profugoViviana Leske se recupera en el Samic de Oberá de la puñalada que le propinó su ex pareja, quien en tres semanas la atacó tres veces. La familia desmintió cualquier parentesco con un menor apuñalado el viernes.

Viviana Beatriz Leske (30) tomó ayer sus primeros sorbos de agua después del intento de homicidio que sufrió a manos de su ex concubino, el referente tarefero Fabián Britos (42), quien el miércoles la apuñaló con un cuchillo de carnicero frente a dos de sus pequeños hijos.
La mujer sufrió la perforación del hígado y esto le produjo una hemorragia interna grave. Las primeras 48 horas fueron críticas, aunque en la víspera su cuadro clínico evidenció una leve mejora. De todas formas, los profesionales que la atienden reconocieron que aún no está fuera de peligro y su estado es delicado.
“Por suerte le bajó la fiebre que tuvo el viernes, pero sigue hinchada y los doctores le están medicando para evitar que se infecte el hígado. Dicen que faltó dos centímetros para que el cuchillo le atraviese de lado a lado. De milagro no tocó otros órganos”, comentó Silvio Tachile, hermano de Leske.
En diálogo con El Territorio, comentó que su hermana se recupera lentamente y hasta pudo dar detalles del terrible ataque que sufrió en la plaza del barrio 70 Viviendas de Villa Lindstrom, el miércoles pasado a las 19.
“Ella le fue a buscar al nene más grande que estaba jugando a la pelota y le pidió al de 12 que le acompañe, porque ella andaba con miedo de que Britos aparezca. Todo el tiempo él le mandaba mensajes y amenazaba, lo que denunció varias veces en la comisaría. Y dice que cuando le hincó el cuchillo, le giró y le dijo ‘hoy te morís perra’”, detalló conmovido e indignado.
Precisamente, Tachile aclaró que su hermana sufrió una sola puñalada, no tres como trascendió por otro medio. El arma utilizada para el cobarde ataque fue un cuchillo tipo carnicero con una hoja de casi 30 centímetros.
También desmintió cualquier tipo de parentesco de la víctima con un menor de 16 años que habría sido apuñalado por otro de 14, el viernes por la tarde en el barrio San Miguel.
“Ella (por Leske) tiene seis hijos y todos están con nosotros. El más grande, que tiene 13, es sólo hijo de ella y era al que Britos más le maltrataba. Para colmo, el miércoles le agarró a la criatura para que mi hermana se acerque a él. Ella sabe de lo que es capaz y pienso que si no le hincaba a ella, se iba a desquitar con la criatura”, remarcó Tachile.
En tanto, al cierre de esta edición el sujeto continuaba prófugo. Desde la Unidad Regional II informaron que efectivos de varias dependencias se hallan tras sus pasos. Por estas horas habría guardias en cercanías de domicilios de familiares y conocidos de Britos, entre ellos referentes del sector tarefero de la zona Centro.

Violencia extrema
Tal como informó este diario, desde el año pasado sobre el ahora prófugo pesaba la orden de exclusión de hogar y prohibición de acercamiento a su ex concubina e hijos, medida renovada en dos ocasiones antes del ataque del miércoles.
Además, el sujeto ya purgó una condena en prisión por lesiones graves contra una pareja anterior a la que atacó a machetazos, ocasionándole la amputación de varios dedos de una mano. Una vez que recuperó la libertad comenzó a hostigarla, por lo que la mujer tuvo que mudarse a otra localidad con los tres hijos que tuvo con Britos.
Aparentemente, ninguno de estos antecedentes fue tenido en consideración por la jueza Alba Kunzmann de Gauchat, titular del Juzgado de Instrucción Uno, quien en mayo intervino en una denuncia por golpes y amenazas.
El episodio se registró en una vivienda del barrio San Miguel, donde entonces Leske residía con sus hijos. Britos ya tenía la exclusión de hogar, pero igual irrumpió alcoholizado y generó un desastre.
Golpeó a su ex pareja, a sus hijos y a una vecina que quiso ayudarla. Cuando llegó la Policía el sujeto tomó a dos de los menores como rehenes para evitar que lo lleven detenido.
Se resistió con un machete y amenazó de muerte a los uniformados, con quienes se trenzó en lucha. Tras varios minutos de forcejeo fue detenido y puesto a disposición de la Justicia.
Dicha causa fue caratulada como “lesiones, privación ilegítima de la libertad, resistencia a la autoridad y amenazas”, pero apenas pasó una semana tras las rejas.
En tanto, Viviana se mudó con sus seis hijos a una precaria vivienda ubicada en mismo terreno donde residen sus padres, sobre calle Yaguticaba, en el barrio Villa Lindstrom.
Al recuperar la libertad Britos siguió hostigando a su ex concubina y violando la prohibición de acercamiento. Y si respetó -por así decirlo- la exclusión de hogar, fue por el simple hecho de que la mujer se mudó de casa. Toda una burla al sistema que dice proteger a las víctimas de violencia de género.

