En el marco de los 60 años del Santuario de Schöenstatt de Oberá, el fin de semana pasado se llevaron a cabo diferentes actividades, de las cuales participaron comunidad es de diferentes puntos del país, recordando el mensaje que les dejara el Padre José Kentenich: «Misiones, con su naturaleza pujante, será un floreciente Jardín de María».
Las actividades comenzaron el sábado con la visita del Padre Argemiro Ferracioli, desde el Santuario de Santa María Brasil, quien es postulador de la Beatificación del Siervo de Dios Joao Pozzobon. Luego se llevó a cabo la Santa Misa en el Santuario, y finalmente una charla con el tema Alianza de Campaña, origen de la Alianza. En tanto que el domingo la actividad comenzó temprano con la recepción de peregrinos del NEA y del Paraguay, para luego pasar al Rezo del Santo Rosario en el Santuario y a la Santa Misa concelebrada frente al Santuario, por el Obispo Damián Santiago Bitar y el Padre Argemiro.
Otro de los momentos importantes fue la conferencia de la hermana Elsa María, relacionada con la historia del Santuario de Oberá. En la misma, la hermana se remontó a la vida del Padre Schöenstatt en la Alemania del Nacional Socialismo, donde tuvo que pasar sus días recluido en un campo de concentración por vocación propia, hecho que se conoce mundialmente como el «Espíritu del 20 de enero», y que generó además el movimiento que hoy se conoce como la comunidad de Schöenstatt.
Esto también dio inicio a la orden del Jardín de María, que ordena a las hermanas marianas. Esa la misión del Santuario de Schöenstatt, recordar el Espíritu del 20 de enero y al Jardín de María.
Con una procesión con El Santísimo desde el gimnasio del colegio hasta el Santuario y con un Almuerzo en el Parque de las Naciones, cerraron un nuevo festejo junto a toda una comunidad cristiana, fiel y devota.
Reseña de la historia del Santuario
Las Hermanas que llegaron en 1949, se dedicaron a la educación, y lentamente fue surgiendo el «Colegio Mariano», en pleno centro de la ciudad, frente a la principal parroquia católica. El 21/9 el Padre Kentenich llega a Posadas, Misiones, y el 22 de septiembre arriba a Oberá, donde es recibido con mucha alegría por las Hermanas de María y los residentes del pueblo. En conversaciones con sacerdotes del Verbo Divino, les manifiesta su interés en erigir un centro espiritual en el Noreste Argentino.
Conoce un terreno en Posadas y regresa a Buenos Aires el 30 de septiembre. En enero del 1956, las Hermanas manifiestan su anhelo de tener un Santuario en Oberá. Muchos impedimentos surgieron en ese momento pero Dios elige lo pequeño y, si es su plan, se preocupará también por su realización, pero, exige también la fe y la colaboración humana. En julio de 1956 llega la carta de la Hna. Úrsula, Superiora Provincial, que entre otras cosas dice: «Si quieren un Santuario en Oberá, apresúrense». El mismo día se despacha una carta al Obispo Francisco Vicentín, Obispo de Corrientes y Misiones pidiendo la autorización para la construcción. Al tener la aprobación, el 24/09, fiesta de nuestra Señora de la Merced, se coloca la piedra fundamental y se inicia la construcción en el amplio patio del Colegio.
El constructor es el Sr. Anton Schmitz y los colaboradores son los alumnos. Cuentan que colaboraron en la excavación de los cimientos y que, en los recreos, acercaban los ladrillos que algunos, hasta traían de sus casas.
Con la colaboración de los habitantes de Oberá se ven crecer los muros día a día. Con alegría, mucho esfuerzo y oración, en dos meses se logra finalizar la obra y el Santuario es bendecido el 21de noviembre, en la Fiesta de la Presentación de María.
