar los recursos públicos es seguramente mucho más sencillo.
 
No hay seguridad sin justicia
   En general, en las comunidades impactan los resultados, el que es víctima de un delito espera que su agresor pague su culpa purgando una condena, pero al ver que al poco tiempo las personas que cometieron un delito están libres, la gente se siente desprotegida, impotente e insegura.
   En estos días se realizó una marcha en Oberá reclamando mayor seguridad y fundamentalmente justicia, es decir que los culpables de haber cometido delitos estén presos, un reclamo absolutamente legítimo y comprensible, que no debe tomarse que fue una acción en contra de la policía y la justicia.
   Varios de los delincuentes apresados últimamente registran numerosos antecedentes delictivos, algunos de ellos sin condena firme, por lo cual no registran antecedentes, y esto es más allá de que hayan sido detenidos 40 veces por el mismo delito, como en algunos casos se da. Y es aquí donde se registra la disconformidad del común de la gente y las múltiples interpretaciones. Unos entienden que los jueces están para aplicar la ley, administrar justicia; y es en ese sentido que entienden que se deberían modificar las leyes para que los delincuentes no  recuperen rápidamente su libertad. Por otro lado, otros entienden que las leyes que están son suficientes y que solo deberían ser aplicadas con criterio. Pero lo cierto es que la jurisprudencia es la que también marca el camino a seguir en la administración de justicia y en la aplicación de la ley.
   Y en verdad, como sociedad nos deberíamos poner de acuerdo y exigir a nuestros representantes que tipo de leyes queremos que se apliquen en la administración de justicia, porque así como va la cosa, no va a cambiar mucho.
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Categorías: Columnas de Opinión
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