Apenas medio año después de su inauguración, la Feria Franca 3 de esta ciudad tiende a desaparecer, ya que de los 16 productores que en diciembre de 2018 empezaron a vender los sábados en la plazoleta Mbororé del barrio 180 Viviendas (y con la expectativa de sumar más) ahora sólo queda uno.
Es que, por las condiciones precarias de infraestructura existentes en el lugar (sin carpas, sanitarios ni carteles indicadores), los colonos optaron por buscar otras modalidades o espacios de venta.
“Nosotros venimos de Alberdi, pero la verdad es que no sabemos qué hacer, cada vez está peor. Nos prometieron que al menos pondrían las carpas en las estructuras de hierro que colocaron, pero no hicieron nada. Ricardo (Hoff, presidente de la Asociación de Ferias Francas) hace notas y va a la Municipalidad, pero hasta ahora nada”, lamentó el único “superviviente” en la Feria Franca 3, quien también trabaja los miércoles en la Feria 2.
Como la actividad se desarrolla a la intemperie, sus compañeros “fueron dejando de venir, porque si llega a llover o está muy fuerte el sol, no hay donde resguardarse. Y de las estructuras, cada sábado vemos que falta alguna más: se las van llevando, desaparecen”, resumió el colono, quien contó que, a falta de baños en el lugar, “vamos a la seccional (5ª de la Unidad Regional II de la Policía), pero según quién está allí de turno nos dejan usar, algunos no autorizan”.
Sobre las ventas, aseguró que aún hay movimiento, pero, al no haber tanta variedad, la gente también deja de acudir porque “no encuentra lo que busca”. Y la cosa no tiene visos de mejorar en cuanto a oferta: “Un señor de Panambí vino a ver, iba a traer carne de cerdo, pollos y otras cosas, pero se ve que no le convenció”, se resignó.
En mayo, el presidente de la Asociación de Ferias Francas de Oberá, Ricardo Hoff, había manifestado que los pedidos a la Municipalidad son permanentes. La respuesta siempre era que las mejoras se realizarían tras las elecciones de junio, pero hasta ahora no hubo novedades.