En la plataforma YouTube, el documental de Mathieu Orcel se presenta la como una historia de superación, una lección de vida, y tras su estreno, en menos de 24 horas, el corto recibió casi 4.000 visitas de todo el mundo.
“Agustín Da Silva creció como un niño trabajador cosechando yerba mate en los campos de Argentina. Estaba destinado a una vida de trabajo, pero un giro del destino le abrió las puertas a la educación y a la carrera. Hoy, él está entrenando para calificar para el equipo olímpico de Argentina”, describen.
Y una clave de su desarrollo lo dio la docente Silvera: “Para mí era una esmeralda sin pulir. Se notaba que tenía ganas de sobra”.
Sobre el final, el protagonista se muestra en la intimidad de su humilde casa. Alcanza con decir que es uno de los mejores exponentes del deporte misionero y no cuenta con baño instalado.
Su evolución
Recordó que primero corría descalzo porque no tenía zapatillas y destacó su título Argentino de Cross Country como su mayor logro hasta ahora.
“Esto no lo gané sentado en mi casa, lo salí a buscar. Me siento muy contento, orgulloso de mí mismo de haber obtenido estos triunfos”, remarcó el atleta.
También recorrió su barrio: “Acá hay gente muy humilde, muy pobre. Está en proceso de crecimiento, le hacen falta muchas cosas, luz, agua. Hay mucha necesidad en Caballeriza”.
Pasó por la verdulería donde le ayudan con mercadería para su mejor nutrición, donde contaron que una tarde llegó con sus recortes de diarios y comentó que necesitaba colaboración para alimentarse mejor.
“Mi sueño es representar al país”, dice al final tras alzarse una nueva medalla y abrazar a su mamá. Hoy su historia recorre el mundo.