Agenda cultural
El viernes 23 pasado estuvimos recordando la proximidad de la 46 Feria Provincial del Libro.Ya estamos a las puertas de la nueva Feria. Faltan días para la inauguración; el sábado 1° de julio. Hemos llegado tras un trabajo arduo, un poco solitario, por las pocas personas que pueden dedicarse a ello. Es una institución que queremos seguir prolongando y que nuestra comunidad siempre la espere con el entusiasmo que merece. Hay mucho esfuerzo y trabajo de los libreros que vienen con una carga importante de libros y personal que debe dedicarlo especialmente a eso. Hay un gran esfuerzo por visibilizar a tantos escritores que dan lo mejor de sí, que nos hacen pensar, crear, que nos divierten o nos abren caminos desconocidos de todas las artes y las ciencias. Dijimos que dedicamos la Feria a una mujer de múltiples aristas intelectuales, que dio una impronta especial a Oberá, desde todas sus actividades como fue Teresa Morchio de Passalacqua. Por eso el primer día sábado 1 de julio, a las 18 horas, en el salón adjunto a la Feria haremos un recordatorio de su múltiple personalidad, desde los ámbitos donde ella tuvo alguna actuación. Será algo que la muestre en su actividad cotidiana como mujer culta, amable, abierta, simpática, creadora, siempre queriendo hacer algo, sumamente activa. Además una inmigrante que nunca olvidó su lugar natal, su pequeña ciudad Sante Margherite Ligure, y especialmente, a su familia italiana, trabajadora, emprendedora hasta el punto de buscar otro lugar para progresar. La guerra los impulsó a buscar la paz y el trabajo en otro lugar, en la Argentina, tierra de paz y trabajo.
Pero a Teresa le encantaba además de hablar de sus padres, hermanos, tíos de SU lugar.
En uno de sus capítulos “Una Historia De Hace 60 Años” escribe Teresa: Hoy no voy a escribir sobre libros antiguos o modernos, ni de personajes célebres de la literatura o el arte, ni conmemoraré mártires de la Patria o de la fe.
Hoy conmemoraré los 60 años de mi encuentro con esta bendita tierra de Dios, la Argentina. Eran las 9 de la mañana (hora italiana) del 25 de agosto del año 1948 cuando con un avión bombardero de guerra, arreglado para permitir, con cierta comodidad, a 16 pasajeros, viajar cruzando el océano. Partimos de Ciampino (el aeropuerto de Roma) y el 26 a las 15 hs. (hora argentina) llegamos al aeropuerto Don Torcuato (Provincia de Buenos aires). El piloto era el Comandante Locatelli, medalla de oro de la II Guerra Mundial. Recuerdo que para llegar a la primera escala, Dakar, en Africa, volábamos tan bajo que podíamos ver claramente los camellos, los beduinos y las palmeras de los escasos oasis. En esta primera escala tuvimos una acogida cordial y una cena riquísima, cosa que se repitió en todos los otros lugares en que aterrizamos después de haber cruzado el océano, Puerto Natal, San Paulo, Porto Alegre, Río de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires…” (sigue pág- 309)