Impotencia, bronca, dolor. Sensaciones que envuelven a la comunidad educativa del Bachillerato de Orientación Polimodal (BOP) N° 10 del barrio Cien Hectáreas de Oberá, establecimiento que durante las dos semanas de las vacaciones de invierno padeció una seguidilla de cinco robos, según confirmó el director, Marcelo Mambrín. 
Además de objetos de valor, como un televisor LED de 32 pulgadas, un reproductor de DVD, 15 bicicletas y varias herramientas, los malvivientes generaron un enorme perjuicio dañando las instalaciones.
En tanto, si bien se radicaron las correspondientes denuncias, desde la Policía aún no informaron avances en la investigación ni hubo detenidos, lo que incrementa la sensación de desamparo que padece la institución.
En el mismo período también se registraron hechos de hurto y vandalismo en otras instituciones del mismo barrio, como el centro de atención primaria de la salud (Caps), la sede de la comisión vecinal y en la Escuela 448, donde detectaron un principio de incendio intencional.
Al respecto, referentes barriales alertaron sobre el incremento de la inseguridad y la falta de recursos que evidencia la Policía para afrontar la problemática que los aqueja. En tal sentido, subrayaron que la escalada delictiva está directamente relacionada con el consumo de drogas.
Sobre los repetidos robos, el director del BOP 10 comentó que los delincuentes actuaron siempre de noche e ingresaron por el sector posterior del edificio, donde actualmente se realizan refacciones.
“Una vez adentro, barretearon las puertas de metal y robaron todo lo que pudieron. Incluso, fuimos reparando las puertas y colocando candados, pero volvían a romper todo y entraban otra vez”, lamentó Mambrín.

“Tierra de nadie”
El BOP de Cien Hectáreas cuenta con una matrícula de 463 alumnos en tres turnos y cumple una función social imprescindible, ya que contiene a adolescentes de sectores muy humildes del barrio y zonas aledañas.
Precisamente, entre los elementos robados durante el receso invernal se hallan 15 bicicletas que recibió la institución en el marco de un programa de movilidad para los estudiantes más carenciados.
“En las vacaciones nos robaron cinco veces y estamos muy tristes. Es mucha la impotencia y la angustia que sentimos porque somos un colegio de la periferia, donde se hace todo con mucho esfuerzo. Ahora, por ejemplo, no tenemos el televisor ni el DVD para hacer proyecciones y para nosotros es un gran perjuicio”, subrayó el director.
También lamentó el hurto de varias herramientas del obrador que está instalado en el colegio.
Hasta el momento, el único avance concreto en la investigación arrojó el hallazgo de dos de las 15 bicicletas sustraídas. Al respecto, fuentes del caso precisaron que las sospechas apuntan a ex alumnos de la institución.
Además, chocan con el temor de los vecinos, la mayoría de los cuales se mostraron reacios a contar lo que saben por temor a represalias. “Es tierra de nadie”, graficó un comerciante.

Saqueo al Caps 
Los malhechores también irrumpieron en el Caps del barrio, donde robaron una computadora nueva, un horno eléctrico y otros elementos de valor. Asimismo, quisieron llevarse la heladera pero no lograron el cometido, aunque generaron un gran perjuicio por la pérdida de vacunas.
La odontóloga María Blanca Morchio, responsable del puesto de salud, precisó que el hecho se registró entre la noche del domingo 15 y la madrugada del lunes 16 de julio.
Ese día, alrededor de las 5.45, el personal comenzó a llegar al lugar y notó que el acceso estaba forzado.
“Robaron toda la parte de enfermería, donde tenemos la computadora que era nueva. De la cocina se llevaron un horno eléctrico, una radio y la garrafa. Además desparramaron todo y se ve que buscaban dinero”, agregó.
Los malvivientes forzaron el ingreso al sector donde guardan los medicamentos, aunque no pudieron abrir la puerta. Tampoco lograron llevarse la heladera, pero la trasladaron algunos metros y quedó desenchufada.
En consecuencia, se perdió la cadena de frío y los responsables del Caps se vieron obligados a desechar las vacunas.

Pidieron un destacamento policial

A pocas cuadras del BOP 10 se halla la Escuela 184 de San Miguel, institución que en los últimos meses padeció varios robos y actos vandálicos. “Ya no sabemos qué hacer, no podemos dejar nada en la escuela porque entra cualquiera y hace un desastre. Tenemos sospechas de quiénes son, pero necesitamos testigos y los vecinos tienen miedo. La única solución que vemos es la instalación de un destacamento policial dentro del predio escolar”, mencionó el director Elbio Romero. El pedido fue oficializado por autoridades del área educativa ante el ministro de Gobierno, Marcelo Pérez. En tanto, desde la Unidad Regional II intensificaron las recorridas de prevención, sobre todo en horario nocturno, durante los fines de semana y los feriados. Muy preocupado, Romero reconoció que “ya nos robaron todo y prácticamente no dejamos nada en la escuela, pero cada vez que entran hacen mucho daño. Por eso necesitamos una presencia permanente de la Policía con un destacamento, que además serviría para todo el barrio”. El predio de la Escuela 184 abarca una manzana entera y dispone de un muro perimetral de ladrillos, aunque varios sectores fueron destruidos a mazazos por los mismos delincuentes que saquean las instalaciones cada vez que quieren.

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Daniel Villamea

Por Daniel Villamea
Corresponsalía Oberá
Territoriodigital


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