Si bien se levantó el paro yerbatero, el problema del sector -según lo que se observa- continuará y con la tendencia a agravarse con el paso del tiempo, si no se toman medidas que tiendan a encauzar la actividad y que garantice la rentabilidad a los productores, de los cuales también dependen otros sectores, como el caso de los tareferos. Pero la economía yerbatera también mueve otros sectores de la economía, que cuando la actividad yerbatera como la tealera decae, se resienten también las demás actividades económicas.
En definitiva, como era obvio, los productores apuntaron sus quejas y malestar hacia el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) que no logra cumplir con las expectativas que tienen los productores, en particular, en la fijación de los precios, plazos de pagos y cumplimiento de los precios y acordados. Incluso la determinación de los precios resuelve en laudo la nación, que en este caso estableció el precio por debajo de la grilla de costos.
La concentración en la producción en manos de los industriales, que en la mayoría de los casos lograron en un alto porcentaje el autoabastecimiento de la hoja verde, perjudica al pequeño y mediano productor, ya que el sector industrial compra solamente la porción de producción que le falta para cubrir la demanda para no caer en la sobreoferta del producto.
Los pequeños y medianos productores saben de esta situación, por lo que también se planteó en la asamblea, es la de constituir una mesa yerbatera para seguir de cerca el problema yerbatero.
Entre las diferentes alternativas que se manejan, una de ellas es crear un mercado consignatario, que está previsto dentro de la ley de creación del INYM. Otras alternativas seguramente serán mucho más difíciles de concretarse porque proponen la cupificación y la prohibición de nuevas plantaciones, cuestiones estas que en su momento existieron cuando funcionaba la ex CRYM.
El problema yerbatero está en sus inicios y con el correr del tiempo el problema se irá agravando si es que no se toman algunas medidas para encaminar la actividad. Está visto que dejar todo en manos del mercado no arroja buenos resultados, en particular, deja desprotegido a los pequeños y medianos productores que tienen que competir con los grandes industriales que hoy día tienen grandes extensiones de plantaciones y en la mayoría de los casos se autoabastecen y no necesitan en gran medida comprar yerba, a excepción de los pequeños y medianos secaderos que también se encuentran en desventaja porque si no tienen molino y marca propia no pueden salir al mercado a vender el producto ya envasado que también esto constituye un gran problema. Porque para la comercialización las grandes marcas son las que también han copado un gran porcentaje del mercado.
Y para buscar el equilibrio y que miles de pequeños productores no queden excluidos del mercado yerbatero será necesario la intervención del Estado, el gobierno provincial ha demostrado que es su preocupación y se está ocupando del problema, pero la cuestión yerbatera depende más bien de las acciones y decisiones que pueda o no tomar el gobierno nacional, puesto que la producción yerbatera involucra a dos provincias.
La culpa la tiene Lázaro Báez
La Argentina pagó 9.352 millones de dólares y se endeudó por 16.500 millones de dólares, es decir, estamos más endeudados que antes. Si bien es cierto que esto abre las puertas al mercado de capitales para la toma de créditos internacionales lo que implica que el país, incluyendo las provincias, se seguirán endeudando cada año un poco más. ¿Esto es bueno?
El mercado de capitales aplaudió de pie la medida y la elogió, los actuales funcionarios y varios medios afines al gobierno proyectan y venden ilusiones a futuro, que esto traerá más inversiones y por consiguiente más trabajo. Entretanto, el presidente Mauricio Macri anuncia que vetará la ley antidespidos por dos años, que es analizado por diputados y senadores nacionales, apoyado por la Unión Industrial Argentina (UIA), que además califica al proyecto como de «Cepo laboral». Entretanto, anuncian más despidos que alcanzarán a unos 200 mil en el sector privado.
Por consiguiente, ¿dónde está y cuáles son las buenas expectativas a futuro, tanto en lo económico como en la generación de empleo?
Los grandes grupos mediáticos, en tanto, le muestran a diario y en forma abundante la ruta del dinero K con un sinnúmero de protagonistas, mientras han desaparecido de la tapa de los diarios los temas de inseguridad, inflación, desempleo, pobreza y también la vinculación de cuatro empresas de las cuales es parte el presidente Macri en Panamá. ¿Se podría decir entonces que ya no hay hechos de inseguridad en la Argentina, que desapareció la protesta social, la inflación no afecta y no hay desocupación?
Si bien esto nadie lo puede negar, pero los medios logran que la gente no piense en esos problemas y que entretanto ponga toda su atención y piense en la ruta del dinero K, mientras tanto, lo demás pasa desapercibido, como si no existiese. Respondiendo a la lógica comunicacional: lo que no se publica, no existe.
Incluso se ha logrado convencer a mucha gente de que los aumentos, la inflación y los despedidos son un sinceramiento de la económica y que eran absolutamente necesarios. Es decir que de las medidas económicas que toma el actual gobierno nacional y sus consecuencias la culpa la tiene el gobierno anterior.
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