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Viajes al exterior: por qué el Estado dejó de financiar las cuotas de los pasajes

El economista y politólogo Nicolás Dvoskin publicó un hilo en Twitter en donde detalló el espíritu de la medida del Banco Central.

Tras la decisión del Gobierno de limitar el financiamiento de las compras en cuotas con tarjetas de crédito de pasajes y servicios de turismo al exterior, el economista y politólogo Nicolás Dvoskin publicó un hilo en Twitter en donde detalló el espíritu de la medida, al tiempo que explicó el rol del Estado en este tipo de transacciones.

«Todos los gastos en dólares con tarjetas de crédito nacionales, sean consumos que aparecen en dólares en el resumen o compras en agencias que aparecen en pesos toman reservas del Banco Central (BCRA)», expresó el especialista.

«En una economía con inflación y devaluación, las cuotas sin interés son un subsidio doble. En el caso de los dólares, quien lo paga es el Estado», sostuvo Nicolás Dvoskin.. Imagen: Pepe Mateos

Dvoskin aclaró que siempre que una persona compra con tarjeta en dólares, en realidad «se están comprando esos dólares al Estado a un tipo de cambio de entre 138 y 175 (dependiendo de la capacidad de cada uno de recuperar el 35 por ciento de retención). Lo mismo que el dólar ahorro pero sin el límite de 200 USD al mes».

Dvoskin indicó que «cuando se compra algo que insume dólares en cuotas sin interés, el BCRA le libera los dólares a la agencia, la agencia le da los pesos al BCRA y es la agencia la que financia el pago en pesos» lo que significa que «el BCRA no va liberando los dólares mes a mes».

Además, hizo hincapié en que «en una economía con 50 por ciento de inflación, comprar algo en cuotas sin interés es comprar algo con una tasa de interés real negativa (de -50 por ciento)» en donde «el poder de compra de la última cuota va a ser mucho más pequeño que el de la primera».

«Del mismo modo, en una economía en la que el dólar oficial tiende a subir o esperamos que suba, comprar algo en cuotas sin interés en pesos es efectivamente gastar menos dólares. El valor en dólares de la cuota 1 es mayor que el de la cuota 12», graficó.

Tras brindar esos datos, el economista sostuvo que «entonces, si esperamos que el dólar suba, al comprar un pasaje que insume dólares en cuotas sin interés en pesos efectivamente vamos a pagar menos dólares, pero la aerolínea los va a cobrar igual» y en ese escenario «el que paga la diferencia es el Estado».

«En una economía con inflación y devaluación, las cuotas sin interés son un subsidio doble. En el caso de los dólares, quien lo paga es el Estado. En el caso de las cuotas en pesos, depende. En Ahora12 lo paga el Estado. En otros planes son los bancos, tarjetas o comercios», subrayó.

El politólogo consideró que «las cuotas sin interés son un subsidio y en el caso de los dólares son un subsidio doble» y aclaró que para evaluar qué significa «hay que analizar los efectos de cada caso y comparar ventajas y desventajas».

Caso por caso 
«En todos los casos el subsidio al consumo tiene un doble efecto: en cantidades y precios. En precios, un subsidio te hace pagar menos y genera un efecto distributivo. Ese es el más obvio y evidente», manifestó, al tiempo que apuntó que «en cantidades, algo que a veces a la ortodoxia se le escapa, el subsidio puede, dependiendo del caso, generar un aumento».

«Decimos que a la ortodoxia se le escapa porque suele asumir Ley de Say. Saliendo de ella, subsidiar la demanda puede hacer que suba la demanda. Ese es, de hecho, el objetivo de Ahora12: al subsidiarse la demanda, esta aumenta y eso hace que aumente la producción local y la economía se reactive. Desde ya, el aumento de la producción lleva a un aumento de la demanda de insumos importados y eso puede ser problemático», señaló.

En el caso de las compras en el exterior, Dvoskin clarificó que «se está estimulando una demanda íntegramente externa» donde «no solo se está estimulando el gasto, la producción y el trabajo afuera y no adentro, sino que además se están usando dólares, que son escasos».

«Es decir, si en las cuotas sin interés locales el efecto cantidades es principalmente positivo y en todo caso tiene sentido que discutamos el efecto precio (por los efectos redistributivos de los subsidios), en el caso de los dólares el efecto cantidades tiene desventajas claras», advirtió.

Más adelante, el especialista remarcó que «esta es la misma discusión que surge cuando se habla de los subsidios a Aerolíneas Argentinas. En el caso doméstico, aunque la empresa pierda plata, estimular la demanda puede tener ventajas económicas en el país, sobre todo, pero no solo, en el sector de turismo».

«En el caso de vuelos al exterior, subsidiar a Aerolíneas para que argentinos vuelen afuera o para que brasileños viajen a Australia (como pasaba con la transpolar) es un sinsentido. Pero subsidiarla para que extranjeros vengan es doblemente positivo (en actividad y en dólares)», agregó.

En otro tramo de su hilo, precisó que «el concepto de subsidio se amplía si además incluimos alguna comparación con los valores de los dólares financieros o el dólar paralelo, que están bastante por encima de los 175 del valor máximo del oficial + impuestos y retenciones. Pero eso es coyuntural».

Cómo evaluar la medida
Ante la pregunta sobre si está bien o mal la medida, el economista opinó que le «encantaría que el Estado tenga recursos para subsidiar viajes al exterior a toda la población, que promueva el turismo, los intercambios, los viajes estudiantiles, todo» puesto que «viajar está buenísimo».

Sin embargo se cuestionó: «¿Es un derecho viajar por el mundo? Honestamente no lo sé. Me encantaría que lo fuera. Lo cierto es que quienes pueden (podemos) viajar son (somos) una minoría. Si los recursos (dólares) son escasos, es razonable que se discuta políticamente su distribución».

Como conclusión, compartió que «seguramente haya mejores herramientas, menos antipáticas y que tocan bolsillos más gordos, para contrarrestar la escasez de dólares. Pero que requieren otros compromisos políticos» y que «si una política se toma muy fácilmente es porque muy jugada no es.»

Y resumió: «A mí esta medida no me simpatiza y pienso que se podría enfrentar la escasez de dólares de otra manera, pero no voy a negar que los dólares son escasos y que las cuotas sin interés para gastos afuera son un doble subsidio. Y que quienes accedemos a ello somos beneficiarios de él».

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