El dulce montón

La cantidad de horas que debemos permanecer en nuestros hogares pueden volver la experiencia agobiante, y generarnos muchas situaciones conflictivas que nos pueden dañar en lo emocional a nosotros mismos y a quienes nos rodean.

Ante las medidas cada vez más restrictivas que se están tomando para contener el COVID-19, y en nuestra provincia también combatir el dengue, y que nos llevan a permanecer en nuestros hogares, nada mejor que promover un clima emocional positivo para que la convivencia permanente en el hogar transcurra sin sobresaltos. Por ello, es necesario cuidar la salud de manera integral, porque así como debemos cuidar en extremo los hábitos de higiene físicos y del ambiente, más aún es tiempo de cuidarnos en nuestra salud emocional.

Este artículo tiene como objetivo enfocar la atención hacia la salud socio-emocional, a fin de colaborar con las familias en este proceso de readaptación de rutinas y hábitos.

El contexto externo al hogar es turbulento, se percibe como peligroso y caótico, y esta percepción lejos de ser fantasiosa y delirante es realista. Esto desencadena en las personas diferentes reacciones y emociones. Estas emociones surgen de un riesgo real, ante le emergencia de una pandemia que se está cobrando vidas humanas en todo el mundo. Más que nunca es necesario que el mundo de los adultos rápidamente reorganice los entornos para trabajar (y vivir) en un ambiente lo más saludable posible, y evitar el estrés que sumará aún más enfermedad que el COVID-19.

Algunos denominaron a esta pandemia como el tiempo de la introspección. Y me parece muy acertada esta perspectiva, pues la introspección es justamente la observación que una persona hace de su propia conciencia o de sus estados de ánimo para reflexionar sobre ellos. Por lo que bien vale la pena incorporar en nuestras rutinas de aislamiento social preventivo un momento para desarrollar buenos ejercicios que nos permitan volcarnos hacia nuestro mundo interior. Aunque es importante tener en cuenta las advertencias de los psicólogos que diferencian entre dos tipos de introspección. Por un lado un proceso la autorreflexión que es la forma positiva de introspección a través de la cual atribuimos significados e importancia a nuestros pensamientos y acciones, aceptando y aprendiendo de nuestros errores y aumentando la autoconciencia, y por otro la autorumiación que es la forma negativa de introspección, donde la persona se obsesiona con sus defectos, duda de sí misma y su autoestima se ve mermada.

Una gran tarea que tenemos los adultos del hogar, pues somos quienes ponemos las reglas de juego y velamos por que se cumplan. Y con un condimento extra: no sólo niños y adolescentes están angustiados, los adultos también.

Todos estamos reaprendiendo a trabajar y estudiar desde casa. ¿Qué hacer y qué no hacer para sobrellevar esta situación? Un poquito de educación emocional no viene mal. Entre paréntesis les recomiendo el material elaborado por el equipo de Educación Socio-Emocional Misiones, tanto el libro Pedagogía socio-emocional. Propuestas para el encuentro y el aprendizaje, como el cuadernillo que está disponible online accediendo a https://educacionsocioemocional.misiones.gob.ar/.

Estar juntos, pero no amontonados, sino con la distancia óptima para convivir.

Poner todo en la balanza. Redistribuir las cargas

Es tiempo de balancear las cosas. Así como los líderes mundiales están tomando decisiones quizá impensadas hace apenas unas semanas atrás, que llevan a un “parate” en la economía mundial, y a fortalecer los sistemas de salud de los pueblos, reorganizar las partidas presupuestarias de los estados para frenar el avance del virus, poner el foco de atención en las poblaciones más humildes y desprotegidas, cuidar a sus ciudadanos evitando que salgan de sus casas para frenar la circulación viral que puede llevarse vidas; así cada grupo familiar, en su microcosmos, debe y puede reorganizarse para cuidar a los suyos. Si de algo nos servirá esta crisis como humanidad es para balancear el mundo!

Balancear todo. En lo macro, pero sobre todo en lo micro. Aquí estamos, más de un tercio de la población mundial dejamos de circular las calles de nuestras ciudades, de navegar nuestros ríos y arroyos, dejamos de asistir a nuestros puestos de trabajo, niños y jóvenes dejaron de asistir a las escuelas y universidades. Pareciera que este stop obligado está ayudando a nuestro hogar natural a recomponerse, y esto es celebrado por todos!

