Agenda cultural
Un libro muy agradable. Un escritor con muchos recursos. Un tema con muchas aristas: el escritor está encargado de buscar un símbolo animal que represente la paz… porque según explica, las Naciones Unidas se cansaron de la paloma como expresión de la paz. El no es ornitólogo, en primer lugar, ni tiene interés en los pájaros y menos en buscar el nuevo representante de la paz. El autor Santiago Morales es el encargado de desarrollar esta historia en su libro “Los Voladores”. Porque a pesar de sus reticencias, se aboca a la tarea , justamente recomendada por su ex mujer (Celeste) quien a pesar de todo, emocionalmente, le domina. Es así que capítulo tras capítulo nos encontramos buscando con él, al representante de la paz. Pero no los busca en cualquier lugar (por ejemplo podíamos suponer en Europa) sino que la búsqueda se desarrolla en Misiones, donde transcurre la trama y de donde surgirá nada menos que el ave de la paz como símbolo mundial! Qué honor para Misiones. Es así que recorremos con él lugares tan nuestros como el Jardín de los Pájaros en Oberá, en realidad él lo recorre con su ex mujer quien es genetista, y él un literato con una librería, bastante desinteresado o aburrido. Esta búsqueda tiene su parte monetaria, un conjunto de inversores escandinavos invertirá en Misiones y es quien le ha encargado este trabajo. Por lo tanto será algo a tener en cuenta. De los pájaros en general y avanzando en su recorrido por MISIONES, se entusiasma por el pájaro carpintero, después por la urraca, después por la tacuarita, por el uru, el boyero, a la vez que los va descartando . Entretanto, entre cada encuentro con los pájaros y los lugares, el autor va desarrollando pequeñas historias con diálogos entrecruzados, muy interesantes, sarcásticos a veces, tiernos otras, siempre oportunos. En realidad en los diálogos siempre está presente su ex esposa, imaginariamente, porque es una forma de ir valorando la separación, poniéndola en dudas. Pasamos por Panambí y sus mariposas, por el Jardín Botánico de Posadas, el papagayo en el Parque del puma en Candelaria, por Profundidad, . En realidad cada capítulo lleva un título que nada tiene que ver con el ave que se busca, Pero da pie a que el autor haga digresiones muy interesantes, sobre autores, libros, etc. Así es que trae a colación a Hugo Wenceslao Amable, a Leonor Pastenik cuyo nombre le recuerda a la poeta Pizarnik y por eso comenta sobre ella. Y a tantos otros autores, poco frecuentados en nuestra literatura vernácula cuyas frases sueltas le trae memoria de otras. En realidad el autor va demostrando su capacidad de lector y sus interpretaciones con humor y agudeza. A menudo me detengo a saborearlas, cierro el libro y sonrío.. Puedo decir que desde la primera página, en su introducción, el clima es especial, estamos ante un autor al que -según él -en particular nada le interesa sobre la tierra-E….

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Categorías: Columnas de Opinión
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