Las estudiantes hicieron una sentada en el colegio el jueves; al día siguiente cientos de chicas de otras escuelas se sumaron a la denuncia y repudiaron la inacción de los directivos.

La denuncia de las estudiantes del 2° año del Colegio Roque González de Posadas contra sus compañeros de curso, que ejercían acoso y abuso sexual hacia ellas, reavivó la lucha por el respeto a las mujeres y contra la violencia machista. Al mismo tiempo, despertó el malestar de gran parte de la sociedad por la liviandad con la que las autoridades de la institución educativa tomaron la situación, haciendo oídos sordos al reclamo que las estudiantes y sus padres les venían realizando hace semanas.

Todo salió a la luz el jueves, cuando las alumnas llevaron adelante una sentada dentro del colegio, hartas de que no se las escuche y que estos varones sigan hostigándolas. La movida tomó tal relevancia en las redes sociales, que cientos de mujeres empezaron a darles su apoyo y a exigir respuestas.

También a través de las redes sociales se viralizaron capturas de los chats donde los varones involucrados hablaban de sus compañeras en clara incitación a la violación y a la tortura. No obstante, la intimidación, los manoseos, fotografías a las partes íntimas de las jóvenes se sucedían desde el inicio de las clases y sin descanso, según contaron algunos padres a El Territorio.

Estos padres contaron que semanas antes a la sentada las chicas habían presentado una nota al colegio enumerando las cosas que se vivían a diario dentro del aula y que ellos, como tutores, también se presentaron ante las autoridades, pero en ambos casos la acción de los responsables de la institución fue nula. Inclusive hay dos denuncias ante la Policía, una con fecha del 13 de octubre y la otra del 26.

A raíz de esto, el jueves por la noche el colegio Roque González sacó un comunicado expresando su pesar por los hechos ocurridos y el rector, Juan Rajimón, sostuvo en una breve conferencia de prensa el viernes que desconocía cuál era la situación actual dentro del curso y que las medidas disciplinarias a los adolescentes señalados como responsables sería comunicada a sus padres. No trascendió si realmente se hizo algo al respecto.

“A mí hija le tocaron la cola y ella hace tres semanas no quería ir más al colegio y pensé que era por otra situación, pero me confesó que era por esa razón. En mi caso hice una denuncia a la Policía, no me importa si son menores y no pueden ir presos; hice la denuncia para que quede asentado porque eso es un abuso”, había confiado a este medio la madre de una de las víctimas.

En tanto otro padre, reclamó: “Nos indignamos cuando ayer (por el jueves) recibimos el comunicado del colegio, porque lo que dice ahí no es verdad. Ellos sabían y no hicieron nada”.

Expresiones a favor

El valor de las adolescentes del Roque González para no callar más lo que les estaba pasando dio el puntapié para que otras tomen la palabra y compartan situaciones similares. Así, las chicas del Colegio Madre de la Misericordia replicaron el viernes la sentada con carteles, pidiendo ser escuchadas y en apoyo a sus compañeras del otro establecimiento.

Esto generó una fuerte red que se concentró el viernes frente al colegio para exigir respuestas de los directivos, la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) en todos los colegios y una medida ejemplar para los chicos que acosaban a sus compañeras.

Cientos de estudiantes de varios establecimientos escolares de la ciudad acompañadas de sus madres, estudiantes universitarias y vecinas se unieron con canciones y carteles por más de una hora. Se interrumpió el tránsito sobre calle Colón esquina La Rioja de Posadas pero la jornada se desarrolló sin incidentes; fueron las voces, los aplausos y los gritos los que tomaron protagonismo. Se compartieron historias entre ellas y se abrazaron víctimas de las experiencias en común.

En esa línea, la Defensoría de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes lanzó ayer un comunicado refiriéndose al respecto.

“Consideramos de vital importancia escuchar las voces de las y los adolescentes que han sido por años silenciadas y quienes hoy exigen ser escuchados, respetados, protegidos. Que sus opiniones sean tenidas en cuenta a través de su participación como sujetos de derechos, derechos que están garantizados constitucionalmente y en la Ley Nacional 26.061 como en la Ley Provincial II N° 16”, comienza el documento.

A continuación sostiene que es de suma importancia dar prioridad y escuchar estas voces que se levantan y expresan como resultado de un proceso social ineludible, “invisibilizar hechos de violencia y abuso, legítimas prácticas necesarias de erradicar; donde hombres y también mujeres formadas en un sistema patriarcal continúan naturalizando, justificando y minimizándolas”.

“La situación actual demanda que los adultos seamos capaces de escuchar y estar a la altura de las circunstancias, brindando escucha empática, protección e información a cada adolescente de nuestra provincia”, se recalca.

También agrega que más allá de la sanción a particulares, es necesario acompañar a los jóvenes garantizando la educación sexual integral.

La Defensoría alienta a cumplir con la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en todas las escuelas de la provincia y “que se avance en la desnaturalización y deconstrucción de estas prácticas, reconociendo los derechos de niñas, niños y adolescentes. Y en el caso en particular, reconozca su voz, proteja su integridad y promueva una cultura de respeto, equidad y diversidad”.

Finalmente celebra la valentía de las adolescentes que alzaron su voz y aboga por un cambio cultural, “cuando se naturaliza el silencio, se naturaliza el abuso”.

Asimismo, varios organismos también expresaron su fuerte apoyo a las víctimas y que se cumpla con la ley ESI en todos los establecimientos escolares.

El acoso, la violencia y el abuso, en sus diferentes manifestaciones, son expresiones de una sociedad que se quiere dejar de lado. Conductas que tiempo atrás se naturalizaban, pasaban por alto y hasta eran celebradas como un chiste, hoy son interpeladas. Es en este aspecto, estas adolescentes marcaron el camino de una sociedad que evoluciona para convertirse en una más justa, que reconoce los derechos y los hace cumplir.

 

El pedido de causa penal

El viernes por la mañana, el titular del Juzgado Correccional y de Menores Dos, César Jiménez, se presentó de oficio en la institución para mantener una reunión con los distintos actores. Ese mismo día, la fiscal Correccional y de Menores Uno de Posadas, María Laura Álvarez, requirió la instrucción de una causa penal contra seis alumnos del colegio Roque González por el delito de distribución de material con contenido sexual, previsto y penado en los artículos 119 y 128 primer párrafo del Código Penal Argentino.

Será el magistrado Jiménez quien decidirá si acepta o rechaza la solicitud.

Según pudo averiguar El Territorio el pedido de la fiscal seguirá siendo analizado para tener bien definidas las edades de los chicos bajo la lupa. Si tienen 16 podrían ser investigados bajo los parámetros de minoridad, pero si tienen 15 o 14 ya no. “La competencia con respecto a los procedimientos especiales de menores lo define la edad, no el tipo delictivo como sí ocurre en los casos de adultos”, explicaron las fuentes judiciales consultadas.

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