Pero todos tenemos cada día 24 horas por delante, y hay que ser creativos para distribuir qué hacer durante ellas, de modo que cuando volvamos a habitar el mundo externo a casa, no sólo lo encuentre con más vida, sino también nos encuentre sanos en cuerpo, mente y espíritu.

Balancear todo: nuestra dimensión biológica, pero también la psicológica, la social y la espiritual bajo las creencias y cosmovisiones que cada uno tenga.

Abundan videos y posteos en las redes  sobre rutinas de ejercicios localizados en cada músculo de nuestro organismo, así como fantásticas sugerencias para realizar deliciosos platos con el justo equilibrio entre grasa, proteínas y etcéteras.

Pues bien, también, aunque en bastante menor grado circulan recomendaciones acerca de recetas para mantener la salud mental. Y ahí es donde sugiero colocar unas pesitas más en nuestra balanza.

Los ancianos y los ancianos deben ser la prioridad

Nuestros abuelos, padres mayores, deben estar en nuestra prioridad número uno. Hay que comunicarse telefónicamente a diario con ellos. Dialogar acerca de la rutina que están desarrollando, sugerirle cuestiones sobre las comidas que se están preparando, que nos cuenten a qué hora se desertaron, qué hicieron, en qué momento del día se sienten más preocupados o solos. Poder hablar sobre lo que sienten a diario es una manera de elaborar este aislamiento de los abrazos y besos, de las caricias, de ver los rostros de sus seres queridos.

Es importante que no solo los hijos, sino los nietos hablen con sus abuelos, que cada uno los salude y pregunte cómo se sienten en este día.

Si para un adulto en actividad hay momentos en el día que se vuelven complicados de sobrellevar cuánto más para los ancianos!

La Organización Mundial de la Salud ha dado una serie de recomendaciones con el fin de apoyar a quienes se sienten mentalmente abrumados por la emergencia del Covid-19. Una de ellas es minimizar la información que llega por diversos canales de comunicación y ver información solo de fuentes confiables. Es imprescindible obtener datos de organizaciones autorizadas y no recurrir a la desinformación o los rumores. Las fake news se propagan más que el virus!

Los niños pueden responder al estrés de diversas formas, por ejemplo, mostrándose más dependientes, preocupados, enfadados o agitados, encerrándose en sí mismos o incluso mojando la cama. Hablar constantemente con ellos sobre el tema con información adecuada para su edad, utilizar palabras reconfortantes, transmitirles seguridad y enfocarse en las medidas de prevención. Informar desde lo positivo. Por ejemplo, al explicarles cómo es que tienen que cuidarse debemos resaltar cómo ese cuidado ayudará a que todos estemos mejor. Demostrarles que pueden ser parte de la solución y no del problema. Mantener cierta rutina y horarios en la medida de lo posible, o ayudar a crear otros diferentes en el entorno nuevo, en particular actividades escolares y de aprendizaje, así como momentos para jugar de forma segura y relajarse.

Sobre el aburrimiento y el tiempo de ocio de los niños y niñas, expertos aclaran que son espacios para que desarrollen su creatividad. No la menospreciemos, es una cualidad muy positiva a la hora de manejarse en el mundo. La creatividad puede ayudar a ser más observador, más comunicativo y resolutivo. Al final, el proceso creativo no deja de ser actividad mental.

Comparto con ustedes parte del mensaje de la doctora Amanda Céspedes , neuropsiquiatra y educadora de la Universidad Católica de Chile donde se desempeña como docente de la Escuela de Psicología, y miembro del directorio de la Fundación Mírame, entidad sin fines de lucro dedicada a innovar el sistema de integración escolar de niños con trastornos del desarrollo:

Nuestros hijos están tan asustados como nosotros en este momento. Lo que los niños necesitan ahora es sentirse consolados y amados. El recuerdo de “cómo se sintieron” durante este tiempo junto a nosotros como padres; permanecerá con ellos por mucho tiempo, a diferencia de “lo que hicieron” durante estas 4 semanas. Así que tenlo en cuenta, todos los días.

¿Y los adolescentes?

Una queja de ​los adolescentes es que no pueden juntarse con amigos, tan necesarios a esa edad. Y sí, es todo un tema ese. Pero de nuevo, vamos por la positiva. Los adolescentes de hoy pueden unirse de otras maneras, tienen recursos tecnológicos y virtuales para estar unidos.

·        Escuchemos sus preocupaciones, responder a sus preguntas, sumar sus propuestas para mitigar riesgos. Evitemos la exposición excesiva a las noticias en internet y en medios audiovisuales. Conversemos sobre los efectos de la sobre saturación y las noticias falsas.

