El 9 de julio pasado se cumplió un año del homicidio del aduanero César Oscar Paganetto (64), ultimado de dos disparos por su esposa, Luisa ‘La Palita’ Báez (73), quien posteriormente reconoció la autoría del hecho y, una vez que se confirme la sentencia, pasará el resto de sus días con prisión domiciliaria.
Por su parte, Miriam Marisa Paganetto (45), única hija y heredera de la víctima, denunció que en varias ocasiones desconocidos trataron de irrumpir en su domicilio y por ello teme por la vida de su pequeño hijo y la suya.
“Desde la muerte de mi papá están entrando a mi propiedad y una vez trataron de abrir una puerta de rejas, pero se escaparon cuando prendí la luz. Hice denuncias y tengo serias sospechas, por eso pedí custodia policial a la jueza (Alba) Kunzmann de Gauchat, pero hasta ahora se negó. Tanto hablan de proteger a los niños y las mujeres, pero yo me siento desprotegida”, remarcó.
En diálogo con El Territorio, la heredera de Paganetto apuntó sus sospechas hacia familiares de su padre que tendrían estrechos vínculos con funcionarios judiciales.
“Soy la única heredera de mi papá y mis tíos no lo pueden tolerar, por eso están impidiendo que me entreguen las llaves de las propiedades. El fiscal (Elías) Bys es amigo de mis tíos y ofició de pastor en el sepelio de mi papá. Creo que debería dar un paso al costado porque no es imparcial en este caso”, reclamó.
Asimismo, cuestionó “por qué ni la jueza ni la Policía me avisaron de la muerte de mi papá, y sí a mis tíos que aprovecharon para quedarse con todas las llaves y títulos de propiedad que me pertenecen”.
Propia teoría
Tal como publicó este matutino en exclusiva, acorralada por las pruebas en su contra, pero sabiendo que por su edad contará con el beneficio de la prisión domiciliaria, en mayo pasado Báez reconoció que asesinó de dos balazos a su marido Paganetto.
En esa fecha su defensa presentó un escrito ante el Tribunal Penal Uno de Oberá donde se manifiesta la intención de acordar la pena en juicio abreviado.
En consecuencia, la imputada decidió asumir la culpabilidad del hecho sin tener que afrontar la exposición en un debate oral y público. De todas formas, todavía resta la firma del citado acuerdo.
Al respecto, la única hija del matrimonio aportó su teoría sobre el conflicto que desató el fatal desenlace.
“En una oportunidad mi mamá vio una bolsa llena de plata en la camioneta de mi papá, la que después mi papá le entregó a uno de mis tíos sin decirle a mi mamá. Ella igual se enteró y me dijo: ‘El día que Fulano pise esta casa yo descargo el arma por él, ya se lo dije a tu padre’. Por eso, ahora llegué a la conclusión de que el día 9 de julio del año pasado mi tío llegó a la casa a buscar plata que mi padre le daba por lástima. Mi madre enfurecida tomó el arma, mi padre se puso en el medio y pasó lo que pasó”, señaló textualmente.
El arma homicida
Según vecinos y conocidos, hacía tiempo que Paganetto y Báez se llevaban mal y las discusiones iban en aumento. Asimismo, refirieron que la mujer ejercía violencia sobre su pareja, pero él no la denunció por pudor.
Pero la acusación más fuerte se escuchó por parte de la propia hija de la pareja, quien reveló detalles de la turbulenta relación que mantenían sus padres.
“Yo sé que mi mamá asesinó a mi papá”, reconoció.
Con relación al hecho, el lunes 9 de julio del año pasado, alrededor de las 22.30, Báez llamó a un servicio privado de emergencias médicas y refirió que se sentía mal. Al arribar la ambulancia salió de la casa por sus propios medios y solicitó su traslado al centro de salud.
Recién cuando estaba siendo asistida comentó que su marido se hallaba sin vida en el mismo domicilio, pero no precisó las circunstancias. Fue así que dieron aviso a la Policía y se constó el hecho, ubicando a la mujer como la principal sospechosa del homicidio.
Al otro día, la magistrada interviniente ordenó el allanamiento de la vivienda, en Villa Svea, donde la Policía encontró un revólver calibre 38 con cuatro balas y dos cápsulas percutadas.
La autopsia determinó que la víctima falleció de dos disparos, aunque el primero produjo la muerte porque ingresó por la axila del brazo izquierdo, atravesó el tórax y afectó el pulmón y el corazón. Un segundo proyectil entró por el abdomen y atravesó el hígado.
Por Daniel Villamea
Corresponsalía Oberá
Territoriodigital