Nélida Rodríguez (37) y su familia se inundaron dos veces en cinco días, tras lo cual decidieron abandonar el terreno que habitaban en San José y usurparon un sector alto de barrio Norte.
Desde hace una semana residen en una improvisada casilla de loma plástica, techo de chapas de cartón y piso de tierra, convertido en barro por las persistentes lluvias de la última semana.
En el mismo predio se instaló otra decena de familias provenientes de San Miguel y San José, dos de los barrios más castigados por el clima de principios de mes en esta localidad.
“Nosotros vivimos varios años en una casa alquilada, pero el año pasado no podíamos pagar el alquiler y nos mudamos a San José, a un terreno del bajo. Compramos una mejora y ampliamos un poco la casa, pero con las últimas lluvias nos inundamos dos veces seguidas y fue horrible. No se puede vivir así”, lamentó Rodríguez.
El lugar al que hizo referencia es conocido como el bajo de San José, un sector de olerías por donde cruza el arroyo Lata. Si bien no se trata de un cauce importante, en temporada de lluvias éste se incrementa notablemente porque absorbe los desagües de la zona alta.
“Toda la enchorrada de Cien Hectáreas y Villa Lindstrom va para San José y hace desastre”, graficó la mujer.
En tanto, comentó que “otros vecinos no se quieren ir de las casas, pero no es vida que se inunde cada vez que llueve. Nos instalamos acá porque no tenemos a donde ir, como las otras familias. Vino gente de la Municipalidad y nos censó para traernos agua potable”.
Sin recursos
Por su parte, el intendente Carlos Fernández se refirió a la problemática de las familias asentadas sobre los cauces de los arroyos, quienes muchas veces se resisten a abandonar sus viviendas.
Al respecto, indicó que sólo sobre la cuenca del arroyo Mbotaby existen 244 familias censadas.
“Tenemos relevado todo, familia por familia. Pero hay gente que no quiere abandonar su lugar y es muy difícil sacarlos de ciertos espacios. Pueden estar con el agua en la cintura y resisten para cuidar sus cosas y conservar su espacio”, justificó el jefe comunal.
Asimismo, reconoció que el municipio no dispone de los recursos necesarios para adquirir terrenos que permitan reubicar a todas las familias afectadas.
Territoriodigital