La comisión vecinal elevó notas a las autoridades de la Unidad Regional II. “Cuando necesitás de la Policía nunca vienen”, dicen.

Hartos de los hechos de inseguridad, vecinos del barrio Krause lamentaron la falta de respuestas que reciben por parte del Comando Radioeléctrico cada vez que requieren presencia policial ante el accionar de personas sospechosas o para denunciar un delito. El robo de motocicletas encabeza el ranking de los malhechores, que aprovechan el mínimo descuido para hacer de las suyas, al tiempo que se incrementan los hechos vandálicos y daño contra la propiedad. También denunciaron un alarmante incremento en el consumo y venta de drogas.
En este contexto, desde la comisión vecinal del barrio elevaron notas a las autoridades de la Unidad Regional II y se concretó una reunión con integrantes de la Policía Comunitaria, pero todos los esfuerzos resultaron en vano por las carencias que exhibe la fuerza de seguridad para atender las demandas de los habitantes del complejo habitacional. “Es lamentable lo que estamos padeciendo con la inseguridad. El sábado a la madrugada llamé al 101 del Comando porque estaban desarmando dos motos cerca de la canchita y nos dijeron que enseguida mandaban el móvil. Pasaron dos horas y los delincuentes se fueron sin problemas porque la Policía nunca llegó”, comentó una integrante de la comisión barrial.
Pero no fue la primera vez que su pedido fue desatendido por la dependencia policial, ya que en otras ocasiones le llegaron a decir que no tenían combustible para el móvil. “Hicimos notas, reuniones y todo sigue igual. En una oportunidad nos llegaron a decir que teníamos que contratar un policía para la seguridad, pero consideramos que no es la solución porque el barrio es muy grande para un solo efectivo. Aparte, uno se pregunta para qué paga impuestos, si cuando necesitás de la Policía nunca vienen”, agregó.
En tanto, recordó que en septiembre, la vecina Ester Frank padeció el incendio intencional de su auto, según determinaron luego las pericias de la División Bomberos.
La víctima relacionó el hecho con una represalia por una denuncia que había radicado días antes por el robo de la moto de su hijo.
“Para colmo, hacés la denuncia y los delincuentes se vengan. Esto ya superó los límites y nos sentimos muy desprotegidos. Es como que los ciudadanos honestos y trabajadores somos rehenes de los delincuentes”, opinó indignada. Asimismo, varios vecinos relacionaron el incremento de la inseguridad con el consumo y ventas de drogas.

Fuente:

Territoriodigital

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