Se aprobó sin cuestionamientos el presupuesto municipal para el próximo año que será de 332 millones de pesos, en tanto que el presupuesto aprobado para el concejo deliberante será de un poco más de 11 millones de pesos. En este sentido el presidente del deliberativo local Ariel Chaves, destacó que decidieron disminuir en dos millones el presupuesto de los ediles, como un gesto de austeridad y de acompañamiento al ejecutivo municipal, para que pueda contar con mayores recursos para destinarlos a mejorar la calidad de vida de los contribuyentes.
Chaves, luego de la aprobación del presupuesto, manifestó que ello significa darle gobernabilidad al ejecutivo, al cual se comprometió en ayudar en la gestión, porque si al intendente le va bien será en beneficio de los obereños «y eso es lo que queremos todos los concejales», señaló.
De manera comparativa, el presidente del concejo realizó una comparación entre el monto asignado en el presupuesto a la intendencia respecto al aprobado para el concejo en su totalidad, señalando que es prácticamente el mismo monto presupuestario.
Por otro lado tomó estado parlamentario el proyecto de pedido de adecuación de las tasas municipales enviado por el ejecutivo municipal, en el cual se propone clasificar en cuatro categorías, de acuerdo a la zona donde este el inmueble, de manera tal que aquellos que reciban mayores servicios serán los que más tributen. En ese sentido el intendente Carlos Fernández adelantó que en algunos casos el aumento solicitado al concejo deliberante será mayor al índice inflacionario anual, que supera el 40 por ciento. Pero siempre con el criterio de que el aumento será en función a los servicios que reciban los contribuyentes, entendiendo que es la manera más justa del cobro de los tributos, porque no es lo mismo el que tiene todos los días recolección de residuos, barrido y limpieza que aquellos que tienen recolección de residuos tres veces a la semana, ejemplificó el intendente.
Por otro lado, ingresó el pedido de incremento de la empresa prestataria del servicio urbano de pasajeros, que tendrá tratamiento parlamentario seguramente en febrero o marzo del año que viene. En cambio la nueva escala y porcentajes de aumentos de las tasas municipales enviado por el ejecutivo podría tener sanción antes de fin de año, según lo adelantó el presidente del concejo deliberante.
Al parecer todo se está encaminando a un año de trabajo en conjunto, de mayor diálogo y entendimiento entre legislativo y ejecutivo; en un año que seguramente será difícil como el que está culminando, y en el que se agrega el ingrediente electoral.
Macri quedó al desnudo
El tratamiento de ganancias dejó al desnudo al gobierno de Cambiemos y en particular al presidente Mauricio Macri, quien criticó duramente al gobierno kirchnerista por el impuesto a los sueldos y prometió que lo eliminaría. Cuando en diputados los bloques opositores aprobaron la ley elevando ampliamente el piso de aplicación del gravamen, rápidamente Macri se sinceró y llamó de irresponsables a los diputados que aprobaron la ley, quienes irónicamente le respondieron, que querían ayudar al presidente a cumplir con sus promesas electorales.
Con esto quedó evidenciado que la política aplicada por el gobierno anterior tenía sus razones de ser, pero la política de extraordinaria campaña de marketing que puso las palabras cambio, progreso y futuro del lado de Macri, convenció a la gente de lo que no era cierto, y hoy en la realidad se la puede ver claramente.
Hoy día muchos ciudadanos, con la letra provista por los medios de comunicación -que incansablemente las 24 horas del día le siguen echando la culpa al gobierno anterior- reproduciendo el discurso conformando un poderoso sentido común, con lo cual logran convencer y disciplinar a las masas y en particular a los trabajadores, quienes concluyen muchos diciendo convencidos, que estamos pagando los costos de los 12 años del gobierno anterior.
Y esto tiene su razón de ser, si miramos que ya comienza el armado de la estrategia electoral para las elecciones legislativas del próximo año. La idea es instalar en el electorado que no se plebiscite la gestión del presidente Macri, la idea es que se plebiscite la gestión kirchnerista. Es por ello que tras cada medida de ajuste, rápidamente se expone mediáticamente y en forma constante a la ex presidente y a varios funcionarios sospechados de corrupción. Esta estrategia seguirá así y con mayor intensidad el próximo año electoral con la idea de que la gente, usando “el sentido común” vuelva a votar a favor de Macri y no a favor de los supuestos corruptos; logrando de esta manera que no se evalúe el presente y las medidas económicas, sino mas bien que se vote de acuerdo a la conciencia colectiva que logre crear eficazmente instalada el marketing de Cambiemos, y acompañado por los grandes medios de comunicación.
Finalmente la Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto para la baja del Impuesto a las Ganancias que acordó el Gobierno con la CGT y que fue avalado por los gobernadores.
La nueva ley, que comenzará a regir el 1 de enero próximo, lleva el mínimo no imponible a 37 mil pesos brutos para casados con dos hijos, y a 27.941 para solteros.
Si bien son sueldos altos, la promesa electoral fue la de eliminar el famoso impuesto a los salarios, el cual con el transcurrir de un par de años más, no será tema de debate, puesto que el gobierno nacional ya ha fijado una escala de aumento salarial nuevamente por debajo de la inflación estimada, que rondaría el 24 por ciento, pero que seguramente será mayor. Con esto se logrará bajar el costo laboral pretendido por los empresarios y la caída del poder adquisitivo de los trabajadores y la consecuente caída del mercado interno, provocando para el caso de Misiones que sea mayor la cantidad de personas que crucen al Paraguay para que les alcance el salario mensual. Además con ello se estará disciplinando a la clase trabajadora.