·        Animemos a expresar y comunicar sus sentimientos y evitemos que pasen todo el día conectados a las pantallas. Debemos proponerles nuevas rutinas para asegurar tiempo de estudio y actividad física.

·        En los momentos de diálogo familiar, dialogar acerca de los planes a futuro, los estudios que desean seguir, los trabajos que aspiran realizar. A partir de estos diálogos se puede poner en perspectiva el presente.

Home work, pero saludable. Cómo mantener una rutina entretenida y saludable

Una de las mayores dificultades de trabajar desde casa es la sensación de estar en vacaciones, en un día libre o de licencia por alguna enfermedad. Si bien es el Covid-19 el responsable de nuestro confinamiento actual, las cuarentenas son en su mayoría preventivas. No estamos confinados por estar enfermos, sino para no enfermar. Y, por supuesto, tampoco estamos de vacaciones. Así que es necesario ser muy estricto con el horario, lo que no significa ser rígido, sino ser conscientes de la necesidad de planificar el día. Les dejo algunos tips:

Es aconsejable realizar alguna actividad antes de sentarse a trabajar, bañarse y vestirse como si fuera a la oficina y cumplir un horario.

Adecuar el espacio: Otra clave es adecuar nuestra «oficina» en casa. Un lugar que esté específicamente dispuesto para trabajar, aunque sea la mesa donde se come, organizarse en los horarios para disponer de los materiales necesarios. Es recomendable que tenga buena iluminación en lo posible apartado del ruido y se encuentre en orden.

Ya que no hay nadie que «vigile», para algunos puede ser difícil manejar el tiempo y no caer en distracciones. Por eso, existen diversas técnicas para administrar el tiempo y aumentar la productividad. Encontré una online, y la puedes usar desde este link.  http://www.tomatotimers.com/ , y es n temporizador que nos ayuda a les presento una disponible online. Y les invito a compartir qué otras conocen. Uds se conocen y además pueden profundizar el conocimiento del estilo de trabajo de cada uno de sus hijos. En lo personal soy muy distraída, y el acceso a la información disponible en internet suele ser un gran distractor, por lo que me resultará muy útil esta ayudita externa para organizar los tiempos de trabajo y de descanso. http://www.tomatotimers.com/ Temporizador en línea Pomodoro.

Por último algunas recomendaciones del autocuidado propuestas por la Facultad de Psicología de la UBA:

Las personas somos seres rutinarios, sociales y valoramos la previsibilidad. Tengamos presente que la pandemia en pocas semanas alteró todo esto. Debemos ser considerado con uno mismo, con nuestros estados emocionales, teniendo presente que los cambios de rutina tan abruptos, la incertidumbre y la amenaza de la pandemia afecta nuestro estado emocional por más saludables que seamos. Considerar que esto mismo le ocurre a los demás, por lo tanto, intentar ejercitar la tolerancia con nosotros mismos y con los demás.

El cambio implica desarrollar conductas flexibles y adaptativas a esta situación con la finalidad de afrontarla positivamente. El armado de nuevas rutinas es un desafío, requiere flexibilidad y tener en cuenta que es un esfuerzo el cambio de rutinas muy abrupto.

Mantener los horarios del sueño. Aunque no vaya a salir de su casa, quitarse el pijama o la ropa de dormir para evitar la sensación de discontinuidad y poder organizar los ciclos del día.

No sobreexponerse a noticias y consultar solamente fuentes confiables (organismos oficiales, instituciones prestigiosas) y en momentos del día establecidos (por ejemplo, al mediodía o a la tarde, y no tanto al despertar o antes de dormir). Limitar los grupos de chats que difunden noticias, muchas de ellas falsas o erróneas ya que promueven pensamientos negativos y catastróficos y le imponen a nuestra mente un sobreesfuerzo

Proponerse aprender algo nuevo a través de tutoriales o cursos online, hay muchos gratuitos y de calidad.

Hacer una rutina de ejercicios físicos periódica en casa, siempre tomando en cuenta que es una situación especial. Continuar accediendo a la naturaleza y a la luz solar siempre que sea posible. Alimentarse bien y mantenerse hidratado.

Mantener sus redes sociales de contención emocional con sus familiares, amigos y personas de confianza a través de medios digitales.

 

Recordemos que la mejor manera de cuidarnos es #QuedarnosEnCasa

 

Ivonne S. M. AQUINO

Visited 5 times, 1 visit(s) today


Back To Top
Copy link