El director ejecutivo del Ente Binacional Yacyretá, Humberto Schiavoni, estimó hoy que en seis meses podrían cerrarse las negociaciones con Paraguay para avanzar en la licitación para instalar tres turbinas en el brazo Aña Cuá y aumentar en un 9% la generación de energía.
Para avanzar con ese proyecto que data desde hace más de una década, “es necesario renegociar el anexo C” con el vecino país, explico Schiavoni, en una presentación que encabezó esta mañana en Ituzaingó ante medios de prensa de Misiones, Corrientes y Buenos Aires.
Según comentó el funcionario, los paraguayos demandan tres cosas: mayor precio por la energía que no usan y ceden a la Argentina y por la que hoy reciben u$s8 el MW/h (Yacyretá recibe 40 dólares de Camessa por cada MW/h); mayores compensaciones por terrenos inundados y una rediscusión del pago de intereses de la entidad con el Estado argentino. Este último punto facilitaría que Paraguay monetice mejor la energía que cede a nuestro país.
Yacyretá tiene una deuda cercana a los 14.000 millones de dólares con el Estado Argentino y debe atender los servicios de ese pasivo. Paraguay, que no aportó dinero para la obra y compensa su aporte con energía, quiere rediscutir las compensaciones por las cuales entrega energía a cambio de ir achicando su parte en esta enorme deuda.
Aña Cuá es el proyecto para aumentar la generación de Yacyretá y e incrementar su potencia, lo que le permitiría a la EBY producir un 9 por ciento adicional de energía. La inversión demandará 550 millones de dólares (48 meses de duración) y los pliegos de licitación ya están listos.
Sin embargo, no se puede avanzar hasta que no se renegocie el anexo “C” del tratado binacional con Paraguay.
Mientras tironea para quedarse con una tajada mayor de la que recibe, Paraguay está preparando sus líneas de alta tensión para llevarse el 50 por ciento de la energía que produce Yacyretá, que es lo que le corresponde. Hoy se lleva el 13% mientras que la Argentina utiliza el 87% restante, según los datos de 2015 exhibidos por Schiavoni.
El vecino país podría reclamar el uso de la totalidad de la mitad de la energía que le correponde y optar por vender una mayor proporción de la energía que también le corresponde por la represa de Itaipú, que comparte con Brasil. Paraguay recibe más dinero por ceder a Brasil la energía de Itaipú que lo que recibe por ceder su parte en Yacyretá a la Argentina.
“El proyecto de Aña Cuá que fue seleccionado es el de turbinas Kaplan con una central aguas abajo de la actual presa, la potencia instalada aumentará en 9% en 275 MW. Tiene una altísima tasa de retorno porque muchas obras ya están hechas, la presa, el vertedero, no hay que relocalizar a ningún habitante y no tiene daño ambiental porque no se inunda un centímetro cuadrado más”, dijo Schiavoni.
Sin embargo, a pesar de que está todo listo dejó en claro que la renegociación con los paraguayos puede ser ardua. “La documentación licitatoria está lista pero dependemos de acuerdos con Paraguay”, señaló.
“El otro proyecto es la ampliación de la actual central con entre 3 y 5 turbinas, casi seguro serán tres más”, explicó Schiavoni. Eso incrementará en 15% la potencia pero en sólo 5% la generación. “Es una obra de 48 meses que tiene un costo de 900 millones de dólares”, señaló el misionero. Esta obra también depende de la renegociación con los paraguayos.
Generación récord
En el mes de octubre, Yacyretá produjo 1850 MW/h de energía marcando un récord de ese mes en su historia y aportando el 16% del total de la energía eléctrica que consumió la Argentina. El 25 de noviembre se cumplirán 5 años desde que Yacyretá funciona a máxima potencia con el embalse del río a cota 83 (metros sobre el nivel del mar).
Objetivos de la gestión
En la presentación en la que estuvo acompañado por el Consejero Argentino de la EBY, Martin Goerling, el titular del ente trazó los principales objetivos de su gestión, que dividio en cuatro ejes:
-Mantenimiento y ampliación del actual parque generador. Acá lo principal pasa por el mantenimiento de las 20 turbinas actuales (siempre hay dos que estás paradas y acondicionándose) y los proyectos de Aña Cuá y ampliación de 20 a 23/25 turbinas de la actual central.
-Modernización de la gestión de la EBY con criterios de una empresa de energía hidroeléctrica. En este sentido, Schiavoni destacó que se utilizarán criterios funcionales y no políticos para designar al personal y se gestionará utilizando herramientas informáticas y se promoverá la “despapelización”.
-Readecuar las políticas sociales y medioambientales con criterios de RSE. En esta línea el titular de la EBY destacó la “limpieza” que se realizó al padrón de beneficiarios de bolsas de comida y ayudas sociales. Y el trabajo para capacitar y contratar (contratos plurianuales) a muchas personas relocalizadas.
Schiavoni recordó que su gestión presentó una denuncia penal para que se investiguen las irregularidades en la distribución de bolsas de comida y en comedores comunitarios inexistentes que la EBY pagaba puntualmente.
-Lograr una situación económica y financiera sustentable para el 2016. El titular de la EBY destacó ahí los recortes a los gastos previstos por la anterior gestión para el corriente año. “Había un presupuesto de 1200 millones de dólares cuando la EBY factura la mitad, inicialmente se financiaba el resto con aportes del Tesoro”, explicó. Ahora las reducciones prácticamente igualan a los egresos (u$s583 millones) con los ingresos (u$S520 M) previstos para 2016.
MisionesOnline