En Buenos Aires viaja en subte y en un día de mala suerte extravió la billetera con toda la documentación. “Imaginate lo que es eso, el subte, gente por donde mires, andá a encontrar”, dice a El Territorio Laura.
Una vez en su hogar se encomienda a San Antonio por recomendación de una amiga. “¿Podés creer que al rato me llaman desde la tintorería amiga diciendo que una persona encontró mi billetera y la devolvió?”, expresa con cara de asombro.
En la billetera no tenía datos propios o de la familia, pero sí había una tarjeta de la tintorería a la que siempre llevaba los sacos del esposo, eso sirvió para la persona que encontró, quien llamó y preguntó por los documentos que tenía en la billetera, es así que logró dar con la propietaria.
Pero no fue el único caso en que Laura recibió favores de San Antonio. “Una vez perdí mis llaves en casa y otra vez hice una oración con mucha fe y al bajar por las escaleras, levanto un papel y allí estaban. Cosas de no creer, porque había revisado 20 veces el mismo lugar”, describió la visitante.
Para Laura, que está de visita en Oberá y se acercó a conocer y agradecer en la catedral San Antonio, el santo es milagroso, siempre y cuando realmente se crea. “Si pedís con fe, siempre te ayudará”, finalizó.
El nuncio llevó la bendición del papa Francisco
El nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherring, concelebró ayer la misa al santo patrono de la ciudad y agradeció la bienvenida y el cariño que le mostraron los obereños, a quienes además dejó la bendición del papa Francisco.
En la misa habló sobre el llamado de Francisco al pueblo católico. “El Papa urge a cada bautizado a ser misionero”, dijo, y aclaró que no solo los religiosos deben responder, sino que “todos los bautizados somos misioneros”. En otra parte de la homilía recalco que “ser cristiano significa volver a la fuente del perdón”, y en este aspecto solicitó que los padres intercedan siempre ante Dios por los hijos y que todos recen por los demás.