La enfermedad, de la que todavía no se conocen las causas, provoca una pérdida aguda de la visión.
“La cantidad de pacientes que llegan con esta enfermedad es cada vez mayor. Antes teníamos un caso por año, ahora son tres por mes”, indicó el oftalmólogo Horacio Martínez, quien atiende una clínica en esta localidad que, en los últimos días, realizó tres ablaciones de córneas, todas debido a la misma causa: el queratocono.
“La ciencia todavía no descubrió las causas de esta enfermedad. Es una degeneración del tejido que provoca una pérdida aguda y extraordinaria de la visión”, detalló el profesional.
En los últimos días se realizaron tres queratoplastias o trasplantes de córneas y se operó a un niño de doce años que llegó con una herida penetrante en uno de los ojos.
“Estamos asociados al Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablaciones e Implantes (Incucai) y en consecuencia al Centro Único Coordinador de Ablación e Implantes de Misiones (Cucaimis), por lo tanto atendemos a los pacientes de la región que están en lista de espera para un trasplante. Casualmente la semana pasada nos avisaron que disponían de una córnea cadavérica por lo que preparamos todo y el trasplante se realizó a un joven oriundo de Apóstoles. Luego avisaron dos más por lo que fueron finalmente tres trasplantes a pacientes de entre 18 y 21 años”, comentó el profesional aPRIMERA EDICIÓN.
En los tres casos la necesidad del trasplante se generó por el queratocono, que se puede desarrollar en uno o en ambos ojos, casi siempre es bilateral, los primeros síntomas suelen aparecer en la pubertad con la aparición de un astigmatismo miópico irregular que va dificultando progresivamente la visión.
Medidas preventivas
El profesional agregó que la manera de prevenir es “evitar frotarse los ojos ante un ardor y visitar a un profesional”. En cuanto a los tres trasplantados señaló que tendrán al menos siete meses de controles periódicos que “son fundamentales, ya les sacamos el parche, usando un protector se pueden movilizar normalmente. Estimamos que podrían recuperar más del cincuenta por ciento de la visión, en algunos casos se alcanzan índices del 80, 90%”, subrayó.
“Este tipo de intervenciones requiere anestesia total y se extienden entre dos y cuatro horas de acuerdo a la técnica utilizada. En esta oportunidad aplicamos una técnica denominada ‘lamelar’. A diferencia de la ‘penetrante’ en la que se sacan todas las capas de la córnea que son cinco, con la lamelar se sacan cuatro y se deja la última que es el corazón de la córnea. Todos estamos capacitándonos permanentemente, son horas de estudio para especializarnos en estas intervenciones y las satisfacciones que podemos tener es gracias a ese esfuerzo. Lo único que necesitamos es que las obras sociales acompañen”, finalizó Martínez.