Tal vez porque se carecía del arsenal tecnológico con el que se cuenta hoy, que permite que se pueda reemplazar saber, ingenio, prudencia, por ostentación, a cambio de figuraciones desmedidas que llevan a que aquel “gauchito pagador” ideado y hecho publico allá por los 80 o 90 por la inteligencia económica del norte, con el que trataba de hacer efectivo su haber por los fajos de dólares prestados que desaforadamente se pedían, aun sabiendo que sus intereses subirían ya que su pago tendría lugar en las calendas griegas que, conociendo los prestamistas a los “bueyes con que araban” y así, de buenas a primera, logrado que sea, se puede tirar a gusto manteca al techo, al menos por los que lo tienen, total, después de “nos” el diluvio, como decía aquel rey que pasó a la historia.
¿Y ahora?, será cuestión difícil de resolver porque “donde hay un mago, que yo lo he buscado con lupa y linterna…” decía el tango allá por los 40, cierto que encontrarlo en su original su versión dólar sería como echarle agua al pantano.
¿Entonces? habrá que hallarlo gravando entre los que más tienen y así poder darle cobertura a los que menos tienen y, por sobre todo a aquellos que, en la tirada de manteca al techo sin que les caiga algo; a los que habían ingresado a una clase media ¡ah esto de las clases! y cayeron a la faja de pobreza y a los que ingresaron al rubro “desocupados” y también a aquellos que por años y años se identificaron con esa línea sin utilizar saber, ingenio y prudencia para superarla, máximo que en todas las instancias se encuentran niños a los que tenemos la obligación moral, si sus padres tutores encargados no lo hacen de asistirlos, lo que haría posible un mañana mejor.
Concejo Deliberante
Biblioteca Aníbal César Montiel
Felicitamos al Concejo Deliberante de Oberá y por lo tanto a su expresidente Ariel Chaves Rossberg y demás integrantes del Cuerpo Deliberativo por la justa y valorada idea de haber, en primer lugar creado una Biblioteca en el Concejo y haberle puesto el nombre de un ilustre ciudadano obereño, el Dr. Aníbal César Montiel, todo un señor de la cultura, la política, dotado de un gran don de gente que lo llevó a a la intendencia y que, por sobre todo durante su gestión tuvo lugar una recordación especial, para los inmigrantes que poblaron nuestro suelo y se brindó en la cátedra, con muy buen entrada con los estudiantes; así como en su profesión de abogado y en la vida social obereña de entonces.
¡Felicitaciones ediles!, así se va construyendo una sociedad con raigambre afectivas y equilibrada.