Al cierre de la semana pasada, el concejo deliberante comenzó a analizar el convenio suscripto entre la municipalidad y la CELO. Del primer encuentro participaron en forma conjunta los secretarios municipales y las autoridades de la cooperativa, la reunión que fue prolongada y luego continuó con una cena mediante en el parque de las naciones, cena a la que no fueron todos los concejales, en la cual los directivos de la CELO pretendían que el encuentro gastronómico sea motivo de festejo y celebración del convenio suscripto.
Si bien los concejales aclararon que no se oponen a celebrar que el municipio y la cooperativa eléctrica lleguen a un acuerdo que beneficie a ambas instituciones, entienden que está faltando mayor información para avalar con los votos el convenio suscripto. Para ello no solo han requerido de mayor información, sino que quieren acceder al expediente judicial. Además cada bloque tiene la idea de pedir asesoramiento jurídico y contable con el fin de estar totalmente seguros de que el acuerdo es beneficioso, en particular para el municipio. Incluso tienen la idea que luego que cuenten con toda la información requerida, convocar a la utilización de la banca pública por espacio de una semana para que todo aquel ciudadano que quiera expresar su opinión sobre la cuestión lo pueda hacer.
Las mayores desconfianzas apuntan a las acciones de algunos consejeros, que en un principio recurrieron al enfrentamiento político con el municipio y no hubo intenciones de diálogo, por lo que tomó la vía judicial.
Algunos observadores entienden que la idea del acuerdo, más allá de que sea beneficioso o no para ambas instituciones, la intención de algunos consejeros, conocidos como dirigentes políticos, es tratar de convencer a los obereños que los buenos son los consejeros de la CELO y los malos los ex funcionarios de la administración municipal anterior, y de esta manera salvar y dejar ocultas sus culpas y responsabilidades, que seguramente habrán sido compartidas o no.
Lo bueno y aplaudible es que exista la voluntad de acordar entre ambas instituciones, pero para ello sería fundamental conocer toda la información y de cómo jugó cada una de las partes en su momento y no tirar la basura bajo la alfombra para salvar el buen nombre y honor de algunos de los actores, y que la actual gestión municipal encabezada por Carlos Fernández cargue con los costos de desaciertos de otras instituciones.
El retroceso del populismo
El juicio político y destitución de Dilma Rousseff como presidente del Brasil y la asunción de Michel Temer, profundiza el retroceso de los movimientos conocidos como populistas en Latinoamérica. Este proceso comenzó en 2012 en Paraguay con la destitución, también vía juicio político, del ex presidente Fernando Lugo, en ambos casos los gobiernos del cono sur se manifestaron en contra y catalogados como golpes institucionales. La Argentina -en este caso del Brasil- manifestó su respeto al proceso institucional, que significa una aprobación y apoyo casi explícito. Por el contrario, varios presidentes de Latinoamérica, partidos políticos y organizaciones locales, expresaron su rechazo a la destitución de Dilma, e incluso retiraron sus representaciones diplomáticas del Brasil.
El avance de los sectores de derecha comenzaron con la destitución de Lugo en Paraguay y de a poco se fue consolidando en los demás países latinoamericanos. En la Argentina, con la caída del kirchnerismo, que siempre fue catalogado como un gobierno populista, la situación fue diferente; porque los sectores de derecha llegaron al poder por medio de voto, pero con un fuerte apoyo logístico y de campaña de los grandes medios de comunicación.
Estos procesos políticos se fueron repitiendo a lo largo de la historia, antes se producían mediante golpes militares que siempre son traumáticos y siempre generan un alto grado de resistencia por la imposición, hoy la metodología es distinta y mucho más efectiva, porque se logra convencer y conseguir acompañamiento incluso en medidas políticas que afectan a los propios electores y ciudadanos, quienes convencidos no solo aceptan las medidas que operan en contra de sus propios intereses, sino que las apoyan. Como lo señalado por el Ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay, quien sostuvo que «los que sufren y perdieron el trabajo, conocen que este era el único camino». Este nivel de convencimiento y aceptación únicamente se puede lograr con la influencia mediática. Es seguro que sí existen otros caminos, pero estos dependen del modelo político y económico, y qué es lo que prioriza cada gobierno y a qué sectores de la economía.
Todo esto se consigue a través de gran poder que ejercen los medios de comunicación masivos bajo la teoría conocida de la aguja hipodérmica, también conocida como la bala mágica; donde los mensajes con un destino y propósito específico son recibidos y aceptados en su totalidad por el receptor. Es por ello la importancia del marketing en la campaña política y de las acciones de gobierno en donde los publicistas hacen su trabajo, de cómo y que comunicar para que los políticos y medios de comunicación se encarguen de su difusión, para que sea aceptado.
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