Tras más de un mes de trabajos con técnicos especializados, se confirmó que el pozo del Parque de la Selva presenta una obstrucción total a más de 400 metros de profundidad, lo que complica su recuperación.
Informaron que no se ejecutará la tercera etapa prevista en el convenio con el IPRODHA, por lo que no se recibirán la totalidad de los fondos. El consorcio del Parque de la Selva convocará a instituciones y autoridades locales para definir los futuros destinos del predio.
Los trabajos en el pozo termal del Parque de la Selva llegaron a su fin y la conclusión técnica es contundente, a partir de los 410 metros de profundidad, el conducto presenta filamentos y elementos que dificultan su funcionamiento, a esa profundidad se encuentra obstruido totalmente lo que no permite el flujo del agua.
La intervención estuvo a cargo de ingenieros y de una empresa especializada, debido a la complejidad de las maniobras requeridas.
El 16 de octubre de 2025 se llevó adelante un primer acto público, convocando a autoridades y vecinos para explicar el procedimiento y cada una de las etapas del trabajo. En aquel momento, la primera obstrucción se detectó a 367 metros. Luego de varias semanas aplicando diferentes técnicas, se logró extraer ese elemento con éxito.
Cumplido ese paso, se avanzó con la siguiente etapa que fue realizar la inspección del conducto mediante cámaras diseñadas para trabajos en profundidad. Ese material permitió conocer el verdadero estado del pozo. Fue allí cuando se constató que, más allá de los 400 metros, existían múltiples filamentos y objetos que impedían continuar, y que a los 410 metros la obstrucción era total.
Los profesionales explicaron que, el intento de continuar con maniobras no aseguran un resultado favorable, manifestando que los costos serán elevados sin garantías y certezas de que vuelva a su funcionamiento. Por ese motivo, se decidió dar por concluidas las etapas 1 y 2 del proyecto que fueron la puesta en funcionamiento de las máquinas de trabajo, desobstrucción a los 367 metros e imágenes del conducto para su evaluación, y no avanzar con la tercera etapa que preveía el encamisado del conducto en el caso de la desobstrucción definitiva.
Cabe aclarar que el Gobierno Municipal no recibirá el total de los fondos previstos en el convenio, ya que no se ejecutará el 100% de las tareas originalmente planificadas, garantizando así el uso responsable y transparente de los recursos.
Este trabajo que era un solicitud histórica, representó el último intento para recuperar el pozo, existían expectativas, pero también incertidumbres. Con estas maniobras finalizadas, los obereños cuentan hoy con información certera sobre la dificultad de su recuperación sin inversiones adicionales de gran magnitud, en un contexto donde las prioridades de gestión se orientan a obras de infraestructura para la ciudad.
El Parque de la Selva, administrado por un consorcio, convocará en los próximos días a instituciones y autoridades locales para definir los futuros destinos del predio.