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El Frente Renovador enfoca su campaña en el misionerismo

Elige el lado del que más le conviene mostrando gestión de gobierno y en el parlamento nacional, cuestión que en Juntos por el Cambio (JxC) tienen muy poco que mostrar y argumentar a su favor, y no le queda mucho más que esperar que la candidatura presidencial por el efecto de arraste les juegue a su favor en las candidaturas al congreso nacional. Si bien el oficialismo va con la boleta larga, llevándolo como candidato a presidente a Sergio Massa, no será en esta instancia el eje de campaña, y si lo será en la segunda vuelta, donde se intuye que Massa estará en competencia por la presidencia.
Además sabe que su inmediato competidor, Juntos por el Cambio, quedó golpeado a nivel nacional y en particular en Misiones. En principio porque tenían las expectativas de ubicarse como el frente electoral que obtuviera más votos en las PASO; cosa que no ocurrió. Y en segundo lugar la fuerte disputa interna entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, que confrontaron dos modelos diferentes y que a consecuencia de esta disputa interna quedaron muchas heridas abiertas, y a la vez muchas frustraciones y decepciones dentro del sector político que conduce Larreta, como así también en el electorado que lo acompañó con el voto. En Misiones quedaron en segundo lugar, detrás del Frente Renovador, por un amplio margen de votos y con repetirse el resultado de las elecciones primarias, el oficialismo retendría las dos bancas en el senado y aumentaría el número de bancas en diputados nacionales.
Se puede observar que desde el oficialismo provincial sabe que su piso electoral es el porcentaje que obtuvo en las primarias, y tiene la posibilidad de subir ese porcentaje, por ello apuntalarán más a sus propios candidatos al congreso nacional que a la candidatura presidencial, y conquistar a la mayor cantidad de electores que en Misiones votaron a Larreta, quien tenía un discurso y programa electoral enfocado al sector progresista, al igual que Sergio Massa, más allá de que Javier Milei logró imponerse en las primarias en la provincia y que, al no tener candidatos a legisladores nacionales, tiendan a dirigir sus preferencias a favor de los candidatos renovadores, que tienen ese carácter progresista y de inclusión; y además, se los conoce por su accionar político, como es el caso del actual vice gobernador Carlos Arce y el concejal posadeño Daniel «Colo» Vancsik, que son ampliamente conocidos; cuestión que no ocurre con  los candidatos de JxC, como lo es el candidato a primer senador nacional Martín Goerling, y el primer candidato a diputado nacional Emmanuel Bianchetti, cuyo nombre es desconocido, al igual que sus propuestas.
El Frente Renovador en principio sabe que la ganancia está en tener dos senadores nacionales y en lo posible sumar tres bancas en diputados nacionales, con lo que sumaría cuatro bancas en la cámara baja y que con las actuales proyecciones, tanto en el senado como en diputados nacionales, el que llegue a la presidencia no tendrá mayoría propia, y necesitará acordar con los partidos provinciales, y es allí en donde la propuesta misionerista podrá negociar beneficios para los misioneros; y no los representantes de JxC, que como quedó demostrado, responderán a los mandatos partidarios; que como ejemplo lo es el apoyo del senador de Juntos por el Cambio de Misiones, Humberto Schiavoni, quien adhirió con su firma a la eliminación de organismos nacionales regulatorios, como es el caso del INYM; proyecto que fue rechazado por todo el sector productivo y el gobierno provincial a dicha iniciativa parlamentaria.
Lo que evidentemente el oficialismo provincial va a privilegiar es mantener los dos senadores y aumentar, si es posible, a cuatro bancas en diputados, sabiendo que en octubre se definen dichos cargos, y que la elección presidencial seguramente se definirá en segunda vuelta en el mes de noviembre y para esa elección sí jugarían abiertamente por la candidatura de Sergio Massa.
El axioma es claro y contundente en la postura electoral para octubre del oficialismo provincial, que es la de seguir apostando a defender lo nuestro como bandera de campaña, acompañado por el slogan de cumplir con el mandato misionerista y primero Misiones.

