Un último beso, el llanto desconsolado de una madre que una y otra vez preguntó por qué, el abrazo íntimo de una familia atravesada por el dolor más absoluto. Lágrimas, desesperación, impotencia ante lo irremediable.
Los restos de Rocío fueron velados entre la madrugada y la tarde de ayer en el salón de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo) de avenida Andresito y Alberdi, donde centenares de personas arribaron para brindar sus sentidos pésames.
Familiares llegados desde diversos puntos del país y la provincia, amigos, compañeros, vecinos, todos abatidos por el deceso de una joven muy querida, llena de vida y de sueños.
“Era una gran amiga, siempre de buen humor y positiva. La elegimos como mejor compañera, con eso está todo dicho. Yo todavía no caigo, no puedo creer lo que pasó”, comentó Johan Bernard, quien asistía al mismo curso y viajaba en el colectivo de la tragedia.
Varios alumnos de la Escuela Provincial de Educación Técnica (Epet) 3 concurrieron al velatorio con el uniforme del colegio. “Es un homenaje que le quisimos hacer a Rocío, que siempre fue muy buena con todos”, indicó Romina, de tercer año.
Tal lo previsto, el multitudinario cortejo fúnebre partió puntualmente a las 15, mientras que la inhumación se realizó en una fosa situada a unos 200 metros del acceso al cementerio. Por pedido de la familia, no se permitió el acceso de cámaras.
Por otra parte, los restos de Luana Centurión (18), también alumna de la Epet 3 e hija de un suboficial de Gendarmería, son velados en el salón de la Celo de calles French y Santiago del Estero. La inhumación está prevista para hoy a las 9 en el mismo cementerio.
Fuentes cercanas mencionaron que se decidió extender el velatorio para posibilitar el arribo de familiares que residen en otras provincias. Los restos de Rocío serán depositados en un nicho, anticiparon.
Dos familias destruidas
Ayer, los padres y hermanos de las víctimas de la tragedia en Brasil se mostraron abatidos y se excusaron de charlar con los medios. Incluso, en el caso de la familia Centurión, se registraron algunos incidentes con trabajadores de prensa que se acercaron a la sala velatoria y pasaron un mal momento.
En cambio, en la despedida de Rocío Martínez varios familiares brindaron su punto de vista sobre los acontecimientos que conmovieron a la provincia de Misiones y el país.
“La madre y los hermanos de Rocío están destruidos. El papá también, pero él tiene que estar fuerte porque sino, la familia se viene abajo. Uno nunca piensa que le puede pasar estas cosas, pero la tragedia está a la vuelta de la esquina y uno no está preparado”, opinó Aníbal, tío de la jovencita fallecida.
Además, dejó entrever cierto malestar de la familia hacia las condiciones del viaje de egresados con la empresa Tabay Tours en un colectivo de Río Uruguay.
“Todavía no sabemos qué pasó, pero varios chicos dijeron que el chofer se durmió porque empezó a ir cada vez más rápido y se cruzó de carril. Ahí volcaron. Es hora que el Estado empiece a controlar en serio a las empresas de viaje, porque después es tarde y sólo se puede llorar”, subrayó.
En tal sentido, Alejandra -madre de un alumno que viajó y resultó ileso- se mostró muy disgustada por la actuación posterior de las empresas responsables del traslado de los alumnos.
“Jamás se comunicaron con nosotros, ni de Tabay ni de Río Uruguay. Si mi hijo no me llamaba, yo no me enteraba. Él me llamó de madrugada y yo avisé a otras madres. Pero bien que el sábado anterior me llamaron al fijo de mi casa para que le pase número de recibo, fecha e importe de las cuotas de pago del viaje”, mencionó indignada.
Comunidad dolida
Rocío había representado a la Epet como primera princesa en la última Estudiantina obereña y jugaba al rugby en el Club Centro de Cazadores de Oberá. Precisamente, los amigos del rugby estuvieron presentes ayer acompañando a la familia y, sobre todo, a Daniel Martínez, hermano de Rocío y jugador de la primera división del mismo club.
“Dani le incentivó a Rocío la pasión por el rugby. Era su hermanita más chica, la mimada de la casa. Uno se pone en su lugar y no hay palabras para explicar el dolor, por eso tratamos de acompañarlo y él sabe que estamos para lo que necesite”, expresó un compañero en nombre de todo el equipo.
En tanto, la Unidad Regional II de Policía dispuso la presencia de psicólogas y asistentes sociales para colaborar en la contención de familiares y amigos presentes en el velorio e inhumación, un aporte valorable ante tamaña tragedia.
Desde el viernes, el Ejecutivo municipal estableció tres días de duelo y suspendió todas las actividades oficiales programadas.
Por su parte, el presidente del Concejo Deliberante, Ariel Chaves, envió “sus más sentidas condolencias a las familias de las jóvenes que han perdido su vida, así como confía en la recuperación de los heridos de tan lamentable accidente”.