Luego de las elecciones primarias, las lecturas políticas y sociológicas del pronunciamiento del electorado son diversas y cada cual las interpreta a su modo y conveniencia, y cada quien consume y repite el análisis que más le conviene o le convence.
Una de las estrategias post electorales de alguna manera se venía insinuando antes de los comicios de las PASO, el robo o faltantes de boletas, diferencias en las planillas de los fiscales y la cantidad de votos en blanco y recurridos, de manera tal que se traslade la idea de que los que quedaron lejos y con pocas posibilidades de lograr triunfar en las elecciones generales del 25 de octubre, en realidad no es que el electorado no los eligió, sino que le robaron los votos. Y las campañas y elecciones tienen de estas estrategias, porque la supuesta maniobra siempre se la imputa al oficialismo.
Tras las PASO, no hubo descanso, la campaña continúa y cada cual con su libreto y su estrategia. Se habló de la posibilidad de que Sergio Massa acuerde con el PRO de Mauricio Macri y decline de su candidatura presidencial, pero la idea duró pocas horas puesto que se estimó que el 70 por ciento de los votantes a Massa se inclinarían a favor de votarle a Daniel Scioli. Repensada la idea, la estrategia se apuntó a que el candidato de UNA, le pueda restar votos a Scioli en las provincias en las que el PRO logró pocos votos, principalmente en las provincias del norte, y por caso, Misiones.
Pero en todo este análisis se intenta escapar de lo que ya se comienza a pensar y decir con insistencia, lo del voto útil, que sin dudas podría perjudicar a Sergio Massa y beneficiar en particular a Scioli y no tanto a Macri.
Este domingo las elecciones a gobernador en la provincia de Tucumán será la primera prueba electoral luego de las elecciones primarias del pasado 9 de agosto. En las PASO, los tres presidenciables de Cambiemos (Macri, Sanz y Elisa Carrió) obtuvieron 173.943 votos (20,13 %), frente a los 493.625 que logró Daniel Scioli (FpV), que obtuvo el 57.44 por ciento. Por lo que no solo en el PRO hay preocupación por el resultado electoral en esa provincia por el efecto post electoral que puede complicarlo a futuro. Es preciso recordar que Scioli apoya la candidatura del ex ministro de Salud de la nación Luis Manzur.
Los objetivos son claros entre los candidatos presidenciales, la del Frente para la Victoria que Scioli pueda llegar al 45 por de los votos y así evitar la segunda vuelta y según los resultados de las PASO está a 7 puntos de lograrlo, objetivo no lejano pero seguramente será arduo de poder lograrlo.
La meta del PRO y Macri es la de que Scioli no llegue al 45 por ciento de los votos e ir al balotaje en noviembre. Idéntico propósito tiene Sergio Massa de poder ser el que compita en segunda vuelta con Scioli.
Quedan poco más de 60 días para las elecciones del 25 de octubre y los electores serán el blanco al que apuntarán los discursos y promesas de campañas, lo importante sería poder distinguir entre la realidad y la ficción.
Se escuchó más de una vez decir que diciendo verdades no se ganan elecciones. A tener cuidado con las promesas a gusto del paladar de cada uno.
Pastori atribuyó el paupérrimo desempeño del radicalismo en las PASO a “no haber podido cerrar con el PRO como si se cerró en el orden nacional”.
Sin rumbo después de las primarias
En el ámbito provincial el balance para el oficialismo sigue siendo bueno, pero sabe que debe seguir trabajando electoralmente. En la oposición, el radicalismo sigue perdido en su rumbo tras el pésimo resultado y no sabe qué camino tomar, mientras que el PRO quedó lejos de los porcentajes que obtuvo el Frente Renovador, que se convirtió en la segunda fuerza política a nivel provincial, sabe que la cantidad de votos obtenidos no le alcanzan para lograr una banca nacional y que detrás de ellos acecha el Partido Agrario de Héctor Cacho Bárbaro y Ramón Puerta con Unión Peronista.
El radicalismo hoy definiría qué camino seguir, saben que el acuerdo nacional con el PRO los perjudicó, y que seguramente los seguirá perjudicando con vistas a octubre, pero igual algunos dirigentes radicales insisten en ir “colgados” de los votos de Macri y ver si pueden salvar la ropa políticamente. Y están los radicales que prefieren seguir llevando la bandera del radicalismo puro y no regalarle los votos a Macri.
A esta altura de los acontecimientos los dirigentes del radicalismo no saben en donde están parados y eso se evidencia en las candidaturas a intendentes que en Oberá, el segundo en importancia en la provincia, donde hasta ahora solo aparece como candidato Orlando Pellegrini, que tal cual están las cosas, algunas voces indican que estaría por desistir de su candidatura. Idéntica situación se observa en otros municipios de la provincia.
Humberto Schiavoni, presidente del PRO, aseguró que sólo Cambiemos, con su candidato a gobernador Alex Ziegler, llevará a Macri en la boleta.
Algunos analistas políticos entienden que así como la alianza del radicalismo con Macri a nivel nacional los perjudico en todo el país y en particular en Misiones, lo mismo le ocurrirá a Ziegler porque es un acuerdo que no se termina de entender y menos de explicar, y será costoso pedir el voto a un candidato a gobernador que hace menos de un mes era ultra kirchnerista y hoy es candidato del PRO.
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