Hubo molestias en el entorno del Intendente Carlos Fernández por los dichos del presidente del Concejo Deliberante, Ariel Cháves. Por otro lado, los delegados gremiales de la CELO pidieron por nota que el secretario del consejo de administración no forme parte de la negociación salarial y se oponen al cierre de servicios.
   Ariel Cháves había cuestionado en reunión con la prensa algunas de las acciones de gobierno del actual intendente obereño, en particular, algunas designaciones en el gabinete municipal y la falta de comunicación. Algunos buscaron disimular el malestar y otros lo exteriorizaron. También el mismo Fernández minimizó los dichos de Cháves, con quien se reunió el miércoles en el Concejo Deliberante, seguramente para poner paños fríos y mejorar la relación entre ejecutivo y legislativo, por la intranquilidad que generaron los dichos de Cháves. Lo que sí queda demostrado es la interna política existente dentro del oficialismo local que afecta a la actual gestión municipal y que tiene como escenario a toda la dirigencia política local del Frente Renovador, enfrentada entre la actual gestión y la del ex intendente Ewaldo Rindfleisch, que cuando pueden le pegan y al parecer Rindfleisch y su gente están a punto de comenzar a devolver los palos que le tiran.  Y que a futuro se desconoce qué desenlace puede llegar a tener dentro de la estructura política renovadora local, porque hoy día las diferencias personales y políticas entre los diferentes sectores internos del oficialismo disimulan menos y hablan más.
   En el conflicto CELO, la multigremial solicitó por nota que de las negociaciones salariales no participe el secretario del consejo de administración Rafael Pereyra Pigerl, por considerarlo el responsable de generar malestar entre los empleados. Si bien el consejo rechazó el pedido gremial, se supo que en la última reunión no estuvo presente Pigerl.
   Y como punto importante, en la nota, los sindicatos se oponen a la idea del cierre de algunos servicios que presta la Cooperativa Eléctrica, como sepelio y gas, también se oponen a la posibilidad de entregar dichos servicios en concesión, porque se estaría perdiendo uno de los principales principios cooperativos, que es el solidario.
   Si bien las aguas, por el momento, están calmas, muchos quedaron con la sangre en el ojo por la filtración de información sobre el monto de los sueldos, entendiendo que el propósito de esta movida es poner a los socios en contra de los empleados, y en este punto algunos gremialistas amenazaron con comenzar a sacar a la luz los trapitos sucios de la actual administración de la CELO.
Nos estamos achicando
   La idea de achicar el Estado, es achicar su presencia, es desproteger a los más débiles. El Estado es una molestia para los sectores de mayor poder económico porque controla, recauda y distribuye. Un Estado debilitado y chico deja de cumplir su función de protección y de garantizar la igualdad y equidad entre sus habitantes.
   Uno de los ejemplos fue la decisión de cerrar la agencia de la AFIP en Oberá, con la idea de achicar al Estado, con el argumento de que había mucho personal ocioso. Sin evaluar su impacto negativo en la población que se estaba quedando sin una herramienta del Estado que facilita la accesibilidad a trámites que, de cerrarse, se debería realizar nuevamente en Posadas. Afortunadamente según se anunció, achicarán la estructura administrativa; y de agencia, pasará a funcionar como delegación prácticamente con las mismas funciones.
   Los despidos en los diferentes estamentos del Estado nacional fueron y son justificados y presentados como despidos de militantes de la agrupación la Cámpora o militantes K, y al parecer esto es un argumento más que válido para dejar a millares de padres y madres de familia sin empleo y sin ingresos. Son de la Cámpora, son kirchneristas, tratados como si no fueran personas, actitud clasista que no hace más que poner de relieve quienes son los que promueven  la famosa frase de la grieta social.
   Luego de cuatro meses de silencio apareció en la escena política nacional la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y se convirtió en la vocera de la oposición ante indefensión de los partidos de oposición, que con la idea de darle gobernabilidad al gobierno de ‘Cambiemos’ han aprobado las leyes del ajuste. Ante este panorama político nacional, la ex presidenta propuso la conformación de un frente ciudadano, convocando a los argentinos a conformarlo con la idea de defender los derechos adquiridos y reflexionando si hoy están mejor que antes.
   Si bien la aparición de la ex presidenta se dio por una cuestión judicial, citada a indagatoria por el dólar presunto, su presencia en Tribunales y el masivo apoyo popular que tuvo, convirtieron al hecho judicial en un hecho político significativo, y la colocan como la vocera de los sectores electorales que no son afines al actual gobierno nacional.
   Ningunear o descalificar la convocatoria, es negar la realidad social y política del país, y que de hecho, los grandes monopolios mediáticos han trabajado en descalificar la manifestación de apoyo que tuvo la ex presidenta.
   El sector productivo de la provincia de Misiones en el té como en la yerba mate necesitan la intervención del Estado a favor del productor primario, en el caso del sector tealero, antes de la devaluación los industriales asistían a que el dólar estaba muy bajo, hoy la divisa está en los niveles que deseaba el sector e incluso se eliminaron las retenciones al sector por las exportaciones, y esos mejores ingresos que obtiene hoy día el sector industrial no son trasladados al productor primario.
   En el caso de la yerba mate, los productores comienzan a salir a las rutas y amenazan con no iniciar la cosecha, dado que les están pagando por debajo de los precios acordados y con cheques diferidos hasta en siete u ocho meses y más, en algunos casos. Mientras se espera que la nación laude y establezca nuevos valores para la materia prima. Pero al parecer el Estado nacional no quiere intervenir en la cuestión y prefiere que los supermercadistas sean los que fijen el costo a los molinos y estos ajusten al productor.
   Es claro que achicar el Estado es proponer un Estado ausente, dejando a los sectores más débiles desprotegidos y sometidos a las leyes del mercado, en donde los poderosos se devoran a los más débiles.
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Categorías: Columnas de Opinión
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