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La realidad rompió los esquemas del marketing

Al gobierno de Cambiemos que encabeza el presidente Mauricio Macri se le rompieron los esquemas de gobernar con el marketing político, y de responsabilizar de sus desaciertos y errores a la década pasada. Luego de dos años en el poder sigue repitiendo siempre el mismo argumento, que no solo terminó hartando a la gente, sino que ya tampoco resultan creíbles dichos argumentos.
   La derrota política que obtuvo el presidente Macri en Diputados y en particular en Senadores, tiene el mensaje fuerte de la gente por el altísimo rechazo de la ciudadanía al veto presidencial a la ley que retrotraía las tarifas a noviembre de 2017, aprobada por el Senado según las consultoras el rechazo al veto es del 88,1 por ciento, contra el 6,7 por ciento a favor.
   Otro aspecto a tener en cuenta son las burlas al presidente Macri, luego de sus irrupciones mediáticas que se transformaron no solo en ingeniosas manifestaciones de rechazo a las acciones del gobierno nacional, sino también a sus argumentaciones y explicaciones.  Hay cuestiones que a la gente no le cierran. Existió y existe dinero para eliminar las retenciones al sector cerealero, a las mineras y a otros sectores poderosos de la economía; como la de financiar con recursos del tesoro nacional para frenar la corrida del dólar por la timba financiera, a costas de que el ajuste lo paguen los sectores de menores recursos y garantizando millonarios ingresos a las grandes empresas.
   Es evidente que el gobierno de Cambiemos y la figura presidencial están debilitados, pero es por su propio accionar, sus desaciertos en la economía política del país, no por fortalezas de los partidos de oposición, ni del peronismo en particular. Es obvio que leyeron e interpretaron el malestar de la gente y se hicieron eco de ello, poniéndole un freno a los tarifazos. Otra cosa no podrían haber hecho los diputados y senadores, porque siguen sonando al ritmo de las cacerolas “el que se vayan todos”.
   Veremos cómo reacciona el gobierno y qué reflejos políticos tiene, sigue teniendo la protección y apoyo logístico de los grandes medios de comunicación, pero ya no les sirve de mucho, como se ha visto que no se puede gobernar todo el tiempo con el marketing político y echándole la culpa a otros de sus propios errores y desaciertos.
Se potencia el modelo misionerista
   “Nadie de afuera nos manda, es la semilla que nos dejó la Junta de Mayo”, resaltó en su discurso el gobernador Passalacqua, en un momento difícil del país, no solo en lo económico, sino también en lo político y social. El actual escenario le permitió volver a resaltar la importancia de sostener un modelo político y económico propio, el misionerismo, concepto que acuña la línea política oficialista en la provincia.
   Se sabe que uno de los presidenciables con vistas a las elecciones del próximo año es el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien aparece alejado de las estructuras del kirchnerismo y se mantiene en la misma línea que Passalacqua, de darle gobernabilidad al presidente Mauricio Macri, pero siempre marcando las diferencias; no solo en las palabras, sino también en las acciones de gobierno, como se ha notado claramente en el accionar del gobierno provincial. Una de ellas no fue solo la decisión política de retrotraer en su momento el aumento de las tarifas de luz, sino además la decisión política de una disminución del 5 por ciento en el costo de la energía eléctrica para los hogares residenciales que consuman hasta 300 kilovatios por mes.
  Se subsidia el transporte escolar gratuito, no hubo despidos en la administración pública, se siguen realizando obras con recursos propios. Y todo ello sin recurrir a créditos, mas allá que la provincia está muy bien calificada para la toma de empréstitos, como lo destacó Passalacqua, en su discurso del 1° de mayo en la apertura de las sesiones ordinarias de la legislatura provincial: “Hacemos más de lo que podemos con recursos propios y sin endeudarnos”.
   El no nos manda nadie tiene su significado y connotación política. Por un lado la decisión del presidente Macri de recurrir al Fondo Monetario Internacional, que como bien se sabe impone condiciones de ajustes que impactan siempre en la clase obrera. Y por otro lado sus afirmaciones (No nos manda nadie), fueron a pocos días de que se tratara en el Senado la ley que se aprobó y que busca poner freno a los excesivos aumentos de los servicios públicos, que se volvieron impagables para una porción de la población. En el momento en que se conocía que el presidente Macri estaba solicitando a los gobernadores que instruyan a los senadores provinciales a que voten en contra de la mencionada ley. La ausencia de los senadores misioneros también tienen una señal política: la de estar al margen de la llamada “grieta” que está inserta en el actual contexto político, económico y social del país. Porque al margen de dar gobernabilidad, se está en la búsqueda de consensos políticos y sociales para buscar darle otro enfoque a la conducción  política, para que se dirija hacia el bienestar de la gente.
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