Durante las Pascuas la demanda de productos de la pesca aumenta significativamente. Consumidores que habitualmente eligen carnes rojas o de aves como fuentes proteicas, recurren por cuestiones de tradición/religión a los productos de la pesca.
La Municipalidad de Oberá propone brindar algunas recomendaciones destinadas a los consumidores y comerciantes que permitan evaluar el estado del pescado teniendo en cuenta las características organolépticas que debe reunir el producto fresco:
- El aspecto general debe ser atrayente; de piel húmeda, brillante y lustrosa, dando sensación de frescura (de recién salido del agua). La superficie opaca indica envejecimiento.
- El pescado debe conservar su color normal, sus tintes fuertes y vivos y el reflejo metálico característico.
- Olor: deberá ser “a algas marinas frescas” (en el pescado de mar) o “agradable a río” en el caso del pescado de agua dulce.
- Rigidez: la carne debe ser firme, con buena consistencia y elasticidad.
- Ojos: deben ser esféricos, salientes (convexos), transparentes y dar sensación de vivacidad. Las pupilas deberán ser negras y brillantes. Como excepción a esta característica, el Dorado y la Corvina pueden presentar los ojos hundidos.
- Piel o escamas: la piel debe ser resbaladiza, suave, brillante y limpia. Las escamas deben ser abundantes y difíciles de sacar. La superficie del pescado debe presentar escasa secreción de color transparente.
- Carne / músculo: blancas, perladas o tornasoladas, brillantes y con transparencia; la carne deberá estar firmemente adheridas a la columna vertebral y espinas.
Ante cualquier duda o consulta comuníquese con el Departamento de Seguridad Alimentaria personalmente en nuestras oficinas o al teléfono 407021 de 7 a 13 hs.