En tres semanas
Cebado de impunidad, el 19 de julio pasado el violento decidió irrumpir en la nueva casa de la mujer gritando “te voy a matar, te voy a matar”, tal como relataron sus pequeños hijos, testigos de la horrenda escena.
En aquella ocasión -hace apenas tres semanas- Leske logró escapar por una ventana, aunque el violento atacó a los padres y a una cuñada de la mujer. Su madre sufrió un corte en una mano y su padre perdió un diente de una trompada, detallaron.
A pesar de la gravedad del hecho, los antecedentes del agresor y la respectiva denuncia policial, la Justicia Penal no ordenó la detención de Britos.
“Después de eso mi hermana lo denunció por lo menos dos veces más por amenazas, pero la Justicia ni la Policía hicieron nada. Tampoco nadie controló la prohibición de acercamiento, siendo que denunció que le dijo que la iba a matar. Aparte es una persona peligrosa que tiene antecedentes muy graves”, subrayó Mabel Tachile.
El sujeto siguió amedrentando casi a diario a su ex pareja, por lo que sus hermanos que residen en Santa Cruz decidieron viajar a Misiones para asistirla y acompañarla en lo que pudieran.
“El sábado pasado fuimos al supermercado y, de golpe, el tipo apareció y le agarró del brazo. En ese momento yo me bajé de la camioneta y él salió corriendo, me contó mi hermana. O sea, es un cobarde que se aprovecha de las mujeres y los chicos. Ese día él sabía que como era principio de mes mi hermana iba a hacer compras y le estuvo esperando, y capaz si iba sola la mataba ahí nomás”, opinó Lucio Tachile.
En consecuencia, la agresión del miércoles fue el tercer ataque que padeció la mujer en tres semanas. Ninguna autoridad actuó para prevenir la tragedia.
“Es una luchadora”
Con la misma fuerza que expuso el miércoles cuando salió en defensa de su hijo, también atormentado por Britos con amenazas, Viviana Leske nunca dejó de luchar por el bienestar de sus seis pequeños y cada mañana salía a trabajar para poder darles de comer.
“Vivi cobra el salario de los chicos, pero no alcanza y por eso trabajaba en dos casas de familia haciendo la limpieza. Es una mujer luchadora. Ahora quiere salir, recuperarse y salir adelante por sus hijos”, señaló su hermana, quebrada por la emoción.
Contó que Britos nunca le dio dinero, ni siquiera cuando estaban juntos, ya que gastaba su sueldo en alcohol y salidas.
“Ella aguantó porque vivía amenazada, que si le dejaba le iba a matar a ella y a los chicos. Y al final era cierto”, agregó.
La familia reside en una precaria vivienda de madera situada en el terreno de los padres de la víctima. Cinco de los seis menores están en edad escolar y la menor tiene un año y diez meses.
Por estas horas no recibieron ningún tipo de asistencia y requieren de la solidaridad comunitaria. “Cualquier cosa viene bien, sobre todo pañales y leche para la bebé”, indicaron.

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Categorías: Noticias Policiales
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