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Sin pistas del comerciante que baleó a su pareja en un bar pool de Panambí

km13Los investigadores apuntaron sus mejores expectativas hacia la localidad brasileña de Alecrim, distante a unos 18 kilómetros de Panambí, donde el acusado tiene familiares y amigos, pero hasta el momento no lograron dar con su paradero.
Hoy se cumplen doce días del salvaje ataque que padeció Silvia Cristina Ramírez (40) por parte de su propio esposo, Juan Backes (43), a quien dos testigos presenciales apuntaron como el autor material del hecho.
La mujer sufrió un terrible golpe en la cabeza con un taco de pool y salió corriendo a pedir auxilio; aunque el acusado logró alcanzarla, la arrastró hasta el interior de su vivienda y trató de rematarla con un disparo de bala calibre 38 que ingresó a la altura de su pecho izquierdo.
Enseguida, al ver que su pareja agonizaba, el mismo sujeto la alzó en brazos y la trasladó hasta el Hospital Samic de Oberá. La dejó en la guardia de emergencias y escapó sin dar explicaciones.
Tras las primeras curaciones, la víctima fue derivada al Hospital Madariaga de Posadas, donde se recupera de las graves lesiones.
Luego del hecho, habitantes de la costa del río Uruguay aseguraron que vieron a Backes cruzando hacia el Brasil en un bote de madera. Por ello, una comisión de la Policía de Misiones viajó al vecino país tras los pasos del prófugo acusado de “femicidio en grado de tentativa”, pero hasta el momento la búsqueda resultó infructuosa.
El violento hecho se registró el martes 19 de julio, alrededor de las 20.30, en la propiedad de la pareja implicada, ubicada a la altura del kilómetro 13 de la ruta provincial 5, localidad de Panambí.
Ramírez y Backes residían en una vivienda lindera a su local comercial, un bar-comedor muy conocido en la zona. La pareja tiene una hija de 20 años que vive y estudia en Oberá, por lo que no estaba en el lugar al momento del hecho.
A esa hora, la mujer se hallaba en la casa en compañía su empleada Isabel Ramírez y un amigo de la pareja, Juan Engel, quienes fueron testigos presenciales del hecho y sus declaraciones complicaron al prófugo.
Ambos mencionaron que Backes llegó sorpresivamente a la casa y se habría molestado por la presencia del otro hombre, por lo que comenzó a discutir con su mujer.
En ese contexto, Engel se despidió y salió de la vivienda. Ya en su vehículo observó que la víctima salió corriendo de la vivienda y fue directo a pedirle ayuda.
“Contó que la señora estaba sangrando mucho por el golpe en la cabeza y le pidió que la saque de ahí. Pero llegó el marido, le agarró del brazo y la arrastró de vuelta a la casa. Dice que quiso calmar los ánimos, pero Backes le contestó: “Y vos no te metas, porque si no también te meto bala”, y a los pocos segundos escuchó el disparo”, relató una fuente del caso.

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