El movimiento político comienza a ser cada vez más intenso y visible en la provincia y en los municipios, el Frente Renovador haciendo visibles a sus candidatos y en Juntos por el Cambio también están comenzando a moverse para marcar presencia y movilizar a la dirigencia y a la militancia en particular. Ya se comienza a percibir un clima cada vez más político electoral sabiendo que las elecciones seguramente se anticiparán en la provincia y será en una fecha lo alejada posible de las elecciones presidenciales, de manera tal que el peso y el arrastre electoral nacional no influya mucho en las elecciones del próximo año en la provincia de Misiones.
En los últimos días estuvo en la provincia uno de los presidenciables de JxC, el diputado radical Facundo Manes, quien habla de un nuevo radicalismo, fue y sigue siendo un crítico de la gestión del ex presidente Mauricio Macri, acompañado por el radicalismo; aunque otros están más inclinados a la figura del gobernador de Jujuy Gerardo Morales, quien ahora se despegó del macrismo y se enfocó más en las consignas radicales.
Por otra parte el diputado nacional Martin Arjol, a quien lo ven como el mejor posicionado para encabezar la candidatura a gobernador por JxC en Misiones, estuvo en el comité radical de Oberá explicando su labor parlamentaria, de la cual la población conoce poco y nada, y que se hace necesario que la conozca por lo menos la militancia, y de paso mover políticamente al partido radical y ser visibilizado a través de su banca como diputado; porque la idea del PRO es que en el espacio político las candidaturas se definan en internas abiertas, cuestión que el radicalismo entiende que para esta elección les toca los principales lugares a ellos, porque el PRO tuvo su tiempo y ahora le toca al radicalismo, dado que está más fortalecido que sus socios políticos. Además, en esta intención de hacerse cada vez más visibles, están apareciendo comunicados de prensa de las actividades del comité municipal del radicalismo.
En el Frente Renovador cada vez hay una mayor presencia del gobernador Oscar Herrera Ahuad y del Vice Carlos Arce, como es natural, la presencia se da en actividades de gestión de gobierno, recorriendo permanentemente la provincia y en particular Oberá. Como ejemplo Herrera Ahuad estuvo durante la Fiesta del Inmigrante en cuatro oportunidades en actividades de gobierno y una visita de carácter familiar, dándole otro encuadre. En tanto que el diputado provincial y vicepresidente primero de la legislatura misionera Hugo Passalacqua, está diariamente y permanentemente mostrando sus actividades en las redes sociales y también comienza a aparecer con mayor frecuencia en los medios de comunicación con declaraciones periodísticas, con frases para titulares de los diarios como: «El gran comandante de la nave es el pueblo misionero», y destacando Passalacqua la importancia de escuchar los pedidos populares. «Es más que un cable. Es el proceso de pensar la Misiones de dos millones de misioneros. Estamos en el hoy, y en el hoy hay que trabajar por las familias que lo necesitan, y para el futuro»; declaraciones realizadas en la inauguración de un tendido eléctrico en colonia Piñalito Norte, municipio de San Antonio. En el discurso se nota el tono de campaña y la pertenencia a un espacio político que, al decir de Passalacqua, escucha a la gente y da soluciones para el presente y proyectándolas para el futuro. Evidentemente Passalacqua se está mostrando y hablando cada vez más como candidato; no lo pueden hacer abiertamente porque al actual gobernador, Oscar Herrera Ahuad, le queda un año y tres meses por gobernar la provincia.
En Oberá también ocurre lo mismo con los candidatos a intendente; todos mostrándose en las redes sociales y otros mediáticamente. El intendente Pablo Hassan en mayor medida, porque el municipio genera actividades de gobierno a diario y que son de interés mediático, también lo están haciendo Daniel Behler, el presidente del Concejo Deliberante Santiago Marrodán, Francisco Stevenson, como delegado del EPRAC, el director del Hospital de Oberá Héctor González y Oscar «Puly» Vera.
A medida que se conozca la fecha electoral seguramente la intensidad de la campaña y de los candidatos será más visible e intensa. En el oficialismo anticipan que en sus listas habrán muchos jóvenes y mujeres como candidatas conformando la oferta electoral.
Muerto el perro, se acaba la rabia…
Parece que los que los que idearon el homicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se inspiraron en dicho refrán, pero en un sentido inverso, muerta Cristina, creen que cesaría el odio y desprecio que ellos cargan y descargan en las redes sociales, que tienen tanto el atacante como el entorno que planeó el homicidio y que afortunadamente no lograron su cometido porque el disparo no salió, porque las consecuencias políticas de haber logrado el cometido de asesinar a la vicepresidenta serían probablemente más graves en términos políticos y sociales.
A medida que avanza la investigación y se van conociendo los detalles, ya no quedan dudas que el atacante no fue un loquito que se levantó un día pensando en que asesinaría a la vicepresidenta, hubo una organización previa con algo de logística y que vincula a ciertos sectores políticos de la derecha o ultra derecha que son los propaladores del odio hacia el peronismo y Kirchnerismo, y mientras alientan los odios se victimizan por sentirse atacados y agraviados de distintas maneras. Y en esta construcción del odio, llamada grieta, tienen responsabilidades tanto dirigentes políticos y otros actores sociales como algunos medios de comunicación y periodistas.
Indiscutiblemente Cristina F. de Kirchner sigue manejando un alto porcentaje de apoyo que llega y en algunos casos supera por poco margen el 30 por ciento, contra un 70 por ciento de imagen negativa que fue en gran parte construida en torno a su figura como dirigente política más influyente de los últimos tiempos; porque cuando habla genera diversos efectos y repercusiones, al igual que cuando usa el silencio.
Existe un alarmante crecimiento en el mundo y que se vive a nivel país de un aumento en la violencia política, producto de una radicalización extrema de la derecha, según entienden algunos analistas sociales, que creen que se debe trabajar en defensa de la democracia, defendiéndola de quienes tienen la intención de eliminar a algún grupo político por la vía judicial o la violenta.