La escena, con una camioneta volcada a varios metros de la ruta nacional 12 y un joven tirado en el piso hizo presumir una tragedia. Luego, la cantidad de patrulleros de Prefectura Nacional, de Gendarmería Nacional y hasta de la Policía de Misiones derivaron en la hipótesis de un contrabandista o narcotraficante detenido. Pero no fue nada de eso.
Ayer cerca de las 17, Hugo Óscar G. (44) volvía de Paraguay en dirección a Oberá, donde vive y tiene un comercio. Había comprado algunas pequeñas cosas, cuatro o cinco bolsas negras que luego del siniestro quedaron regadas alrededor de su Chevrolet S10. Según relató, después de cruzar el puente decidió parar para poner sus compras en la cabina debido a que la lluvia se intensificó y se podían mojar. Esa maniobra, al parecer, hizo que una patrulla de Prefectura Naval lo viera como sospechoso. Desde ese lugar, hasta que ganó la ruta nacional 12 y pasó Candelaria, lo siguió una camioneta de la fuerza y otro vehículo bordó que no estaba identificado. Siempre según su relato, no notó que lo seguían ni mucho menos imaginó el final.
En diálogo con El Territorio momentos después del hecho, el hombre expresó con mucho nerviosismo que “el auto se me puso delante y la camioneta (de Prefectura) me cerró, ellos me hicieron volcar. Prefectura me hizo volcar”. Él y los testigos agregaron que dentro del vehículo particular iban dos prefectos que luego huyeron de la escena.
El accidente ocurrió entre el ingreso a la localidad y la salida hacía Cerro Corá.
En el lugar de los hechos se pudo ver que la camioneta llevaba unas cubiertas de moto, artículos para instalación de gas, algunas golosinas y una licuadora, entre otros elementos pequeños.
Junto a Hugo iba su hijo Sebastián (21) y ambos quedaron atrapados en el vehículo, sin poder salir. Los uniformados se bajaron del vehículo y lejos de ayudarlo a salir, “me apuntaron con la pistola en la cabeza”, agregó indignado el entrevistado. Dijo que unos vehículos que pasaban por ahí y vieron la escena lo ayudaron a zafarse del rodado ruedas para arriba.
“Qué me hiciste hermano, casi me mataste, yo no tengo nada”, le dijo el conductor al prefecto en medio de la conmoción. “‘Me llamaron que yo te tenía que seguir’, -me respondió-”, relatando que siempre tenía el arma apuntándolo y que el prefecto no salió de su postura para ayudarlo.
Cerca de las 18 llegó la asistencia y las demás fuerzas. El menor de los ocupantes fue trasladado al hospital Madariaga debido a las lesiones sufridas. Sin embargo, no corría riesgo de muerte. Mientras eso ocurría, en la escena se juntaron varias personas que exigieron explicaciones y se mostraron muy enojados. La situación se volvió muy tensa.
“Mi camioneta no sirve más, si di como cuatro vueltas. Todo el trabajo de toda una vida tirado”, se lamentó el padre del herido. Consultado sobre cómo no percibió que lo estaban siguiendo, el hombre insistió en que no notó nada raro. Sí dijo que vio que la camioneta venía rápido pero no pensó que lo buscaban a él. Volvió a expresar que un vehículo no identificado fue el que le cerró el camino.
Testigo
“La verdad es que el muchacho -por el comerciante- se había parado un ratito, había pasado la Aduana y paró en las vías del tren para cambiar sus cosas adelante porque estaba lloviendo. De una salió Prefectura atrás y empezó a correr y a correr y me empezó a tirar señal y yo casi volqué con mi auto”, contó el conductor, Horario A., quien vio toda la escena desde su coche.
“Nosotros pensamos que tenía droga o no sé, pero la verdad es que esto es una vergüenza, es una vergüenza lo que hicieron. Es indignante lo que pasó, mientras el chico estuvo una hora tirado acá le tenían apuntado en la cabeza como si fueran unos drogueros (sic), eso vimos nosotros”, agregó el hombre, muy enojado.
“Por qué no pusieron dos conos y pararon para revisar si nadie se va a negar a que le revisen. Para eso hicieron una persecución y casi mataron a dos personas inocentes”, agregó Horacio en medio de la llovizna y la ruta, que tampoco estaba en óptimas condiciones.
Al parecer en el lugar después estuvieron varios efectivos de Prefectura y la situación en un momento se puso muy tensa. El damnificado pidió explicaciones que no fueron dadas y la lluvia terminó la discusión. El comerciante expresó que después de interiorizarse de la salud de su hijo se iba a hacer una exposición policial. Desde Prefectura Naval, en tanto, hasta ayer a la noche no habían enviado un parte oficial o informaciones sobre el siniestro.