“No se cayó ni le golpeamos. La única que le cuidaba era yo. Encima le bañé dos veces y con un cuidado tremendo le ponía en la bañera. Anteayer le llevé al hospital, el doctor me dijo que tenía muchos gases y que le tenía que dar un tecito para que largue los gases. Pero le dolía y no paraba de llorar”, comentó ayer Ramona Dos Santos (36), la madre de Natanael Adalid Dos Santos, minutos antes de ser detenida como sospechosa por el homicidio del pequeño.
El Territorio la entrevistó en exclusiva en la sala de espera del sector de neonatología del hospital Samic de esta localidad, donde arribó con su pequeño apenas 24 horas antes, derivados desde el hospital de San Vicente.
Si bien la causa del deceso se confirmará mediante la autopsia ordenada por la Justicia de Instrucción, al momento de su internación, el bebé presentaba múltiples hematomas y hemorragia interna, lo que podría indicar que fue víctima de violencia física. El pequeño tenía sólo 37 días de vida.
En tanto, mientras que la progenitora negó cualquier responsabilidad en el hecho, los médicos del Samic que atendieron a Natanael no descartaron que el pequeño haya padecido un cuadro de coagulopatía, trastorno congénito o adquirido que afecta la capacidad de coagulación normal de la sangre y produce hematomas, según explicó Héctor González, director del nosocomio.
“El paciente vino derivado de San Vicente con un cuadro de mal estado general, hemorragia interna y hematomas en región lumbar y tórax. Como las lesiones son compatibles con un posible maltrato, las autoridades del hospital de San Vicente dieron aviso a la Policía. De todas formas, no se puede descartar que el paciente haya tenido un cuadro de coagulopatía y por eso hay que esperar el resultado de la autopsia. Hay que ser prudentes porque es un caso muy delicado”, remarcó González.
Últimas horas
Según las actuaciones policiales, el jueves a la mañana, Ramona Dos Santos ingresó al hospital de San Vicente, donde reside con su pequeño, envuelta en un llanto inconsolable.
La pediatra Azucena Núñez estaba de guardia y fue quien examinó a la criatura. Allí constataron que presentaba hematomas en la espalda y pecho, lo que podría ser indicador de un hecho de violencia doméstica.
Como indica el protocolo, las autoridades del nosocomio dieron aviso a la Comisaría de la Mujer y se disparó el mecanismo de denuncia. La primera medida fue tomar declaración testimonial a la profesional interviniente, quien dejó constancia de que el bebé presentaba “un hematoma en el flanco izquierdo de diez centímetros de longitud y cinco de largo por tres de ancho y un hematoma en la región lumbosacro derecho de cinco centímetros de largo y tres de ancho”.
Además, su estado general era grave. Por ello se decidió su traslado urgente al Samic de Oberá, donde permaneció con respirador artificial, aunque el esfuerzo de los profesionales resultó estéril y falleció ayer a las 11.
Interviene el juez de Instrucción de San Vicente, Gerardo Alberto Casco, quien ordenó el traslado del cuerpo a la morgue judicial de Posadas para la autopsia de rigor, como también la detención de la madre que se encontraba en el hospital Samic. La mujer fue alojada en una dependencia de San Vicente, precisaron.
La versión de la madre
Antes de ser capturada, la mujer accedió a charlar con este matutino y negó cualquier responsabilidad en el hecho, al tiempo que cuestionó el accionar de profesionales del hospital de San Vicente que atendieron a su bebé.
Dos Santos comentó que su hijo nació el 18 de julio pasado en su vivienda del barrio San José, tras lo cual acudió al nosocomio local. También mencionó que tiene un hijo de 13 años y una hija de 2 años y medio, y su esposo se encuentra trabajando en el Sur.
“Mi bebé nació en casa porque no aguanté. De ahí fuimos al hospital y nos revisaron a los dos. Al bebé le pusieron una inyección, pero no sé de qué tipo. Acá (en Oberá) los médicos me dijeron que los moretones eran por esa inyección que le aplicaron, y que yo tendría que haberles preguntado qué clase de inyección le hicieron”, argumentó.
Consultada al respecto, comentó que “los moretones se notaron más o menos a los 22 días”, mientras tanto el pequeño era “sanito, tengo videos en el teléfono que él está mamando. Todavía para amanecer ayer (por el jueves) mamó”.
Indicó que a los 16 días lo llevó a consulta porque estaba resfriado, pero se lo notaba bien. “Encima había aumentado de peso y todo”, agregó.
Fuentes del caso mencionaron que en San Vicente la mujer habría manifestado que su hijo mayor estuvo al cuidado del bebé, aunque en diálogo con este diario aseguró que nadie más que ella lo cuidaba.
Explicó que el miércoles lo llevó a consulta y le dijeron que tenía gases, por lo que le indicaron una infusión.
“Pero de noche no dormí nada porque lloraba, entonces llamé un remís para ir el hospital; llegué y el médico me dijo que le haga el tecito y ya estaba, que también tenía un poco de resfrió. Entonces le pedí que me arregle una ambulancia, que yo me quería ir a Oberá. Pero me dijo que no tenían ambulancia. Eso fue de madrugada y recién a las 2 de la tarde me trasladaron a Oberá con mi bebé”, precisó.
Se mostró indignada ante la sospecha de violencia contra Natanael y se opuso a la autopsia: “Yo le dije a la doctora que no quiero eso. Si él murió, si no hay más solución, yo no quiero. Ya basta, ya está”.
“Allá (en San Vicente) le inyectaron algo o para sacarle sangre le hicieron mal. Pero quién son ellos para venir con denuncia y decir que yo traté mal a mi hijo”, indicó antes de ser detenida.
Territoriodigital