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Aseguran que las Termas ya no dan pérdidas; la CELO analiza cederle a Luz y Fuerza por la deuda de $70 millones

parque-terMientras por un lado, desde la CELO analizan ceder su parte de la administración de las Termas de la Selva (compartida con la municipalidad) a la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLyF) como compensación por una deuda con la entidad de 70 millones de pesos, convenio que estarían firmando en pocos días según confirmó a INFOBER el nuevo presidente Rafael Pereyra Pigerl; por el otro, el intendente Carlos Fernández confirmó que desde el mes de julio, el parque no está siendo deficitario debido a una mejor administración del consorcio que ahora obtuvo precios de proveedores y de insumos hasta tres veces más baratos que los que pagaba el ex jefe comunal y actual Director de Arquitectura de la provincia, Ewaldo Rindfleisch.

En declaraciones al diario Primera Edición, Fernández contó que por primera vez y desde el mes de julio, el parque termal dejó de ocasionar pérdidas “Hemos promocionado mucho y en los primeros meses del año hemos invertido más de 200 mil pesos por mes y hoy podemos ver el resultado. En julio y agosto emparejamos la ecuación y no tuvimos que poner más plata para que eso funcione”.

“Yo no sé (si se pagaba más caro) por la época o por el proveedor. Nosotros hemos conseguido una grúa muy importante, muy veloz y a muchísimo menor precio que la anterior” admitió, y aseguró que el precio actual del servicio contratado para hacer el mantenimiento de las dos bombas “es tres veces menor que el valor que se pagaba y con optimización de los tiempos” analizó Fernández al matutino provincial.

Hasta la llegada de la Lista Blanca a la CELO, la cooperativa y el municipio mediante “subsidios” servían de caja al consorcio administrado por Nori Eichelt con una pérdida anual de hasta 1,5 millones de pesos, buena parte generados con uno dos cambios de bomba al año, ya que se contrataba el servicio de grúas de la empresa Pedro San Juan, la misma que hizo la primera perforación con un sobre precio notable y dejó inconclusa la segunda por la que se le abonó 400 mil dólares, reclamando además una deuda millonaria.

Pedro San Juan, por cada retiro de la bomba, cobraba 120 mil pesos y el arreglo que se hacía en Grunfos (Buenos Aires), otros 200 mil pesos. Curiosamente, desde 2015 en adelante cuando la administración de la CELO cambió, solo hubo que reparar una vez la bomba proceso que ésta vez apenas demoró 22 horas.

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