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Denunció que el municipio quiso desalojarla sin una orden judicial

Momentos de tensión, bronca y llanto, se sucedieron ayer durante el frustrado desalojo de una familia asentada sobre un espacio verde de Barrio Norte, donde funcionarios municipales irrumpieron sin orden judicial alguna y desarmaron parte de la vivienda en cuestión.
Tras casi cinco horas de discusiones y consultas, finalmente la comuna desistió en el reclamo y retiró a sus operarios del lugar. Por su parte, la dueña de casa radicó una denuncia por daños ante la Comisaría Cuarta, donde dejó asentado que en ningún momento los funcionarios le exhibieron una orden de desalojo.
“Estoy muy indignada con lo que hicieron porque me fui a trabajar temprano y aprovecharon que no estaba para empezar a desarmar mi vivienda. Para colmo, mis hijos estaban durmiendo adentro. Me pregunto qué pasaba si tumbaban todo arriba de ellos. Es una locura lo que hicieron”, subrayó Angélica Camargo (31).
En diálogo con El Territorio, precisó que hace dos semanas se instaló en el espacio verde ubicado sobre arroyo Las Tunas y Pindaytí, en Barrio Norte, un predio que el municipio tiene reservado para una plaza.
Contó que cría sola a sus tres hijos, dos varones de 4 y 14, y una chica 16 que al momento del hecho se encontraba en el colegio.
Consternada por la situación vivida, reconoció que hasta hace dos años residía con su concubino en Villa Kleiven, pero el sujeto la maltrataba y decidió separarse.
“Me pegaba mucho y vivía con miedo, hasta que tomé coraje para denunciarle y me fui con mis hijos. El primer año pude pagar un alquiler, pero este año empecé a tramitar un corte de casa en la Municipalidad, me pidieron miles de requisitos y al final no me dieron nada”, lamentó.

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