La jugada política de Sergio Massa
Hoy está en el centro de la escena política y mediática por las medidas económicas anunciadas a favor de los sectores más afectados por la devaluación, con ello logró desplazar de la atención mediática y social a dos de sus competidores, como lo son Javier Milei y Patricia Bullrich, que si bien se parecen mucho en las propuestas e ideologías políticas, cada vez que salen a explicar lo que prometieron durante la campaña de las PASO hacen agua por todos lados.
En cambio Sergio Massa está mostrando en hechos su modelo político que se acerca más a los sectores asalariados e inclinado hacia el centro. Muchos electores comienzan a observar que las inconsistencias y contradicciones de Milei y Bullrich dejan las sensaciones de están improvisando, lo que los torna impredecibles, ya que no saben explicar y justificar lo que proponen, incluso se observaron las mentiras. Milei dijo que cortaría todos los planes sociales y ahora dice que no los va a cortar; que la dolarización necesita de tiempo y que sería aplicable en segundo mandato. Y Bullrich que dijo que sacaría todas  las retenciones, como es el caso de la soja, ahora dice que seguirán las retenciones para asegurar el equilibrio fiscal, y que luego se les devolvería a la producción.
Las medidas anunciadas de recomposición salarial a jubilados, empleados públicos y privados en sumas fijas para aliviar los efectos de la devaluación era más que obvio que reaccionarían todos los sectores empresariales y que lo rechazarían en sintonía con los partidos de oposición. Más allá de dejar comprometidos a muchos gobiernos provinciales y municipales; quienes en su mayoría señalaran que estuvieron y siguen en acuerdos de paritarias y ajustando los haberes de acuerdo al proceso inflacionario, como es el caso de Misiones. Los anuncios, si bien no solucionan los problemas de la pérdida del poder adquisitivo, dejan expuestas las intenciones de Sergio Massa, que pretende paliar los efectos inflacionarios a los sectores marginales de la economía, al sector de menores recursos, monotributistas,  dejando expuestos  el rechazo de los sectores empresariales y políticos, cuando los afectados esperan contar con el adicional salarial que se anunció, sabiendo y dejando expuestos los sectores la economía que son los que más ingresos obtienen en los periodos inflacionarios porque tienen un stock de bienes que compraron a un determinado precio, al cual ya le habían asignado una ganancia de entre el 35 y 40 por ciento, y luego sobre ese mismo producto lo vuelven a cargar un 25 o 30 por ciento de aumento, haciendo ascender el índice inflacionario. Sumado a ello la falta de dólares en poder del banco central que hace tener un dólar oficial frente a un paralelo que casi siempre duplica el valor oficial.
Tanto Sergio Massa como Javier Milei quieren jugar la final y dejarlo a Juntos por el Cambio fuera de la segunda vuelta, y esto lo sabe Patricia Bullrich, que salió a denunciar un supuesto acuerdo entre Massa y Milei para perjudicarla electoralmente. En este momento electoral la candidata de JxC está teniendo dificultades de retener a los votantes de Horacio Rodríguez Larreta y de los sectores medios del electorado, que son los más moderados, y es más progresista que de la derecha. Y dando una señal confusa y a las veces contundente, el ex presidente Mauricio Macri constantemente intercambia elogios con Milei, quien adelantó que Macri ocuparía un cargo importante en un eventual futuro gobierno del Libertario. Cuestión que también termina confundiendo al electorado de JxC y del libertario. Por un lado se ataca a la casta política y por otro lado se la elogia y se le asigna por anticipado un alto cargo.
Esta situación de coqueteo y mutuos elogios entre el libertario y el líder del PRO perjudican en principio a Bullrich y en menor medida a Milei, porque una porción importante del electorado lo va a votar igual, diga lo que diga y haga, incluso hay electores que van a votar en contra de su interés por bronca, y cuando se den cuenta del daño que se hicieron a sí mismos y a su familia, ya será tarde para arrepentimientos.

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