Este 2016, iniciando el segundo cuarto del siglo, aparece empeñado en ir mostrando que los escarceos de estos primeros 15 años y los que se mostraron antes son mucho más que eso, en pocas palabras la rendición de un estado de cuentas de un largo, larguísimo e inconmensurable caminar del hombre a través de los siglos acertando y también complicándose –hasta demasiado- en su accionar competitivo con un entorno natural servido en bandeja como para que, dotado de inteligencia aproveche su uso de razón para aplicarla a esos cuadros naturales para multiplicarlos en beneficio de quienes los disfrutan y no para destruirlo con el fin mezquino de lo personal o grupal en detrimento de lo social de tal suerte que con el rótulo de un progreso material a ultranza y un avance “civilizador”, cierre el camino a quienes , menos dotados, esperanzados en que las puertas que se abran los dejen pasar, no de perfil, sino enteramente a participar de ese paisaje que se le entregó al hombre al comienzo de los siglos, y que hoy muestra el deterioro a desastre ecológico al que solo se lo sigue observando en función rectora cuando se cumple una pauta ya establecida y que por lo tanto hay que cumplirla sin que por ello los convocados pasen más allá de comprometerse a portar soluciones que parecieran dormirse en los cajones de conspicuos escritorios, mientras que un puñado (en orden mundial) de defensores del medio ambiente, se desgañitan buscando ayuda para que las cosas no sean así como las estamos viviendo.
Y, como para que no nos tilden de trogloditas incursionemos en lo positivo –desde el punto de vista que se lo mire- Asistimos asombrados días pasados al derrumbe del puente del Glaciar Perito Moreno, el que fue seguido paso a paso por la televisión nacional. Y esa joya natural admiración de miles y miles de turistas de todo el mundo que buena recaudación deja, fue utilizada para que, mediante un programa risueño y payasesco se sigan los pasos en forma jocosa en lugar de explicar lo que significa los deshielos que desde la Antártida nos vienen acompañando en el último tiempo. Cierto que es un detalle tal vez mínimo entre tanto desacierto ecológico que se vive, sin embargo puede ser el canal por donde aparece la actitud (por llamarla de alguna manera) de algunos hombres que cumplen con lo que decimos “en beneficio de quienes los disfrutan … con el fin mezquino de lo personal o grupal “
Bicentenario del Congreso de Tucumán
Próximos a celebrar el 9 de Julio próximo el Bicentenario del Congreso de Tucumán entregaremos a partir de esta edición distintos temas históricos relacionados con el Congreso de Tucumán , próximo a celebrar su bicentenario, amenizados por otros , también relacionados, pero más de tipo anecdótico, costumbrista y hasta humorístico de ese momento en que nace la patria declarándose la Independencia.
Inicio de Sesiones: recordemos que fue el 24 de marzo de 1816 cuando se iniciaron las sesiones: Al amanecer una salva de veintiún cañonazos anunció a los ciudadanos tucumanos el fausto acontecimiento que se iba a llevar a cabo en ese día. A las 9 de la mañana en la Casa Congresal de San Miguel del Tucumán, se dirigieron en corporación al templo de San Francisco, donde se cantó una misa solemne, los diputados que integraban el Congreso de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Terminada la ceremonia religiosa regresaron los diputados al lugar designado como Casa de Congreso. De inmediato se eligió presidente provisional para las primeras deliberaciones, que recayó en el doctor Pedro Medrano, y después de prestar juramento ante el más anciano de los diputados presentes lo recibió de los restantes que obligábanse a conservar y defender la religión católica, apostólica, y romana, promover todos los medios de conservar íntegro el territorio de las Provincias Unidas contra toda invasión enemiga y desempeñar los demás cargos anexos a su más alto empleo. La proclamación oficial del Congreso que dio nuestra independencia se hizo el día 25, con gran pompa y solemnidad y general regocijo en el que el pueblo tomó la parte principal y espontánea.
La primera sesión del Congreso quedó reducida a los nombramientos de presidente provisional y al juramento de los diputados y a los secretarios que recayó en los diputados Juan José Paso y doctor José María Serrano.¿
¿Que vivía Buenos Aires en 1816?
-El regresó de Napoleón a la Isla de Elba, concluido que fue su reino en Waterloo.
– La crisis del sistema republicano se extendía por el Viejo Mundo y era notorio que iban a florecer las monarquías, luego del Congreso de Viena en el que se produjo un nuevo ordenamiento europeo y de las colonias.
-Buenos Aires está lejos de Europa pero intima con ella todos los días a través del comercio y la política.
– El país cuenta entonces con 471.000 habitantes.
-En marzo el país teje la urdimbre de una nueva vida y declara abierto el Congreso de Tucumán. Pero no todos comprenden el paso que hay que dar. El diputado mendocino Godoy Cruz le escribe al coronel San Martín “La independencia no es soplar y hacer botellas” Y recibe algo más que una respuesta “Mil veces más fácil es hacer la independencia que el que haya un solo americano que haga una sola botella”
-En medio de la anarquía Artigas se enseñorea en Entre Ríos y se envía a Díaz Vélez con una división que frene al oriental.
-Cae el directorio de Álvarez Thomas y tras semanas de trabajo el
Congreso de Tucumán declara la Independencia, adopta la bandera creada por Belgrano, elige por unanimidad “como único himno nacional” el creado por López y Planes en 1813.
-Designa a Pueyrredón como nuevo Director Supremo.
-Se eleva al Coronel San Martín al grado de Capitán General poniéndolo a la cabeza del Ejército de Los Andes, al par que eleva la asignación del ejército de 5.000 a 8.000 pesos mensuales. Se sabe, además, de donde saldrá el dinero. Los comerciantes españoles, como contribución de guerra- deberán costear “por lo menos un soldado cada uno”. Por “El Redactor del Congreso” –recién aparecido- la “nueva” llega a Buenos Aires.
– La ciudad deja su vida propia y se prepara para un destino mayor. Se come bien- hay una faena diaria de 300 vacunos- pero faltan legumbres, leche y otros alimentos. Carne, galleta y mate hacen la dieta lógica del porteño.
– El esparcimiento público tiene su centro en el Retiro y en el ruedo que allí se levanta. Una pasión a la que no escapa un joven militar que acaba de ser padre en Mendoza de una niña a la que pone el nombre de Merceditas. San Martín es asiduo, entusiasta del toreo, dicen las crónicas- y en sus momentos libres asiste al espectáculo. En uno de ellos aplaude a rabiar el trabajo de un picador autóctono: el teniente de granaderos Juan Lavalle.
-En Buenos Aires el furor lo hace la lotería. Se juega los martes frente al Cabildo y con numeroso público. Los números “cédulas” se venden durante la semana en las esquinas.
-Un suceso pintoresco es comidilla porteña. Se escapa un mono perteneciente a la familia Morel- que vive frente al Cabildo- y al invadir el mercado y campamentos de puestos que venden patas de vaca cocidas, chicha , tortas y huevos, origina un desorden descomunal, hiriendo a vendedoras y ahuyentándolas del lugar.
-Se prosigue con las obras de la Catedral y se colocan torres nuevas al templo de San Francisco al que se considera el primero que tuvo Buenos Aires cuando se lo llamaba “el templo de las Once Mil Vírgenes de Buenos Ares”
-Para que los argentinos comiencen a sentirse con pasado el Deán Funes decide publicar la primera Historia Argentina.