En una entrevista radial el intendente Hassan habló de las obras que han quedado inconclusas y de las incertidumbres y angustias que ello genera, porque son obras muy importantes y que tienen que ver con la calidad de vida de los obereños; como ser el acueducto del troncal norte que le falta muy poco para terminar y que dotaría de agua potable a mas de 1500 familias en diferentes barrios, el saneamiento del arroyo Mbotaby y la culminación de la construcción de 350 viviendas; obras que tienen un financiamiento del estado nacional y que han sido paralizadas con el agravante que los obreros se quedaron sin trabajo. En ese sentido Hassan señaló que al municipio no le queda otra cosa que gestionar y gestionar, y en ello entendió que deberían acompañarlo, para que las obras se terminen, a los concejales del PRO, que son parte del gobierno nacional y comparten responsabilidades con el gobierno nacional, ya que militaron para que Milei sea electo presidente.
En materia de ajuste Hassan señaló que han achicado significativamente el organigrama municipal, disminuyendo una importante cantidad de cargos, también sostuvo que se ha disminuido la planta de personal y achicado significativamente en el desarrollo de la obra pública. Además el intendente recordó que el municipio cuenta con tres secretarías de las cuales se desprenden direcciones y departamentos, cuando en realidad debería contar con más de cinco secretarías. Sobre el tema del manejo de los recursos, el intendente señaló que están siendo muy austeros, cautelosos, creativos e imaginativos; comprometiéndose a que las obras iniciadas se van a terminar, y solamente se realizarán aquellas que sean extremadamente necesarias.
«Nos estamos reuniendo con las empresas y el IPRODHA para ver cómo se pueden gestionar las obras paralizadas por el gobierno nacional pero hasta el momento no hay ningún tipo de respuestas ni canales de diálogo y en realidad es un castigo a la gente y no a la clase política» subrayó Hassan.
Hoy se dará la apertura de las sesiones ordinarias con el tradicional discurso del intendente en donde se realizará un balance del último año de gestión, y se señalan las metas y objetivos a cumplir en el presente año. En medio de la incertidumbre sería más que entendible que Hassan haga un discurso prudente, austero y describiendo la actual situación económica y las medidas de austeridad que se están llevando adelante, y sin poder proyectar nada ni a mediano y corto plazo porque nadie sabe qué es lo que ocurrirá con el país y con los recursos económicos.
Una de las cuestiones novedosas, según trascendió, es que se crearía el departamento de salud mental; algo que tiene una amplia demanda y es algo que de diferentes sectores sociales vienen reclamando a nivel país de que necesariamente el estado se debería estar ocupando de la salud mental de la población que, producto de la pandemia, se incrementó la demanda de asistencia y la accesibilidad es un tanto limitada para los sectores más humildes. En principio podría ocupar el área la Lic. Alejandra Montero, quien se desempeña en el área de prensa.
En estos tiempos difíciles, complejos y de cambios y de muchos cambios vertiginosos sería sumamente útil que cada sector político pueda aportar propuestas y alternativas a los problemas, y no quedase en el lamento o en la crítica u oposición por la oposición misma. Sería sumamente provechoso que cada sector político sin perder su identidad pueda sumar fuerzas para lograr la continuidad de las obras suspendidas por el gobierno nacional y la concreción de otras, como ser la construcción de la línea eléctrica de 132 kw San Isidro-Oberá que sería la solución a todos problemas energéticos que padece la ciudad y la zona centro.
Cirugía mayor sin anestesia y estamos mal pero vamos bien…
Fueron las dos frases emblemáticas de lo que fue el gobierno del ex presidente Carlos Saúl Menem y que llevó al estallido social del 2001 durante el gobierno de la Alianza encabezado por el ex presidente Fernando De la Rúa. Se da la paradoja que Carlos Menem fue votado mayoritariamente por el electorado joven como ocurrió con el actual presidente Javier Milei; con la diferencia que Menem prometió una revolución productiva y salariazo, cosa que no cumplió. Milei sin embargo expresó su desprecio por la política y la casta política, prometiendo que el costo del ajuste lo pagará la casta política y no el pueblo, y también mintió. Lo que sí dijo y cumplió Milei que el ajuste sería tremendo, y la gente la pasaría muy mal, vendiendo la esperanza de que esta vez el ajuste valdrá la pena y los resultados se verán en diferentes años; justificando el ajuste como lo hizo Menem en su momento que estábamos al borde del precipicio y que si no tomaban las medidas de ajuste nos caíamos al fondo del mismo, Milei adujo la hiperinflación. Se cambian los términos pero tienen el mismo significado.
Vemos como la historia se repite por desconocimiento generacional, porque muchos de los votantes del libertario desconocen lo que ocurrió en la década del 90. Unos porque eran muy jóvenes y otros tantos porque ni siquiera habían nacido, y el estado de rebeldía y descalificación de la política no solo cautivó a los jóvenes, sino a aquellos argentinos que vienen de 40 años de frustraciones y otro tanto, porque odian a los gobiernos que proponen una mejor redistribución de la riqueza, catalogados de populistas y de izquierda.
Lamentablemente se observa un grave enfrentamiento del presidente Milei con el congreso nacional, al que señaló como un nido de ratas, siendo que él fue electo presidente siendo diputado nacional. Sumado a ello y más grave aún, enfrentándose a los gobernadores, prometiendo que los fundirán y el hará llorar a los mandatarios provinciales, desfinanciando a las provincias poniéndolas en una delicada situación económica sin entender que el castigo es a la gente de clase media y baja. Lo lamentable, y todo hace indicar que todo va de mal en peor y no se sabe en qué puede terminar este duro enfrentamiento y con un presidente gobernando por decreto y a espaldas del congreso nacional.
El enemigo es el que tiene una opinión distinta, que es rápidamente atacado con insultos y calificado de zurdo, de comunista y otros tantos descalificativos por parte del presidente, y que luego son replicados por sus fanáticos seguidores, pareciera ser que estamos ante una dictadura en democracia y muchos temen que lo que se está viviendo en el país puede terminar de muy mala manera. ¿Los dirigentes de los partidos no aliados al gobierno podrán poner un freno a tanto avasallamiento, o un poco de cordura y equilibrio antes de que sea tarde?