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Ante el pesimismo, se busca el optimismo

Jorge Mielniczuk - Periodista

En el ámbito provincial se busca mantener un nivel de optimismo en el ámbito económico y productivo, más allá que los problemas e inconvenientes son de alcance nacional, el sector comercial que tenía una fuerte demanda de consumidores del Brasil y del Paraguay, hoy día, por el atraso cambiario, las ventas de ese sector disminuyeron significativamente, e incluso ciertos productos tienen costos menores en los países vecinos, lo que implica una salida de dinero a los países fronterizos que el gobierno provincial busca frenarlos con los Programas Ahora que implican un importante ahorro para las familias misioneras.
El aporte de fondos de la provincia para la continuidad de obras publicas, reparación de calles y caminos terrados dan una dinámica e imagen de una provincia y comunas en movimiento, y no de estancamiento, de manera tal de evitar que el desánimo y el mal humor se acentúen y profundicen; aunque no se logren disipar las incertidumbres y preocupaciones por la actual situación y la escasa expectativa de mejoría en el corto y mediano plazo.
En el plano local el intendente Pablo Hassan muestra un contínuo trabajo en materia de obras públicas, principalmente en la reparación de calles del micro y macro centro, incluyendo las calles terradas, realizando intervenciones en la reparación de plazas y plazoletas que son obras necesarias pero también vistosas, y que permiten ver a una ciudad en movimiento. Pero no todo se detiene en la obra pública, sino con otras acciones que tienen el carácter social y recreativo.
El trabajo constante con las comisiones vecinales le están dando una mayor interacción en los barrios, con un Hassan presente y en diálogo constante con los vecinos sobre lo que es posible solucionar en lo inmediato, y, de acuerdo a las posibilidades económicas, y aquello que escapa a las posibilidades presupuestarias.
Uno de los pasos fundamentales es haber iniciado con el presupuesto participativo que está contemplado en la Carta Orgánica municipal, que luego de varios años de haber sido sancionada se comienza a cumplimentar y que permite que las comisiones vecinales decidan por mayoría la concreción de obras que consideren prioritarias en sus barrios, y para ello se dispone del 1 por ciento del presupuesto total del municipio. Para este caso se ha divido a la ciudad en cuatro secciones, las que están conformadas por 10 barrios. Luego de la elaboración de los proyectos dentro de las normativas y de los fondos asignados, los proyectos presentados serán sorteados para su ejecución, sorteos que se irán sucediendo de manera tal que todos los barrios puedan contar con las obras que consideren como prioritarias. Estas herramientas de participación y de interacción con los barrios se convierten en fundamentales, porque permiten visualizar los problemas, tomar contacto con ellos, y poder dar algún tipo de respuesta y certeza de las cosas que son prioritarias, las que pueden esperar o las que no podrán ser solventadas por el municipio y se deberán gestionar su financiamiento provincial o nacional.

¿Segunda etapa o improvisación?
A la caída económica se suma la ruptura política para profundizar la crisis en el gobierno nacional; la decisión del PRO de no fusionarse con los libertarios deja un gran interrogante a futuro político, dado que si el país está encaminado al éxito, sería difícil que alguien se quiera bajar del carro del triunfo, si, por el contrario está a punto de desbarrancar, nadie quisiera seguir montado en el mismo carro si va rumbo al fracaso. La ruptura entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich causa mucho ruido; en particular la distancia que está tomando Macri de la gestión Milei, a quien acompañó en la campaña y lo acompañó en la sanción de las leyes en el congreso, pero al parecer hasta aquí llegó su encanto. La incógnita está en que harán los radicales, porque Macri no los quiere y el presidente Javier Milei los detesta, y solos saben que quedan fuera de la discusión, salvo que Macri los quiera seguir utilizando como furgón de cola.
En el plano económico, en ningún momento al gobierno del presidente Javier Milei se le escuchó hablar de etapas en el plan económico, ni a su ministro de economía Luis Caputo, de que comenzó la segunda etapa cuando en verdad se observa mucha improvisación y desprolijidad, lo que tuvo su reacción en los mercados que respondieron con una suba del dólar blue, aumento en el riesgo país y la caída en las acciones. Ahora no existen excusas, cuenta con la llamada ley de bases que muchos analistas dicen que no aportará ningún tipo de soluciones a los problemas económicos de los jubilados, de los trabajadores y las clases medias, que se están financiando gastos corrientes con sus ahorros, desfinanciándose a la espera de una solución que no llega, lo que comienza a generar decepción y desesperación.
Ya comienzan a despegarse algunos sectores políticos ante lo que se pre anuncia un fracaso del gobierno nacional, como comenzó a enviarle mensajes el ex presidente Mauricio Macri, actualmente presidente del PRO, quien apoyó electoralmente y le dio los votos junto a los radicales. Está claro que el gobierno de Milei es un gobierno políticamente muy débil, sin fuerzas en el congreso, sin gobernadores y con el único respaldo de consultoras, que señalan que tiene la aceptación de casi el 50 por ciento de la población. Sin embargo saben desde el gobierno nacional que si Macri le saca la escalera con el acompañamiento de algunos radicales PRO, el gobierno entrará en un estado de incertidumbre, al igual que los mercados y en pánico e incertidumbre económica y social.
De última se estaría cumpliendo con lo que pensaban o querían muchos electores, de que explote todo de una buena vez y que se pudra todo. Esto ya ocurrió en el 2001, luego de un proceso económico que se inició con el periodo presidencial de Carlos Menem, y el ex Ministro de Economía Domingo Cavallo; periodo en el cual se llevó adelante la misma política económica de achicamiento del estado y con una gran recesión económica, que logró frenar la inflación a un alto costo social, como la desocupación y la caída de la producción nacional a partir de la apertura indiscriminada de las importaciones, que terminó explotando todo con la gente en la calle golpeando cacerolas y pidiendo que se vayan todos. No se fueron todos, y lo más extraño es que volvieron las mismas ideas económicas que muchos la padecieron y otros la están comenzando a conocer.

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